- Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Algaba
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La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Algaba (Sevilla) fue fundada en el siglo XV en el entorno del extinto Convento de San Francisco. Sin embargo, no se conserva ningún documento histórico que acredite su creación en esta centuria. No obstante, un libro de cabildo fechado en los estertores del siglo XVII alude a que todos los legajos que testimoniaban la existencia de la corporación en los dos siglos anteriores fueron destruidos como consecuencia de las riadas que asolaban habitualmente el municipio.
Contenido
Los orígenes
En el acta del mencionado cabildo queda recogida esta alusión: “Yo, Don Antonio de Carmona, Presbítero y vecino de la Villa de La Algaba y secretario de presente de la Hermandad de Jesús Nazareno, sita en la Parroquia de dicha Villa, certifico que por haberse perdido lo Libros de dicha Hermandad en el año de mil seiscientos ochenta y cuatro por las muchas inundaciones del rio Guadalquivir y descuidos de los hermanos …en dicho año de ochenta y cuatro que se despobló dicha Villa en el año siguiente se hizo cabildo por los hermanos que habían quedado …”.
También se recuerda que en la década de los sesenta del siglo XVII la hermandad adquirió una imagen que suscitó "una gran admiración" entre sus integrantes y los residentes en general del municipio algabeño. Se hace referencia a la sagrada imagen de Jesús cargando con la cruz al hombro por la calle de la Amargura camino del Monte Calvario.
Anteriormente, la imagen que procesionaba, algunas veces el Jueves y otras el Viernes Santo, era la de un Niño Jesús con túnica morada. Durante los siglos XVI y XVII, la hermandad era conocida como la del Dulce Nombre de Jesús. Cuando la nueva imagen, la del Nazareno, fue adquirida por la corporación y arribó a La Algaba, la hermandad fue conocida como la de Jesús Nazareno.
Después de dos siglos en los que la hermandad disfrutó de momenos de apogeo y sufrió otros de dificultad, en el siglo XIX procesionó la imagen del Nazareno por las calles de La Algaba durante la madrugada del Viernes Santo. Durante el recorrido asiste "un gran número de cofrades y fieles por la gran devoción que se le profesa a Jesús Nazareno en esta Villa y aun fuera de ella…”, afirman los testimonios de la época.
En la década de los ochenta del siglo XX, la hermandad, gracias al esfuerzo y la contribución de su amplia número de hermanos, adquirió unos terrenos en el barrio de La Cruz sobre los que se asentaba el antiguo Convento de San Francisco. Sobre ellos fue levantada la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, sede canónica de esta corporación. El templo fue construido gracias al tesón, el empeño, el esfuerzo y la ayuda de los jesuitas, tal y como son conocidos los integrantes de la hermandad de la "Madrugá" algabeña.
En octubre del año 2000, los sagrados titulares, Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores, fueron trasladados, en salida extraordinaria, desde la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves hasta su nueva sede, un acontecimiento que está inscrito con destacadas letras en la historia contemporánea de la hermandad y de la villa algabeña.
Titulares
Nuestro Padre Jesús Nazareno
La venerada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Algaba está fechada en la segunda mitad del siglo XVII. Es de autor desconocido, aunque hay expertos que la atribuyen al prolijo círculo de La Roldana.
Desde su hechura, el Nazareno ha sufrido varias restauraciones. Una de ellas se produjo en 1977, cuando el imaginero Francisco Buiza le sustituyó el cuerpo, muy deteriorado. Asimismo, proporcionó a la imagen una mayor altura. Sí respetó durante su ejecutoria la cabeza y las manos del Señor. Otra de las intervenciones, en este caso menor, se produjo en 1998 por parte de Antonio Dubé de Luque.
Jesús Nazareno viste una túnica morada lisa con cíngulo en oro. En ocasiones, porta una túnica morada con realces en oro que es una copia exacta de la que se confeccionó en el siglo XIX y que presentaba un avanzado estado de deterioro.
Nuestra Señora de los Dolores
La imagen de Nuestra Señora de los Dolores está atribuida a Juan de Astorga, el escultor más destacado en la primera mitad del siglo XIX en Sevilla.[1] No obstante, su hechura no tiene una fecha exacta.
Esta dolorosa, que concita el amor y la devoción de los más acendrados jesuitas, ha sufrido dos restauraciones relativamente recientes. Una corrió a cargo de Francisco Buiza, en 1967, y otra 20 años después ejecutada por Dubé de Luque, quien le talló un cuerpo, brazos y candelero nuevos.
