- San Sebastián (Puerto Rico)
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San Sebastián (Puerto Rico)
San Sebastián Ubicación en la isla de Puerto Rico Ubicación País Estados Unidos Territorio Puerto Rico Fundación 1752 Alcalde Javier Jiménez Área - Ciudad 185,77 km² - Tierra 185 km² - Agua 0,77 km² Población - Ciudad (2000) 43514 Zona horaria AST (UTC-4) "Van más de dos siglos de historia de vida" Página web: http://www.sansebastianpr.com San Sebastián es uno de los 78 municipios de Puerto Rico.
Contenido
Localización
Está ubicada al sur de Isabela y Quebradillas, al norte de Las Marias, al este sureste de Moca y Añasco y al oeste de Lares. Su territorio consiste de 24 barrios y es en el barrio urbano Pueblo, que esta sub-dividido en dos barrios menores: Urrejola y Norzagaray, en donde se asienta el centro administrativo del municipio y por ende, su capital.
Datos básicos
- Tiene un área de 185 kilómetros cuadrados y una población cercana a los 45.000 habitantes.
- Se le conoce como San Sebastián del Pepino", "Pepino", "Cuna de la Hamaca" o "Los Patrulleros".
Barrios
Consta de los siguentes barrios: Aibonito, Alto Sano, Bahomamey, Calabazas, Cibao, Cidral, Culebrinas, Eneas, Guacio, Gajataca,Guatemala, Hato Arriba, Hoya Mala, Juncal, Magos, Mirabales, Perchas Uno, Perchas Dos, Piedras Blancas, Pozas, Robles, Saltos Uno, Saltos Dos y Sonador
Datos Históricos
Etapa Precolombina
Bajo los auspicios del Instituto de Cultura Puertorriqueña se han llevado a cabo algunas exploraciones arqueológicas en suelo pepiniano con la participación del arqueólogo pepiniano Ramón M. Estrada Vega.
Se han encontrado cerca de los ríos y en cuevas restos de materiales indígenas en aproximadamente 8 barrios y los arqueólogos artesanales locales nos han referido que mayormente se han encontrado y todavía se encuentran objetos de origen aruaco, arcaico y taíno.
Los barrios de Alto Sano, Cibao, Culebrinas, Eneas, Guajataca, Guacio, Hoyamala y Saltos han aportado mucho material arqueológico. Está por verse si en algunos de estos barrios, al encontrarse algún yacimiento, pudiera probarse que hubo algún yucayeque o poblado indígena. Lo cierto es que para los días antes del descubrimiento europeo, los cacicazgos taínos de Otoao, Aymaco, Guajataca y Yaguecax confluían en el futuro territorio pepiniano. El famoso Camino de Puerto Rico, que se originaba al norte de la desembocadura del Río Guaorabo, era una de las tantas veredas utilizadas por los taínos para comunicarse con el resto de la isla.
Estos hallazgos son apuntadores de una inequívoca presencia indígenas en lo que hoy es el territorio de El Pepino. Nombres taínos se han adjudicado a algunos de nuestros barrios, tales como Aibonito, Bahomamey (antes Babumamey), Caimitos, Cibao, Guacio, Guajataca y Guatemala. Los ríos y quebradas también recogen algunos de estos nombres taínos: Caimitos, Capá, Coalibina (Culebrinas), Guamá, Guatemala (Goatemala), Emajagua y otras.
Hacía varios siglos que los amerindios poblaban Boriquén a la llegada de los españoles. Venidos de America del Norte, America Central y de las márgenes del Río Orinoco de Venezuela, se establecieron en las Antillas y Puerto Rico, la que habían poblado con varios miles de sus pares.
La que se suponía fuese la base racial de la puertorriqueñidad, la raza taína, fue paulatinamente diezmada por el trabajo forzado, el maltrato dado por los españoles, por las enfermedades traídas por éstos y por el exterminio o genocidio al que fueron sometidos. El remanente de la indianidad se fue a refugiar a la altura, a las montañas, entre las Indieras de Adjuntas, Maricao y las cercanías de Mayagüez.
Cuando Don Andrés Méndez Liciaga describe el modo de vida de los primeros pepinianos en la aldehuela de El Pepino nos dice que vivían al modo taíno: habitaban en bohíos, dormían en hamacas, cultivaban para subsistir, vivían una vida sedentaria de poca actividad, su dieta era casi vegetariana, les gustaba las bebidas fuertes y espiritosas, eran aplicados al baile y lo tomaban suave. No hay duda que para subsistir en el trópico había que imitar a los expertos en supervivencia, y estos, indiscutiblemente, eran los taínos.
Etapa Fundacional
El permiso para fundar este pueblo fue otorgado oficialmente en el 1752 por parte del gobernador Esteban Bravo al capitán fundador, el aguadeño Don Cristóbal González de la Cruz, quien junto a otros vecinos tenían el interés de convertir un poblado de hatos ganaderos en un poblado agrícola con territorio y administración propias. La fundación del partido de Las Vegas del Pepino, desde el aspecto eclesiástico, fue consumada en el mes de diciembre de 1762 con la bendición del obispo insular, Mariano Martin, quien vino a inaugurar el primer templo, a instalar el primer párroco, Don Josef Feliciano González y celebrar la primera ceremonia de confirmación.
