- Augusto Pérez
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Augusto Pérez
Augusto Pérez es el protagonista de la novela Niebla, escrita por el escritor español Miguel de Unamuno en 1907.
Augusto es un hombre normal y moderno de una ciudad cualquiera, licenciado en derecho y amante del ajedrez, que toma decisiones sin haberlas meditado lo suficiente. Una vez que su madre muere se encuentra sin nada que hacer en la vida hasta que se enamora de Eugenia Domingo del Arco. Cortejarla, comprometerse y las complicaciones posteriores forman lo que sería el argumento superficial de la novela.
Conflicto interior
Destaca en el personaje creado por Unamuno el fuerte conflicto existencial que soporta, buscando una independencia que le haga no sentirse manejado y no queriendo ser olvidado, este carácter del protagonista aparece reflejado en los múltiples diálogos y monólogos que aparecen en la novela, por los que vamos conociendo a los personajes, más que en las acciones que ésta narra.
Las preocupaciones que Augusto Pérez soporta, así como su ansia de escribir una novela dominada por los diálogos y, en caso de no haber con quién dialogar, monólogos aún con un perro, son en realidad reflejos de las inquietudes que al mismo Unamuno atormentan, insinuándose así el conflicto autor/personaje que posteriormente aparece en la novela cuando, precisamente, consigue Augusto la suficiente independencia para revelarse contra el creador al ser consciente de su situación de personaje de ficción.
Los personajes en la novela de Augusto
Explica Víctor Goti (como si Unamuno nos explícase él mismo la novela que leemos), amigo de Augusto, a Augusto su intención de escribir una novela, en la que los personajes y la trama podrían ser las de su propia vida:
—Pues mira, un día de estos que no sabía bien qué hacer, pero sentía ansias de hacer algo, una comezón muy íntima, un escarabajo de la fantasía, me dije: voy a escribir una novela, pero voy a escribirla como se vive, sin saber lo que vendrá. Me senté, cogí unas cuartillas y empecé lo primero que se me ocurrió, sin saber lo que seguiría, sin plan alguno. Mis personajes se irán haciendo según obren y hablen, sobre todo según hablen; su carácter se irá formando poco a poco. Ya las veces su carácter será el de no tenerlo.
—Sí, como el mío.
—No sé. Eso irá saliendo. Yo me dejo llevar.
—¿Y hay psicología?, ¿descripciones?
—Lo que hay es diálogo; sobre todo diálogo. La cosa es que los personajes hablen mucho, aunque no digan nada. [...] empezarás creyendo que los llevas tú, de tu mano, y es fácil que acabes convenciéndote de que son ellos los que te llevan. Es muy frecuente que un autor acabe por ser juguete de sus ficciones...
Categoría: Personajes de literatura
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