Ikana

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Ikana (イカーナ王国, Ikāna Ōkoku^?, conocido como Reino Ikana) es un antiguo reino del cardinal este de Termina en el videojuego de The Legend of Zelda: Majora's Mask. Fue fundado en las montañas barricadas al este de Termina. Aunque su pasado es todo un misterio, los comentarios de algunos de sus residentes hablan sobre las circunstancias que rodearon su caída eventual, y cómo llegó a ser una tierra "donde sólo los muertos vagan".

Historia

Ikana se jactaba de un ejército muy capaz, soldados de los cuales continúan luchando hasta en la muerte después de la desaparición del reino. El comandante de ese batallón era el capitán Skull Keeta, un gigante y un sirviente del rey, que se había ganado el respeto de sus subordinados y juramentos de lealtad a las legiones.

Aunque el ejército de Ikana fue muy posiblemente, su logro más notable, también hay evidencia de que los habitantes del reino eran expertos en la formas de arte de música y danza.

La guerra

Aunque los sucesos que desencadenó la guerra entre el reino de Ikana y la nación de la que nació Garo no se divulgan, lo que se hace muy claro a lo largo del juego es su intensa rivalidad, es lo suficientemente potente como para mantener una gran lucha, incluso después de que hayan extinto. Los Ninjas Garo (aparecen del suelo cuando Link lleva la Máscara de Garo) que rondan en Ikana eran originalmente espías de una nación enemiga. Los ejércitos de la nación Garo eran aparentemente muy cualificados, incluso derrotando a los soldados del capitán Skull Keeta en su propia tierra. Los detalles de las innumerables batallas sucesivas tras el inicio de la guerra no son revelados, pero leyendas del reino dicen que están "manchadas con una historia de tinieblas, traición y de sangre", insinuando un conflicto despiadado.

En particular, el rey llama a las batallas que asolaron al reino "quisquillosas", implicando que la guerra se inició por motivos insatisfactorios. Cuando Tatl siente a Ninjas Garo, ella dice que puede sentir una "sed de sangre que se asoma por todas partes", eventuales indicios de que la guerra comenzó como..., o eventualmente, se redujo a un conflicto de sed de sangre simple.

El Cementerio Ikana estaba fuertemente protegido por las fuerzas de Ikana, aunque custodiado por el propio capitán Skull Keeta en la vida y en la muerte. La razón de que el cementerio estaba tan bien defendido no está explícitamente indicado, sin embargo, es razonable suponer que se trataba de una cuestión de honor (de modo que los enemigos no pudieran profanar las tumbas de la familia real), o un esfuerzo por salvaguardar los tesoros de la familia real, varios de los cuales se ocultan en las tumbas. Las tumbas siguen siendo patrulladas mucho tiempo después de la guerra ha terminado, por soldados sin descanso eterno.