Para 1691, San Sebastián era un barrio distante del Partido de Aguada dedicado a la crianza de diferentes tipos de ganados en fincas ganaderas conocidas por hatos. Estos hatos eran propiedad, mayormente, de residentes de Aguada. Las Vegas, según la tradición oral, fue un antiguo hato localizado en las orillas norteñas de un rio en el barrio que se conoce hoy como Guatemala (Goatemala). Además, uno de lo hatos de la época, llamado Pepinito, estaba localizado en el promontorio de lo que hoy es el centro del municipio. Se conocía como pepino a una colina de baja altura que dejaba ver entre su verde follaje manchas blancas de piedra caliza. Una mirada hacia Hoyamala muestra los legendarios pepinos de la Formación de San Sebastian que aparecen en el escudo de armas de la población. Son estos dos hatos le dieron el nombre original al nuevo partido: Las Vegas del Pepino.
Después de 1763, cartas del párroco local, Don Josef Feliciano González, pidiendo ayuda a las autoridades para reedificar el antiguo templo debido a la pobreza de los moradores del nuevo partido; y el traslado del fundador y capitán poblador de Las Vegas del Pepino al partido de Aguada, don Cristóbal González de la Cruz, son un fuerte indicativo de que el proyecto agrícola de los primeros vecinos pobladores tuvo unos inicios de precariedad. Para la década de 1770 la pugna entre hateros y hacendados era real. En esos años se demolieron algunos hatos para darle paso al proyecto agrícola.
Etapa de Consolidación
Desde principios de 1800, familias adineradas y hacendadas, acompañadas de sus esclavos y maquinaria, llegaron a El Pepino, huyendo de la revoluciones independentistas de Venezuela y la Republica Dominicana y acogiéndose a los beneficios de la Real Cédula de Gracía de 1815. Los beneficios de esta Cédula eran un premio patriótico a la fidelidad de estos españoles en las antiguas colonias. También, otros europeos y peninsulares aprovecharon estos incentivos industriales como propios para la inversión.
La cuantiosa inyección de capital puso a El Pepino en el mapa de los pueblos adelantados. Después de tomar el poder de la administración municipal, los inmigrantes se entregaron al financiamiento y desarrollo de la industria del café. Sus negocios hicieron prosperar al campesinado criollo como materialmente a El Pepino. Fue para esta época que se redujo y se aplanó el tope del mogote Pepinito y se dispuso un centro poblacional con características urbanas modernas. Con posterioridad, una serie de factores mermaron las cosechas de los hacendados menores e intermedios, lo que dio ocasión para que los grandes hacendados, que financiaban las cosechas, obtuvieran por ejecución de hipotecas, grandes ganancias en terrenos y maquinaria.
Etapa de Decadencia
Para 1850, otros tantos inmigrantes arrivaron, entre estos, muchos peninsulares que vinieron directamente de Cataluña y Vasconia. Fueron éstos los que, luego de incrementar sus capitales, fueron amenazados por el Grito de Lares y finalmente experimentaron la decadencia de la industria del café. Resulta interesante considerar que los residente peninsulares en el municipio de El Pepino, para 1869, le cambiaron el nombre a la municipalidad por San Sebastián. Entre las razones pidieran estar, la devoción de los vascos por el mártir Sebastián y el intento de borrar el martirio de cinco revolucionarios en la Plaza de El Pepino con motivo del Grito de Lares de 1868.
San Sebastián Mártir, el patrón de los arqueros, ha sido el patrón de la población desde sus orígenes cuando los canarios, que colonizaron el territorio, levantaron el primer oratorio. Luego fue confirmado por los vacos con el cambio de nombre del pueblo. Sin embargo, los nativos de San Sebastian siguen llamándose pepinianos hasta el día de hoy.
El Pepino Americano
Con la invasión de Estados Unidos a Puerto Rico, en el 1898, los integrantes de la clase dominante en El Pepino, experimentaron la venganza aterradora y el suplicio de las partidas sediciosas y finalmente de vieron sus capitales devaluados en un 40%.
Símbolos
Bandera
La bandera de San Sebastián consiste de un paño rectangular de las proporciones usuales, atravesado por una banda ondulada blanca que separa su parte superior, roja de la inferior, que es verde. El color rojo simboliza nuestro Santo Patrón San Sebastián Mártir, y la gesta del 24 de septiembre de 1868, donde nuestro pueblo fue escenario de los sucesos de sangre originados por el Movimiento Revolucionario de Lares; el verde representa las montañas del Pepino; y la banda ondulada blanca, al río Culebrinas.
Fuentes
- Boceto Histórico Del Pepino - Andrés Méndez Liciaga
- La Clase Dominante en San Sebastián - María Libertad Serrano
- San Sebastián Del Pepino, Notas Para Su Historia - Walter Cardona
- La Elite Cafetalera de San Sebastián - Helen Santiago Méndez
- Diccionario Bibliográfico Pepiniano - Ruben Arcelay Medina
- Las Partidas Sediciosas - Carlos López Dzur
- La Formación De La Etnia Cultural Pepiniana - Eliut González Vélez
- La Fundación De Las Vegas Del Pepino - Eliut González Vélez
Enlaces externos
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