- Ibón
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Ibón es el término en idioma aragonés usado para los pequeños lagos de montaña de origen glaciar[1] situados en los Pirineos, generalmente por encima de los 2.000 metros de altitud. Son, en muchos casos, el origen o nacimiento de los ríos de Aragón.
Etimológicamente, la palabra ibón es un vocablo de origen vasco, relacionada con el vasco "ibai" (río), y servía en su origen para designar a las fuentes cuyas aguas manan a borbotones; cuando el terreno donde se sitúa el manantial forma un vaso, estas aguas dan origen a lagos de mayor o menor tamaño, según las características orográficas del terreno donde se sitúa el manantial.
Están "censados" un total de 197 ibones de muy diferentes tamaños y formas;[2] algunos son utilizados para alimentar pequeñas centrales hidroeléctricas.
Hay ibones encantados, donde, según las leyendas locales, "viven" hadas, como el de Plan. Otros ibones conocidos son los de Anayet, Sabocos, Ip y Estanés.
El agua de los ibones es dulce y una persona se puede bañar en ellos, al igual que puede beber agua de ella si quiere, pero no en masa. Los ibones, han sido objetos de estudio por diferentes asociaciones, determinando que las aguas de los ibones son de gran calidad. Aunque los ibones son lugares muy poco transitados por la gente diariamente, en las diferentes campañas de limpieza de los mismos, se han llenado bolsas de basura grandes en la limpieza de cada uno, siendo latas de conserva, latas de refresco, botellas de plástico grandes de refresco y otros artículos los objetos arrojados a los ibones. Cada año suelen limpiar algunos ibones de estos desperdicios, que impiden el desarrollo de vida y enturbia las aguas del ibon.[3] Otra de las afecciones de origen antrópico de los ibones es la presencia de peces. Esto es debido a que la mayoría de los ibones no tienen conexión directa con los cursos fluviales habitados por la ictiofauna. Los peces que hay en ellos son introducidos por los pescadores, y son depredadores que se alimentan de todo lo que encuentran, fundamentalmente las huevas de los anfibios, las puestas y las nidadas de los invertebrados, desequilibrando el ecosistema acuatico de estos lagos.[4]
El agua de todos los ibones es fría debido al deshielo de las nieves. En todos los ibones, o en casi todos, el agua es más fría del orden de 4ºC. Incluso en agosto, muchos ibones siguen helados y con placas de hielo. La profundidad de los ibones varía por zonas. Hay ibones poco profundos, menores de 0,5 m, y hay ibones que superan los 25 m de profundidad. Como es el caso de los ibones de Sabocos y Tebarray.
Referencias
Enlaces externos
- ZCO-1999. «Los lagos de origen glaciar: nociones básicas». Consultado el 7 abril de 2010.
- ZCO-1999. «Los ibones, islas de agua en medio de un mar de montañas». Consultado el 24 marzo de 2011.
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