Proyectada por Josep Maria Jujol i Gibert y construida entre 1917 y 1923. Vistabella es una pequeña población del municipio de La Secuita, cerca de Tarragona. Este pueblo no disponía de iglesia y sus habitantes acordaron encargar su construcción a Jujol en el año 1917.

Jujol, un hombre muy religioso, aceptó esta propuesta que se pudo llevar a cabo con la financiación de una familia y con aportaciones populares con dinero, jornales, o con otros elementos que la población podía aportar.

La iglesia se construyó con materiales sencillos como piedra del país y ladrillos para la estructura y madera - como el resto de las casas del pueblo -, hierro forjado y otros materiales buscando siempre no tanto el ahorro sino la originalidad y la optimización (diríamos en términos actuales) de los recursos naturales del entorno. Como explica la gente de la población, la simbología de la obra y todos sus rincones están muy premeditats, nada es casual.

En cuanto a la decoración interior - pintura, mobiliario, lámparas, candelabros, elementos de culto, etc. -, También está hecha con elementos muy sencillos - como es común en Jujol - (estos elementos son hoy una fantástica e imaginativa representación del llamado "arte povera" o "Arte Franciscano")

Ventanas de alabastro y cristales decorados con imágenes de santos permiten una atenuación de la iluminación y la creación de un ambiente más recogido.

El edificio está, pues, muy bien adaptado a su entorno natural. Para algunos arquitectos estudiosos de la obra de Jujol, esta iglesia de apariencia rústica, es una de las obras más importantes de Europa en el siglo XX.