- Temporal de 1826 en Canarias
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Entre el 6 de noviembre y 9 de noviembre del año 1826, un fuerte temporal afectó a las islas Canarias. Se ha verificado que este suceso puede calificarse como ciclón tropical y, puesto que en la época del evento a las tormentas se las denominaba por el santoral, se lo podría nombrar como huracán o tormenta de San Florencio.
El viento y el agua atacó con gran virulencia el Valle de La Orotava, así como otras localidades de Tenerife y Gran Canaria. Según las crónicas se llevó la vida de 253 personas, cientos de animales y dejó pérdidas por valor de 350.000 libras esterlinas de la época. En el 2010 se publicó en la revista científica sueca Geografiska Annaler Series A- Phisical Geography un artículo firmado por dos investigadores de la Universidad de La Laguna en el que se considera a este temporal como el peor evento meteorológico de la historia del archipiélago canario. Según este estudio, solamente en la isla de Tenerife, fueron destruidas más de 600 casas de particulares. A ello se suman los daños causados en los montes de las islas, en la agricultura, con pérdidas de suelo que pudieron superar el 30 % en algunas áreas, y en cabezas de ganado de todo tipo.[1]
En dicho temporal desapareció la talla original de la Virgen de Candelaria, la Patrona de Canarias.
Véase también
Referencias
El contenido de este artículo incorpora material de una entrada de Enciclopedia Guanche, publicada en castellano bajo la licencia GFDL.Categorías:- Enciclopedia Guanche
- Desastres naturales en Canarias
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