- Trastorno específico del lenguaje
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El trastorno específico del lenguaje (TEL; en inglés, specific language impairment) es un trastorno en el lenguaje, caracterizado por la inhabilidad para usarlo. También es comúnmente conocido como disfasia o trastorno específico del desarrollo del lenguaje (TEDL); el término ha ido paulatinamente reemplazando denominaciones más antiguas como: alalia, automudez, sordera verbal congénita, afasia evolutiva y disfasia.[1] No se conocen muy bien las causas, pero podría ser producido por alteraciones cerebrales.
Contenido
Definición del trastorno
La definición más común es una definición por exclusión: es todo inicio retrasado y todo desarrollo enlentecido del lenguaje que no pueda ser puesto en relación con un déficit sensorial, motor, deficiencia mental, trastornos psicopatológicos, privación socioafectiva ni con lesiones cerebrales evidentes.
Sin embargo si lo pensamos más profundamente nos daremos cuenta que este trastorno se puede dar también en personas con problemas de audición o de la motricidad bucofaríngea, en personas con retraso mental, etc. La dificultad en estos casos será demostrar que ambos trastornos no están relacionados.
En cuanto al tema de las lesiones evidentes está muy relacionado con los medios tecnológicos disponibles; cabe esperar que en un futuro se descubran daños cerebrales en casos de TEL considerados hasta ahora como no lesionales
El diagnóstico en el TEL
Normalmente se detecta en la infancia y se diferencia de un retraso simple del lenguaje en que no evoluciona tan rápido y favorablemente como éste. El diagnóstico debe contemplar una evaluación completa de las capacidades cognitivas generales y del lenguaje
En lo referente a la evaluación cognitiva en el TEL es común detectar una discrepancia entre el CI verbal y el CI manipulativo. También suele haber una discrepancia entre la edad mental del sujeto y su edad de desarrollo verbal.
El lenguaje del sujeto deberá valorarse tanto en su modalidad receptiva como expresiva y en los niveles fonológico (sonidos), léxico (vocabulario), morfosintáctico (gramática), semántico (significado)y pragmático (uso) para ver si existe un problema.
También se deben descartar los déficits que excluirían dicho diagnóstico
Clasificación del TEL
La clasificación más utilizada es la de Rapin y Allen que clasifica el TEL en las siguientes categorías:
- Trastornos de vertiente expresiva:
- Dispraxia verbal.
- Incapacidad masiva de fluencia.
- Articulación muy afectada, incluso ausencia completa del habla.
- Comprensión normal o muy próxima a lo normal.
- Trastorno de programación fonológica.
- Habla fluente, pero difícilmente inteligible.
- Comprensión normal o casi normal.
- Dispraxia verbal.
- Trastornos que afectan a comprensión y expresión:
- Déficit mixto receptivo-expresivo o trastorno fonológico-sintáctico .
- Fluidez verbal perturbada.
- Articulación del habla alterada.
- Expresión limitada.
- Sintaxis deficiente, frases cortas, omisión de palabras funcionales, agramatismo.
- Comprensión deficiente en grados diversos, menos que la expresión.
- Agnosia auditivo-verbal o sordera verbal.
- Comprensión del lenguaje oral severamente afectada, incluso ausente.
- Expresión limitada a cortas frases o palabras únicas, o totalmente ausente.
- Articulación alterada.
- Fluidez verbal perturbada.
- Déficit mixto receptivo-expresivo o trastorno fonológico-sintáctico .
- Trastornos del proceso central de tratamiento y formulación:
- Déficit semántico pragmático.
- Habla fluente, a menudo logorreica.
- Articulación normal.
- Estructura gramatical de las frases normal.
- Modos de conversación aberrantes.
- Comprensión deficiente de los enunciados complejos .
- Déficit léxico-sintáctico.
- Habla fluente, con ocasional pseudo-tartamudeo por dificultad de evocación.
- Articulación normal.
- Jerga fluente (en el niño pequeño).
- Sintaxis inmadura, dificultad para formulaciones complejas.
- Deficiente comprensión de enunciados complejos (preguntas abiertas.
- Déficit semántico pragmático.
- Criterios de exclusión/inclusión:
- Nivel auditivo de 25dB en frecuencias conversacionales.
- Indicadores emocionales y cunduactuales normales.
- CI de ejecución superior a 85.
- Sin presencia de signos de alteración neurólogica.
- Destrezas motoras del habla normales.
Pronóstico y tratamiento del TEL
Las personas afectadas por este trastorno presentan dificultades de comunicación que les pueden llevar a desarrollar otro tipo de problemas psicológicos si no se trata a tiempo y debidamente. El diagnóstico es conveniente que lo realice el profesional de audición y lenguaje del centro escolar del niño, para realizar un buen diagnóstico diferencial. La terapia es llevada a cabo por el profesional de audición y lenguaje, el tutor y el orientador de centro. En general las estrategias de intervención en esta patología consisten en aumentar la frecuencia con la que determinados objetivos lingüísticos son presentados al niño, y asegurarse de que tales objetivos aparecen en contextos lingüísticamente no ambiguos
Véase también
Referencias
Categorías:- Educación especial
- Enfermedades neurológicas
- Psicolingüística
- Trastornos de vertiente expresiva:
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