- Sodalicio de Vida Cristiana
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El Sodalicio de Vida Cristiana (también conocido por su nombre en latín Sodalitium Christiánae Vítae, SCV) es una sociedad de vida apostólica fundada en Lima (Perú) por Luis Fernando Figari en 1971 y aprobada por el papa Juan Pablo II en 1997.
Está compuesta por laicos consagrados y sacerdotes, llamados «sodálites», que hacen promesas perpetuas de celibato y obediencia, así como un compromiso por la comunicación del bien y de la vida comunitaria. El apostolado sodálite consiste fundamentalmente en la promoción de la juventud y la familia, la evangelización de la cultura, y la ayuda social a los más pobres.[1]
Contenido
Historia
El Sodalicio de Vida Cristiana fue fundado por Luis Fernando Figari el 8 de diciembre de 1971, recibiendo el influjo del Concilio Vaticano II, en particular del documento Apostólicam actuositatem (sobre el apostolado de los laicos), de la encíclica Evangelii nuntiandi del papa Pablo VI, y de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano de Medellín.[2]
El arzobispo de Lima y primado del Perú, cardenal Juan Landázuri Ricketts OFM, alentó al Sodalicio en sus inicios[3] y en 1977 concedió su aprobación al Sodalicio de Vida Cristiana como «pía sociedad». En los siguientes años el Sodalicio experimentó un importante crecimiento y se expandió a diversos países de América Latina.
En 1994, siendo arzobispo de Lima el cardenal Augusto Vargas Alzamora S. J. el Sodalicio recibe la aprobación como Sociedad de Vida Apostólica de Derecho Diocesano.
En 1997 el papa Juan Pablo II aprobó el Sodalicio de Vida Cristiana como Sociedad de Vida Apostólica de Derecho Pontificio. [4]
Espiritualidad
Dentro de la común espiritualidad de la Iglesia católica, el Sodalicio posee un camino espiritual particular.[5] La espiritualidad del Sodalicio tiene influencias, entre otros importantes autores espirituales católicos, de Guillermo José Chaminade, Ignacio de Loyola, varios Padres de la Iglesia, diversos autores de la escuela benedictina y cisterciense (entre ellos San Bernardo de Claraval) así como de la Escuela Francesa de Espiritualidad, como el cardenal Pierre de Berulle. También de algunos espirituales de la Reforma Española, como García Jiménez de Cisneros, Fray Luis de Granada y san Juan de Ávila.[6]
Algunas de las características de la espiritualidad sodálite son:[7]
- La vivencia integral de la fe, proyectada en la acción.
- La centralidad del misterio trinitario.
- El reconocimiento de la condición divina de Jesucristo, y la convicción de que se revela plenamente la identidad y vocación de todo ser humano (cf. Gaudium et spes, 22).
- El amor filial a la Virgen María
- La dimensión comunitaria del ser humano
- El esfuerzo por vivir con espiritualidad la vida cotidiana
- La acogida responsable del don de la reconciliación
- El amor profundo y comprometido a la Iglesia, y el servicio a su misión evangelizadora.
Apostolado
El apostolado del Sodalicio es universal y sus miembros se pueden involucrar en todo tipo de actividades con fines evangelizadores. Sin embargo, el Sodalicio acentúa de modo especial el apostolado con los jóvenes (tanto en universidades, colegios, grupos parroquiales, entre otros), la evangelización de la cultura, y el apostolado con los pobres. También sostienen diversas iniciativas de trabajo apostólico con las familias, considerando el matrimonio como camino de santidad,[8] y en la defensa del no nacido.
Familia Sodálite
La Familia Sodálite es el conjunto de personas, instituciones y obras que se adhieren a la espiritualidad del Sodalicio. Según su estado de vida, los integrantes de la Familia Sodálite buscan vivir una vida cristiana auténtica y la construcción de un mundo mejor, más fraterno y reconciliado.[9] Actualmente la Familia Sodálite alcanza a muchos millares de personas, en los cinco continentes, que se identifican con la espiritualidad sodálite.[10]
La Familia Sodálite incluye varias ramas, siendo las principales:
- El Movimiento de Vida Cristiana (MVC), un movimiento eclesial internacional laico. Fue aprobado por la Santa Sede en 1994. Consta de cuarenta mil miembros, siendo con diferencia la rama más grande de la Familia Espiritual Sodálite.
- La Fraternidad Mariana de la Reconciliación, asociación canónica de mujeres laicas consagradas ―conocidas como las «fraternas»― que no llevan hábito.
- Las Siervas del Plan de Dios, otra asociación canónica de mujeres consagradas, que llevan hábito.
