- Virgen del Pinarejo
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La Santísima Virgen se venera en el pueblo de Aldeanueva del Codonal (Segovia) y en su comarca.
Contenido
Historia
Según cuenta la tradición, la Santísima Virgen se apareció en el pueblo en el 1.400, aproximadamente. El primar dato escrito sobre la Virgen del Pinarejo es del día 8 de octubre de 1591: “Fallecido Pedro González, cura párroco de este lugar de la Nava de Coca, otorgó testamento antes Andrés Ayala, escribano de Coca (...) mandó cuatro reales para la ermita de Nuestra Señora del Pinarejo (“Crónicas de medio siglo” de Amador de Morugán y Benjamín Redondo)
La imagen
Las esculturas de la Virgen y del Niño son dos tallas independientes realizadas en madera de pino. La imagen de la Virgen es una figura de vestir con la cabeza y las manos talladas y policromadas al óleo sobre una preparación de estuco. Mira al frente y sostiene al Niño en su mano izquierda, y con la derecha sujeta una pieza que permite colocar un ramo.
Los cabellos de la Virgen son de pelo natural y los vestidos son siempre de espléndidos mantos que dan calor testimonio de la devoción a esta imagen. Se completa el ornamento con una rica corona.
La figura del Niño es exenta, está coronada y sujeta en la mano un orbe rematado con una cruz metálica.
La antigua imagen
Aparece con el título de “verdadero retrato de Nuestra Señora del Pinarejo”. Se trata de un aguafuerte, posiblemente del siglo XVIII en el que la imagen de la Virgen aparece rodeada por seis escenas, que narran otros tantos hechos en los que la poderosa intercesión de la Virgen protegió la vida de sus devotos.
La ermita
Se sitúa a unos tres kilómetros del pueblo de Aldeanueva del Codonal (Segovia). Está cerca del lugar en el que se cruzan la Cañada Real Leonesa Oriental con la carretera de Segovia a Arévalo, lugar del que parte el cordel denominado Camino del Moro, a orillas del río Voltoya y próxima a un manantial conocido como Fuente de la Virgen.
Existió un edificio anterior al que hoy se contempla con el nombre de “Ermita del Pinarexo” o simplemente “El Pinarexo”. Delante de ese edificio debió de erigirse una cruz de granito que se conserva frente a la entrada principal de la ermita, en cuyo pedestal aparece la fecha de 1566
El edificio actual se erige en el mismo sitio en el que se levantó un edificio anterior, de menor tamaño, también dedicado a Nuestra Señora del Pinarejo. El aspecto actual de la ermita responde a las reformas y ampliaciones realizadas a lo largo de tres impulsos constructivos fundamentales. En la segunda mitad del siglo XVII se inicia la reforma de la iglesia, desmantelando solamente la cabecera de la antigua ermita y manteniendo en pie el resto del edificio. Con posterioridad, en 1738, se decide la demolición de la nave que quedaba en pie, ejecutándose la actual, quedando la ermita concluida. Hacia 1800 tiene lugar la última campaña constructiva, probablemente por iniciativa de los cofrades, erigiéndose la edificación adosada a los pies de la iglesia para acoger la llamada Sala de los Hermanos o del Cabildo, así como la vivienda del santero.
Se utilizaron en la construcción las tapias de calicanto aprovechando la abundancia de cantos rodados dada la proximidad del río. Se refuerzan con machos de ladrillo en verrugadas y cadenas y en las esquinas, utilizando también el ladrillo para la ejecución de los contrafuertes y una línea de imposta resaltada bajo el nivel de las ventanas, que recorre el perímetro de la Iglesia. El ladrillo se ha empleado también para componer el alzado del zócalo (hoy cubierto por una gruesa capa de mortero de centeno) y formar la línea de cornisa bajo el tejado, explotando al máximo su potencial ornamental en la construcción de los vanos y la espadaña. El pavimento también estuvo ejecutado en ladrillo. Todavía se conservan restos del solado original en la sacristía y el coro.
El retablo de la ermita
El 5 de agosto de 1699 se firmó la escritura para la realización del retablo. Fue encargado a Juan de Ferreras, que era maestro mayor del Alcázar de Segovia y casas reales del entorno. Entre sus trabajos más destacados está su colaboración en el retablo mayor de la Capilla del sagrario de la catedral de Segovia, sus trazas en los retablos de San Antón y San Gregorio de esa misma catedral, y el retablo mayor de la Iglesia de Nuestra Señora de Miguel Ibáñez. Como maestro de arquitectura realiza obras en el Alcázar de Segovia y en los palacios de San Ildefonso y Valsaín.
El retablo fue encargado por el sacerdote D. Frutos Bartolomé Olalla y de Aragón que fue maestro de ceremonias de la Real Capilla de su Majestad Felipe V. El precio que pagó fue de ocho mil reales de vellón que serían en la actualidad unos 145.000 euros.
El retablo es un claro ejemplo del barroco de finales del siglo XVII. Consta de un alto banco, un cuerpo principal y un corpulento ático semicircular con lo que se sigue la apariencia de un retablo de tres cuerpos. El camarín de la Virgen está situado en el espacio central. Las calles laterales están ocupadas por dos lienzos que representan a San Nicolás de Bari y a San Frutos, patrón de Segovia.
El culto
El día 25 de marzo recibe el nombre de la fiesta del Pinarejillo. Ese día se baja a la ermita a rezar el Rosario a la Virgen, ya que es la fecha en la que según la tradición se apareció la Santísima Virgen.
El día 2 de mayo, fiesta de San Segundo, se baja a la ermita y se sube a la Virgen en procesión hasta la Iglesia del pueblo.
La fiesta principal de la Virgen del Pinarejo se celebra el Domingo siguiente a Pentecostés (el Domingo de la Santísima Trinidad). Ese día se celebra la Misa en la ermita. Como preparación a la fiesta, se realiza una Novena en la Iglesia parroquial de Aldeanueva del Codonal (Segovia). La Novena consiste en la celebración de nueve Misas. Al final de cada Misa, se reza la oración de la Novena y se cantan a la Virgen dándola gracias o para pedirle favores.
Hay mucha devoción a la Virgen en el pueblo y en los alrededores. Se la invoca pidiendo favores de todo tipo mediante el avemaría y el Rosario y se cuentan múltiples favores atribuidos a su poderosa intercesión. Buena prueba de ello son los exvotos que adornan el camerino de la Virgen.
“Su Eminencia el Señor Cardenal Portocarrero concedió cien días de indulgencia a todas las personas que rezaren una Salve delante de esta Santa Imagen” (el texto aparece escrito en el retrato de aguafuerte de la Virgen).
Bibliografía
- Eustaquio del Barrio: “La Santísima Virgen en Segovia”. Segovia, 1954
- Cuesta Jorge, Luis, Martín Rodríguez, María Teresa y Agüero Bartolomé, Pedro. “ Nuestra Señora del Pinarejo, su Cofradía y su Ermita”. Imprenta Comercial. Segovia, 2003.
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