- Cerro del Muerto
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Cerro del muerto Tipo Cerro País Aguascalientes
MéxicoCoordenadas Altitud 2,400 msnm Cordillera Sierra Madre Occidental Primera ascensión 2011 El cerro del Muerto es una montaña que forma parte de la sierra del Laurel, un ramal de la Sierra Madre Occidental, y que constituye un emblema de la ciudad de Aguascalientes, capital del estado del mismo nombre. El cerro se encuentra al poniente de la ciudad, a una distancia aproximada de 10 km, y ofrece a las aguascalentenses su mejor vista al atardecer pues es conocido por sus coloridos ocasos, principalmente en los meses de agosto a octubre.
Su altura oscila los 2400 metros de los cuales la más accesible es el "Picacho", que corresponde a los pies del muerto, ya que en su parte norte pasa la carretera federal Número 70 a Calvillo. Es un destino popular para los deportistas, principalmente los fines de semana, que se dan cita escaladores y corredores.
Actualmente existe una estación del H. Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Aguascalientes, A.C. quienes se encargan de su vigilancia y protección.
Últimamente se han hecho esfuerzos para rehabilitar su flora, pues los anteriormente comunes bosques de Laurel que dieron nombre a toda la serranía fueron exterminados en el muerto y amenazan con desaparecer en el resto de la sierra.
Tradiciones
- El muerto se ha vuelto un emblema de la popular "feria de las calaveras" celebrada cada mes de noviembre y dentro de sus actividades se ha hecho tradición la caminata nocturna con lámparas llamada "ilumínale los pies al muerto".
- Entre las tradiciones más conocidas, se cuenta que bajo el cerro del muerto hay túneles, tiene varias entradas y que en las entrañas, guarda uno de los más grandes tesoros acumulados por los indios de la región, quienes asaltaban las caravanas de la ruta de la plata.
- Otros aseguran que los tesoros no son de los indios, sino de Juan Chávez, bandolero famoso en la entidad y alrededores.
Lo cierto es que existen tanto a los alrededores del cerro como bajo la ciudad muchos túneles y socavones, la mayoría de los cuales, por falta de equipo adecuado no han sido explorados, prefiriendo simplemente taparlos.
Se sabe también de casos de personas que se aventuraron a explorarlas y no se volvió a saber de ellas.
Por lo que se cuenta, se especula que en sus túneles se encuentra una especie de hongo, y que al respirar sus esporas, éstas se alojan en los pulmones, y terminan asfixiando a la persona, o bien pierde el conocimiento y la memoria, pero nada ha sido comprobado.
Leyendas
Se dice que en ese lugar se reunieron los chichimecas, los chalcas, y los nahuatlacas, tratando de ponerse de acuerdo para establecerse en ese sitio y de allí salir a diferentes lugares siendo en ese punto el sitio de operaciones. Entre ellos había tres sacerdotes (uno por cada tribu) los que eran extremadamente altos, fornidos, de aspecto majestuoso e imponente.
Después que deliberaron sobre lo que se tenía que hacer, y cuando ya estaba por ocultarse el sol, a uno de los sacerdotes, el de la tribu chichimeca, se le ocurrió bañarse en el charco de agua caliente de "la Cantera" y después de que se tiro al agua, desapareció.
"La Cantera", se le llama a un manantial de aguas termales en el estado y según cuenta la leyenda existen muchos otros de estos "charcos", los que fueron "sembrados" por otras tribus anteriores, quienes querían "sembrar" agua, hacían un hoyo, le ponían agua de su guaje y medio "almud" de sal, lo tapan y al transcurso tres o cuatro años había un inmenso manantial de aguas sulfurosas. Así hicieron varios en la región y de ahí el nombre de Aguascalientes.
Al aventarse al agua el sacerdote y desaparecer, los chichimecas esperaron pacientemente que su señor apareciera en otro de los muchos charcos que había, pero... fue inútil, pasaron varios días y el sacerdote no regresaba. Se reunió la tribu y deliberaron: ¿Acaso los traicionarían los chalcas?. -No era posible, habían hecho un pacto y su honor estaba en juego.
Al no regresar el sacerdote en meses, no les quedó duda a los chichimecas que los chalcas lo habían matado y enfurecidos, corrieron a dar aviso a sus compañeros para enfrentarse con sus enemigos.
Y así principió una guerra contra los chalcas, los que no supieron de qué se trataba, pues sin decirles "agua va", llovieron flechas por todos lados.
Los chalcas, pidieron ayuda a los nahuatlacas, los que estaban de espectadores con su sacerdote al frente. No sólo no se unieron a ellos, sino que dieron la vuelta diciendo que el pleito no era con ellos.
Después de ponerse de acuerdo e indignados por la afrenta, los chalcas se dispusieron a repeler el ataque y "en los fulgores de la batalla y en lo cruento de la lucha", vieron con sorpresa que venía el sacerdote perdido. Ya no era posible retroceder y sin quererlo, una flecha atravesó el corazón del sacerdote de los chichimecas, el que les gritaba: "¡deténganse! Sólo fui a sembrar algunos charcos"; pero no fue escuchado.
El sacerdote tratando de huir, con su sangre fue regando el camino y la huella del liquido, todavía se puede ver en la tierra roja del montecillo. Quiso hablar con su gente, pero no pudo, sin decir palabra cayó muerto y con su cuerpo sepultó a todo el pueblo chichimeca que lo seguía. Con sus cadáveres se formó el famoso cerro del Muerto que se encuentra al poniente de la ciudad de Aguascalientes.
Enlaces externos
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