Controversia
Existen denuncias acerca de la dinámica fanática dentro de este grupo, y la obligatoria separación del adepto contra sus familiares,[11] aunque estas dinámicas han sido desmentidas por el Sodalicio.[12]
Tras la muerte (a los 43 años) de Germán Doig (22 de mayo de 1957 − 13 de febrero de 2001), quien era vicario general del Sodalicio, se empezó una investigación para iniciar una posible causa de beatificación. En enero de 2011, el Sodalicio hizo pública la anulación del proceso de beatificación, informando por medio de un comunicado de la «inconducta sexual» de Doig.[13]
En diciembre de 2010, Luis Fernando Figari renunció por motivos de salud[14] al cargo de Superior General del Sodalicio de Vida Cristiana y de las demás instituciones que forman parte de la sociedad.[15]
En esa ocasión, se especuló que un posible motivo de la renuncia de Figari había sido el descubrimiento de que Doig llevaba una «doble vida».[16]
La renuncia de Figari también podría haberse debido a una nueva denuncia presentada hace pocos meses ante la arquidiócesis de Lima por un exmiembro de la «familia sodálite», en contra de Figari por «abusos sexuales graves» y por haberle causado «maltratos físicos, psicológicos y espirituales».[15] En una carta al periódico Diario 16, el Sodalicio señaló que Figari confirmó la falsedad de la denuncia, y se deploró la falta de rigor periodístico. Asimismo, se señaló que el Arzobispado de Lima no ha confirmado ni notificado al Sodalicio de la supuesta denuncia.[17] La supuesta víctima habría sufrido de abusos a principios de los años ochenta, cuando era un adolescente de 16 años.[18]
En el diario se compara a Fernando Figari con los casos emblemáticos del sacerdote mexicano Marcial Maciel Degollado (1920-2008), también fundador de una organización católica ultraconservadora (Legión de Cristo), y al sacerdote chileno ultraconservador Fernando Karadima (1930−), quienes durante décadas abusaron de decenas de niños.[15]
Véase también
Referencias
- ↑ Sitio en internet de la Región Perú del Sodalicio
- ↑ Dossier sobre el Sodalicio preparado por la Agencia Fides.
- ↑ Sitio web de la Región Perú del Sodalicio
- ↑ Noticias eclesiales, junio de 1998
- ↑ Sitio en internet de la Región Colombia del Sodalicio.
- ↑ Harold Griffiths Escardó: Peregrinar de una comunidad (pág. 24-25). Lima: Fondo Editorial, 2000.
- ↑ SodalicioPeru.org.
- ↑ Entrevista realizada por la agencia Fides a Luis Fernando Figari
- ↑ Dossier sobre el Sodalicio preparado por la Agencia Fides
- ↑ Entrevista de la Agencia Fides a Luis Fernando Figari
- ↑ «El caso Guillén-Gross», artículo en el sitio web de MASA (Movimiento Anti-Sectario Perú), acerca de las cartas de un padre para recuperar a su hijo, captado por el Sodalicio.
- ↑ «Carta de Franz Guillén Gross a sus padres», artículo en el diario La República (de Lima) en el que un sodálite le responde públicamente a sus padres defendiendo su libertad a cortar la relación con su familia para ingresar al grupo.
- ↑ «Comunicado» de la Oficina de Comunicaciones del Sodalicio de Vida Cristiana, en enero de 2011, donde reconoce la conducta inapropiada de Germán Doig.
- ↑ Noticias Eclesiales 26/01/2011
- ↑ a b c «Denuncian a fundador del Sodalicio Vida Cristiana por abuso sexual», artículo de la periodista Ethel Flores en el periódico Diario16 del 22 de agosto de 2011.
- ↑ «Sodalicio confirma “inconductas sexuales” de su líder espiritual», artículo de la periodista Lina Godoy en el periódico Diario16 del 3 de febrero de 2011.
- ↑ «Carta del Sodalicio a “Diario 16”».
- ↑ Debido a que tenía miedo de ser homosexual, el joven acudió a Figari, a quien le confesó sus inclinaciones. Figari, tras negarle enfáticamente que fuera homosexual, le pidió que explicitara cuál era el «tipo de hombre» hacia el que se sentiría atraído. Le mostró entonces revistas pornográficas (que un adolescente como él nunca había visto y que lo escandalizaron sobremanera). Pese a esto, Figari lo admitió en el Sodalicio, «convirtiéndose oficialmente en mi director espiritual». En una ocasión, Figari lo obligó a sentarse sobre un palo apoyado en el piso, que el director sostenía fuertemente. «Abatido y humillado, me forzó a mirar al crucifijo y pensar sobre mis pecados» (artículo de la periodista Ethel Flores en el periódico Diario16 del 22 de agosto de 2011.
Enlaces externos
- SodalicioPeru.org (Sodalicio de Vida Cristiana, región Perú).
- FamiliaSodalite.org
Categoría:- Organizaciones católicas
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