- Shaitán
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Shaitán (en árabe: شيطان); plural: شياطين Shayatin) es como se conoce a un genio maligno en árabe, también conocido como Iblis (Árabe إبليس).
Etimología
La palabra Iblis deriva de la raíz árabe balasa بَلَسَ, que significa "el desesperado"; de ese modo, el significado linguístico de Iblis sería "el/lo que causa desesperación".
Shaitán o Satán (شيطان, de la raíz šṭn ش-ط-ن) es a la vez nombre y adjetivo. Como nobre significa "travieso" y como adjetivo, "el que se enfrenta", "el que se opone" o "diablo". En la cultura popular islámica, Shaitán se traduce frecuentemente como "el demonio", pero puede referirse a cualquiera de los seres que se rebelaron contra Alá. Su significado equivale a la palabra española Satán.
Teología
Según las enseñanzas islámicas básicas, Alá creó al menos tres razas inteligentes, los ángeles, los yinn o genios, y los seres humanos. Las dos últimas tienen la libertad de elegir entre dios y el diablo.
De acuerdo al Corán, Shaitán o Iblis era un yinn y un fiel sirviente de Alá. Sin embargo, de acuerdo a otras fuentes, fue un ángel desobediente, en realidad, un yinn de tan alto estatus que alcanzó la misma categoría de los ángeles. Pero Alá conocía sus intenciones y de ahí el nombre de Iblis (el que causa desesperación).
Los ángeles no tienen la libertad de desobedecer a Alá. Un día, éste dijo a sus creaciones que uno de ellos se volvería contra él. Los ángeles corrieron a Iblis, sabiendo que Alá escuchaba sus súplicas. Iblis rogó entonces a Alá que no dejara que ninguno de los ángeles se volviera contra él, pero no se incluyó en la súplica, ya que se consideraba a salvo. Pero cuando Alá creó a Adán, todos los ángeles se postraron ante él, excepto Iblis, que rehusó obedecer.
Iblis se consideraba superior a Adán, que fue creado del barro, mientras que él fue creado del "fuego sin humo". Por este acto de desobediencia, Alá lo condenó al infierno por toda la eternidad, pero le dio tiempo hasta el día del Juicio Final. Durante ese tiempo, trataría de corromper a los seres humanos como una forma de venganza. Por rehusar obedecer a Alá, fue expulsado del paraíso y a partir de entonces fue llamado Shaitán.
En la teología islámica, Shaitán y sus subalternos son considerados los susurradores, que susurran en los corazones de hombres y mujeres, urgiéndoles a cometer pecado.
Referencias
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