- Síndrome de Münchhausen por poder
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El Síndrome de Münchhausen por poder (MSBP), llamado también Münchhausen Syndrome by power o by proxy, es mencionado en el DSM-IV-TR, como una forma de maltrato infantil por proximidad. Es un trastorno en el que una persona deliberadamente causa lesión, enfermedad o trastorno a otra persona, con el objeto de llamar la atención o lograr algún otro beneficio personal. El "Münchhausen" por poder ha sido descrito por muchos autores como una de las formas mas dañinas de abuso infantil.[1]
El cuidador suele ser el padre, madre, tutor o su cónyuge y la víctima suele ser un niño o adulto vulnerable. La mayoría de los casos involucran la inducción de la enfermedad física, aunque también es posible la inducción de condiciones que aparentan ser genéticas, o de desorden psicológico.
Contenido
Descripción inicial
En 1977, el pediatra Roy Meadow (por ese entonces profesor de Pediatría en la Universidad de Leeds, Inglaterra), describió el extraordinario comportamiento de dos madres: Según cuenta Meadow, una había envenenado a su niño con cantidades excesivas de sal. La otra había introducido su propia sangre en una muestra de orina de su bebé. Se refirió a este comportamiento como el síndrome de Münchhausen por poder (MSBP).
La comunidad médica fue inicialmente escéptica ante la existencia de MSBP, pero de a poco fue aceptándola como una condición médica reconocida.
Señales diagnósticas
Se requiere cautela en el diagnóstico de las enfermedades inducidas o inventadas. Un correcto diagnóstico de MSBP, debe incluir desde la ética, una correcta evaluación del niño, evaluación de los padres y también de la dinámica familiar. Un diagnóstico basado únicamente en una revisión de su historial médico, puede ser rechazado por el Poder Judicial.
El proveedor de cuidado adulto que está abusando de los niños, a menudo parece cómodo en su lugar y no llama la atención si llega a visitar al niño en el hospital. Los profesionales médicos deben vigilar las visitas de adultos a los niños mientras permanezcan en el hospital, especialmente en el caso de adultos que hacen cosas para que el niño enferme. Además, en la mayoría de los países, los profesionales médicos tienen el deber de denunciar esos abusos a las autoridades legales.
Hay ciertas señales de alerta, que deben ser tenidas en cuenta. A saber:
- Un niño que tiene uno o más problemas médicos que no responden al tratamiento o que siguen un curso inusual que es persistente, inexplicable y desconcertante.
- Exámenes físicos o de laboratorio que son altamente inusuales, discrepantes en forma ostensible con la historia clínica.
- Un padre que parece un médico por sus conocimientos y / o se encuentra fascinado con los detalles médicos y hospitalarios. Parece disfrutar el ambiente hospitalario, y expresa su interés en los problemas de otros pacientes.
- Un padre muy atento que se resiste a dejar solo a su hijo y que parecen requerir una atención constante.
- Un padre que se ve llamativamente calmo frente a graves dificultades que su hijo puede estar cursando. Por otro lado es muy alentador con el médico, pero si se contraría, descalifica al personal, y exige más intervención, más procedimientos, una segunda opinión, y transferencias a otras instalaciones más sofisticadas.
- Los padres pueden centrar su atención en su propia salud o preguntar acerca de los posibles desequilibrios que puede generarle su trabajo.
- Los signos y síntomas de la enfermedad de un niño no se producen en ausencia de los padres (en la hospitalización será necesario un seguimiento cuidadoso para establecer esta relación de causalidad).
- Una historia familiar similar o con enfermedades inexplicables o la muerte en un hermano.
- Un padre de familia con síntomas similares a los del propio niño, o con problemas médicos que hacen que la historia de la enfermedad sea sorprendente y poco habitual.
- Se sospecha una relación emocionalmente distante entre ambos padres. El cónyuge no visita a menudo el paciente y tiene poco contacto con los médicos, incluso cuando el niño está hospitalizado con una enfermedad grave.