San Juan Evangelista
La imagen de San Juan Evangelista es reciente y sustituyó a otra antigua que databa del siglo XIX pero que se encontraba muy deteriorada. De este San Juan que durante años acompañó a la Virgen en su paso procesional se conserva el busto y las manos.
La imagen que la relevó fue tallada por el escultor algabeño Miguel Ángel Domínguez, que pertenece tambén a la nómina de hermanos de la corporación jesuita. Esta imagen se bendijo el 27 de octubre de 2005 y figura en el retablo de la Iglesa a la izquierda del Señor, que ocupa la hornacina principal. A la izquierda del Nazareno, posa la Virgen de los Dolores.
La imagen de San Juan siempre ha estado muy ligada a la juventud de la Hermandad de Jesús. De hecho, cada 27 de diciembre, los jóvenes cofrades jesuitas celebran una misa en honor del Discípulo Amado.
Asimismo, la juventud, siempre presente y pujante entre la numerosa nómina de hermanos, obtiene mención especial en el cortejo penitencial de la Madrugá del Viernes Santo algabeño, cuando en una de las enseñas e insignias que abren los tramos de nazarenos se puede leer el lema "La Juventud por la Hermandad".
Santa Cruz del Convento
La Santa Cruz del Convento fue incorporada como titular de la corporación en el año 2009 tras una modificación de las reglas que contó con la aprobación definitiva del Arzobispado de Sevilla.
La Santa Cruz que recibe culto en la hermandad es una réplica exacta de la que se emplaza en la fuente de la Cruz, en el poular barrio algabeño del mismo nombre. Esta fuente se localiza en las inmediaciones del antiguo convento franciscano donde se fundó la hermandad bajo la advocación de Dulce Nombre de Jesús.[2]
La Santa Cruz del Convento de la hermandad lleva también el escudo de la incorporación labrado en plata en los talleres del orfebre Manuel de los Ríos. Es la cruz que guía o abre el cortejo de la cofradía cada madrugada del Viernes Santo algabeño.
Sede canónica
En el año 1987, la hermandad inició los pasos para tener una sede canónica propia. Con este deseo, adquirió unos terrenos de 700 metros cuadrados en el barrio de La Cruz, emplazados en el lugar donde unos monjes franciscanos, siglos atrás, tenían entre sus veneraciones al Dulce Nombre de Jesús.
Este suelo estaba valorado en más de ocho millones de las antiguas pesetas y para su adquisición los hermanos comparon títulos a fondo perdido de 10.000 pesetas. En 1990, los hermanos afrontaron una cuota extraordinaria de 1.000 pesetas para contribuir al pago del suelo donde se levantaría el actual templo jesuita. El replanteo de las obras se produjo en este año y en 1991 comenzaron los primeros trabajos de construcción.
En 1993, la hermandad propone a los hermanos la compra simbólica de un metro cuadrado de la futura iglesa al precio de 10.000 pesetas. Un año después se levanta la estructura y en 1995 comienza la participación voluntaria de muchos hermanos que colaboraron en la construcción de su iglesia interviniendo, con su propio trabajo, en el desarrollo de las obras.
En 1997, fueron abiertas las dependencias de Secretaría y Mayordomía y en 1999 quedó inaugurado el artesonado del techo, de gran valor artístico, y obra del entonces hermano mayor Miguel Falce Díaz. En esta misma anualidad, la corporación emprende una nueva campaña de donativos y los hermanos sufragaron con 2.000 pesetas la compra simbólica de una losa de mármol del suelo.
Fruto del trabajo constante, del esfuerzo denodado, de la colaboración ilimitada y del amor que todo hermano jesuita profesa hacia sus sagrados titulares, la Iglesia de Nuestro Padre Jesús Nazareno obtuvo la convalidación del Arzobispado como sede cánonica en abril de 2000. El 21 de octubre de ese mismo año se produce el recordado traslado de las imágenes desde la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves hasta la nueva iglesia, enclavada en el barrio donde germinó, cinco siglos atrás, la siempre fervorosa Hermandad de Jesús.
El 27 de octubre de 2000 se ofició la ceremonia de consagración del nuevo templo, en un acto presidido por el entonces arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo. En el año 2002, los hermanos, reunidos en cabildo extraordinario, eligieron el diseño de Manuel Guzmán Bejarano para el retablo de la iglesia, proyecto sufragado, una vez más, con las aportaciones económicas de los hermanos.
