Fred H. Hale, Sr. (Nueva Sharon, Maine, 1 de diciembre de 1890 - Jamesville, Nueva York, 19 de noviembre de 2004) Se volvió el hombre más viejo documentado en los Estados Unidos tras la muerte de John Ingram McMorran en febrero de 2003, y en el mundo tras la muerte de Joan Riudavets en marzo de 2004.

Biografía

En 1890, había sólo cuarenta y tres estrellas en la bandera americana cuando Fred Hale nació en Nueva Sharon, Maine, el 1 de diciembre. Obrero de la postal ferrocarrilera, jubilado y apicultor, Fred Hale se casó en Mooers en 1910, el mismo año en que su nació su primer hijo. Reconocido por el Libro de los Records Guinness de Archivos Mundiales como el chofer autorizado más viejo a los 108 años (se dice que particularmente le irritaban los chóferes lentos), pasados ya varios años, permaneció viviendo en solitario hasta su 103º aniversario. A los 109 años, se trasladó desde Liverpool a Nueva York, sin ningún acompañante, aunque el propósito del viaje, era para estar cercano a su hijo más joven. Unos años después, se mudó de nuevo a Baldwinsville, en Estados Unidos. Su pasatiempo favorito fue el jugar a las cartas, hábito que mantuvo hasta el día de su muerte a los 113 años, y a pesar de las secuelas de las cataratas, que había contraído hacía ya varios años, todavía tenía la visión extraordinariamente buena para un súper centenario. En 2004 él y su hijo volvieron a mudarse a una comunidad del Condado Onondaga en Jamesville, dentro de los límites del pueblo de De Witt, Nueva York. Por entonces, Fred Hale comenzó a llamar la atención de los medios de comunicación, recibida principalmente por ser el Boston más viejo del mundo. Él y su hijo menor viajaron extensivamente después de su 95º aniversario, algo que muchas personas hacen durante todo el transcurso de su vida. Después de esto visitó a su nieto en Japón, realizando varias paradas por Hawaii en el viaje de regreso, donde se aventura a practicar el surf. Después de volverse centenario a finales de 1990, visitó Europa con su hijo mayor, Hale Normando y fue para visitar los sitios donde sirvió su hijo en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial. Fred Hale tenía una familia extensa, fuera encima del país entero. También sobrevivió a su esposa y a tres de sus cinco hijos. De cinco hijos, dos estaban viviendo todavía en el momento de su muerte, Hale Normando, que falleció apenas 45 días después de la muerte de su padre, el 29 de diciembre de 2004, y Fred Hale Jr. Tres de sus hijos lo habían precedido en la muerte, Robert Hale, quien falleció en 1918 durante la epidemia de la influenza, Muriel Hale, que falleció en 1971, y Carrie Hale, que falleció a mediados de 1992. En el momento de su muerte Fred Hale tenía nueve nietos, nueve bisnietos, y once tataranietos. Se le consideró, el hombre más longevo que trabajó en la vía férrea, ya jubilado, también conocido por su trabajo continuo de obrero postal, en Jamesville, EE.UU. El hombre más longevo en jubilarse, empleado gubernamental durante la mayor parte de su vida, así como también el apicultor más viejo registrado, entre otros honores y records. Él relataba a menudo la verdadera historia de historia de sus cacerías de ciervos a la edad de cien años, en Missouri. Fred Hale achacaba su longevidad al polen de abeja y miel que consumía cada día, junto con el ligero trago ocasional de whisky.

Muerte

Falleció a causa de una pulmonía, el 19 de Noviembre de 2004, en Jamesville, Nueva York, apenas 12 días antes de su 114º cumpleaños.