- Un padre que está rodeado de situaciones dramáticas, con acontecimientos negativos; como pueden ser el incendio de su casa, robos o accidentes de coche, que le afectan a él y a su familia mientras el hijo está en tratamiento.
- Un padre de familia que parece tener una insaciable necesidad de adulación o que se esfuerza por lograr el reconocimiento público de sus capacidades.
Predominio por género
Se ha notado que este síndrome se aplica sobre todo sobre varones, mientras que es desproporcionadamente mayor la cantidad de progenitores femeninos, que la de progenitores masculinos que actúan de perpetradores. Un serio estudio del año 2006 mostró que en más del 90% de los casos de Síndrome de Münchhausen por poder, la madre ha sido la abusadora.[2] En otros casos, el abusador SMPP es a menudo un guardador del niño, de sexo femenino.
La preponderancia femenina puede ser atribuida a un modelo de socialización, que anima a la mujer a buscar la compasión y la ayuda de otros. Pruebas neurofisiológicas de diversos investigadores, no han mostrado anormalidades en el victimario, o solamente mostraron anormalidades no específicas.
El SMPP también puede ser atribuido a otro modelo de socialización frecuente, el cual coloca a la mujer a cargo del cuidado primario que va tener el niño. Para entender el modelo psicodinámico de esta clase de abuso maternal, se puede consultar la obra de Anna Motz "Psicología de Violencia Femenina: Crímenes Contra el Cuerpo" (Routledge, 2001 ISBN 978-0-415-12675-5).
Controversia
Durante el decenio de 1990 y principios de 2000, fue Meadow perito en varios casos de filicidios, algunas de las cuales dio lugar a los padres que erróneamente habían sido condenados, supuestamente por asesinar a sus hijos y encarcelados. En 2003, Earl Howe, portavoz de la oposición en materia de salud, acusó a Meadow de inventar una "teoría sin ciencia" y de negarse a presentar pruebas para demostrar que el Síndrome de Munchausen por poder existe. Es importante distinguir entre el acto de dañar a un niño, que puede ser fácilmente verificado (y hay muchos casos para demostrar que esto sucede), y la intención, que es mucho más difícil de comprobar y que trata de explicar el SMPP. Como ejemplo, una persona podría ser perjudicial para un niño simplemente por malicia, y no con el fin de llamar la atención y lograr simpatía.
La distinción es a menudo crucial en el proceso penal, en que el fiscal debe demostrar el acto y los elementos que constituyen un crimen, para poder establecer la responsabilidad. En la mayoría de los ordenamientos jurídicos, un médico puede dar testimonio pericial en cuanto a si un niño está siendo perjudicado, pero no puede especular acerca de la motivación de la persona. Meadow se refiere al hecho de que la enfermedad es inducida o fabricada con intencionalidad específica, tanto por una madre como por un cuidador. En la actualidad, hay más de 2.000 informes de casos de SMPP en publicaciones profesionales.
Los informes proceden de los países en desarrollo que incluyen a Sri Lanka, Nigeria y Omán. El Dr. Meadow fue nombrado caballero por su trabajo para la protección de los niños, aunque más tarde su reputación y credibilidad respecto al SMPP fue dañada, luego de que varias condenas de muerte infantil, en las que había actuado como perito, se revirtieron.
Referencias
- ↑ «Trastorno Ficticio por poderes :: Revista El Foro».
- ↑ http://www.sciencedirect.com/science?_ob=ArticleURL&_aset=V-WA-A-W-A-MsSAYWA-UUW-U-AABVUDYAWY-AABAZCYEWY-VZAEVYCCC-A-U&_rdoc=1&_fmt=summary&_udi=B6T6W-4H87GDS-1&_coverDate=10%2F05%2F2005&_cdi=5041&_orig=search&_st=13&_sort=d&view=c&_acct=C000050221&_version=1&_urlVersion=0&_userid=10&md5=32f6b98ee793542f6cd9d66d103940b0
Enlaces externos
Categorías:- Abuso y maltrato infantil
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