- Virgen de Atocha
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Nuestra Señora de Atocha
Virgen de Atocha en su camarín de su Basílica en MadridVenerada en Iglesia católica Templo Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha Festividad Primer domingo de noviembre Patrona Casa Real Española Fecha de la imagen siglo VII Estilo Bizantino La Virgen de Atocha es una advocación mariana del catolicismo de la Virgen María cuya imagen se encuentra en la Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha. Es la más antigua patrona de Madrid apareciendo ya su culto en época visigoda.
Contenido
Origen del nombre
Celebran su fiesta las mujeres que le llevan unas el 8 de setiembre, día en que la iglesia solemniza la fiesta del Nacimiento de María, otras el 25 de marzo, Anunciación de Nuestra Señora y Encarnación del Hijo de Dios y la mayoría el 25 de diciembre, en que la Virgen dio a luz a su hijo y llegó a ser Madre de Dios, que de aquí se deriva bien que corrompido el nombre Atocha.
En efecto, del nombre griego Theotoca, que equivale a Madre de Dios, que se mandó dar a la Virgen en el Concilio de Efeso, se formó el nombre Atocha que el vulgo principió a aplicar desde muy antiguo a la imagen que se veneraba ya en un santuario aislado que había en las inmediaciones de Madrid, transformado después en Convento de Dominicos y luego, en Cuartel de Inválidos.[1]
La imagen
Hasta hace escasamente 15 años, desde los tiempos en que triunfó la costumbre impuesta antiguamente de vestir a las imágenes, la de Atocha, vestida y cubierta toda la talla con rico ropaje, a excepción de caras y manos, aparentaba ser una imagen altísima, del tamaño casi de una persona; en la actualidad, despojada de las vestiduras que la desfiguraban, la imagen aparece tal como es, sentada en un trono símbolo de realeza y cátedra de sabiduría, y su altura no llega a los 60 centímetros desde lo alto de la corona hasta el plano donde asienta los pies. Tal como ahora la veneramos fue como debió estar en los primeros siglos en que recibió culto en Madrid, hasta que la piedad de las gentes movidas por los milagros o en acción de gracias por los beneficios obtenidos por su mediación, hizo que empezaran a regalar a las imágenes de la Virgen joyas, adornos, vestidos y mantos. De estos últimos tuvo una gran colección muy valiosa la Virgen de Atocha; regalos todos ellos de las reinas de España que tornaron por costumbre piadosa donar a la Virgen sus galas de novia. Hoy todavía se conserva entre otros, el manto de terciopelo rojo y armiño, cuajado de castillos y leones bordados en oro, regalo de Isabel II, que luce la imagen en las grandes solemnidades. La imagen de Atocha es de madera, muy dura e incorruptible. La figura está sentada (como hemos dicho) como queriendo afirmar con esta postura su magisterio sobre la Iglesia a la muerte de su divino Hijo. Al lado izquierdo y formando parte de la misma talla, tiene un Niño pequeño al que ofrece una manzana con la mano derecha. El niño no parece mirar la manzana y tiene levantada su diestra en actitud de bendecir al pueblo, extendidos sus dedos índice y anular y doblados los restantes sobre la palma de la mano; disposición que, siendo uso general en los primeros siglos de la Iglesia Universal, se guarda con esmero hoy en la de Oriente y se observa en estatuas, mosaicos y pinturas murales de los artistas bizantinos, hasta que llega por fin a propagarse en las regiones del mediodía de Europa, penetrando más tarde en nuestra península. El rostro de la Virgen, debido a su antigüedad, es moreno oscuro, casi negro. Los ojos son grandes y rasgados, majestuosos, alegres y risueños, pero llenos de compostura y suma honestidad. Alargado el rostro, más de lo que pedía la proporción aceptada por la escultura griega y coronadas las sienes por la característica y maltratada corona, el conjunto nos revela sin gran esfuerzo que la estatua de la Virgen de Atocha es fruto de un arte en decadencia.
Himno
¡Bendita mi Madre,
la Virgen de Atocha!
Que a todos tus hijos de gracia llenó.
Su santa capilla
es un relicario,
que encierra perfumes
de rosas de amor.
Dios te salve, Reina y Madre,
flor fragante cual la rosa,
desde el cielo, amorosa,
mándanos tu bendición.
Causa de nuestra alegría,
vida y esperanza nuestra,
a éstos tus devotos muestra
que tus hijos siempre son.
Excelsa Patrona
del pueblo escogido,
siempre protegido
por tu corazón.
Madrid a tus plantas
se extiende tranquilo,
y en tu fe encendido
canta con amor.
Virgencita madrileña,
desde el templo donde moras,
a este pueblo que te adora
con tu mano has de guardar.
Madre, Madre de mi alma,
que esa tu imagen querida
sea faro, estrella y guía
que nos lleve hasta tu altar.El Santo Niño de Atocha
La imagen del Santo Niño está situada en la nave lateral izquierda. La devoción al Santo Niño de Atocha es muy fuerte en toda América Latina. Se relaciona su origen con Nuestra Señora de Atocha, en Madrid. Alfonso X el Sabio, en el siglo XIII, en sus famosas "Cántigas" ya hace mención del Santo Niño.
El Niño aparece vestido de peregrino con la "concha de Santiago" y sostiene una cesta con alimentos.
Referencias
Categoría:- Advocaciones marianas de la Comunidad de Madrid
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