Hermanos Costaleros
Los hermanos costaleros tienen un papel protagonista en la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Jesús de La Algaba. El trabajo de estos hermanos es reconocido por su excelsa labor portando las benditas imágenes del Señor de La Algaba y de su madre, la Virgen de los Dolores. Destaca la cuadrilla de costaleros de la hermandad de la Madrugá por su categoría, por su arte y por el saber estar que siempre ha caracterizado a la cofradía en la calle. Los costaleros, en esta hermandad, son ejemplo de sacrificio, de trabajo, de voluntad, pero también de un talento inugualable en muchos kilómetros a la redonda.
La de los costaleros de Jesús fue la primera cuadrilla que se creó en La Algaba. También en este aspecto puede considerarse la hermandad una corporación pionera, decana y adelantada a los tiempos, tal y como describe su jalonada historia.
Mucho antes que en muchas cofradías de la capital sevillana, en La Algaba un grupo de jóvenes abrazó en el verano de 1977 la idea de constituirse como cuadrilla de hermanos costaleros. Su deseo: meterse en las trabajaderas de los pasos de Jesús y la Virgen en la próxima Madrugá, relevando así a los costaleros profesionales que se estilaban en la época y que protagonizaron más de una "espantá" los Viernes Santo.
En la madrugada del 24 de marzo de 1978, Santo Viernes por las calles de La Algaba, aquellos jóvenes que acumulaban ya varios meses de ensayos y otros tantos de ilusiones, vieron cumplidos su deseo. A las nueve y diez de la mañana sustituyeron en las trabajaderas a otros costaleros profesionales y protagonizaron el encierro del paso del Señor. Después, levantaron las caídas del paso de la Virgen de los Dolores y pusieron todo su magisterio para entrar, con un paso de palio, por el estrecho marco de la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves.
En la siguiente Madrugá del Santo Viernes algabeño, 13 de abril de 1979, la cuadrilla de hermanos costaleros realizó todo el recorrido en las trabajaderas de ambos pasos procesionales. Portaron a la bendita imagen de Jesús Nazareno 22 hermanos. La Virgen fue llevada por 24.
Posteriores reformas de las parihuelas obligaron a aumentar el número de costaleros, todos hermanos. Pero si algo caracteriza a la hermandad es que nunca le han faltado hermanos para meterse debajo de los pasos y sacar a la calle a Jesús y la Virgen de los Dolores. Especialmente emotivo es el trabajo que realizan estos sufridos hermanos a la entrada y salida de la cofradía o las largas "chicotás" que protagonizan en varias zonas del recorrido, especialmente en la carrera ofical de la Plaza de España.
Mención especial merecen también por su dedicación, por su empeño y por su maestría la labor de tres capataces históricos indisolublemente unidos a la magna hermandad jesuita: Bernardo Caballero, Marcelo Cruz Márquez y Pedro Piñero.
Agrupación Musical
La Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús Nazareno de La Algaba encierra una amplia historia, jalonada de proyectos,vaivenes, éxitos, desencuentros y alguna que otra descomposición coyuntural que nunca le han restado un ápice a su peculiaridad. Hoy en día, y tras más de 30 años acompañando durante la Madrugá al Señor de La Algaba, la agrupación o sencillamente la banda de Jesús, como se la conoce en el pueblo, se caracteriza por la calidad de sus composiciones y por la ejecución magistral de las mismas.
Esta agrupación musical se encuenra indisolublemente unida al devenir contemporáneo de la hermandad, aunque también ha funcionado como un cuerpo propio y con características muy definidas. Pero hay un aspecto que está fuera de toda duda: la banda se reconoce a si misma como "cirineo" de Jesús en la Madrugá del Santo Viernes algabeño. Y la Madrugá y el caminar de Jesús Nazareno por las calles de su pueblo adquiere el matiz especialísimo, peculiarísmo, idosincrático y particular que lo define cuando está acompañado por sus hermanos músicos.
Referencias
- ↑ "El escultor Juan de Astorga". José Ignacio Ruiz Alcañiz. Editado por la Diputación de Sevilla.1986
- ↑ Historia de La Algaba. Juan José Antequera Luengo. 1999.ISBN 978-84-15158-49-3
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