- Informe Leuchter
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El Informe Leutcher es el nombre por el cual se conoce a una investigación pericial fraudulenta, realizada en 1988 por el norteamericano Frederick A. (Fred) Leuchter, Jr., que alegaba ser especialista en el diseño y construcción de equipos para ejecución en las cárceles de Estados Unidos aunque posteriormente se demostró que carecía de conocimiento alguno sobre cámaras de gas y fue procesado por ejercer ingeniería sin tener licencia. Este informe fue creado con el propósito de defender judicialmente a Ernst Zündel, enjuiciado por negación del Holocausto.
Para ello, el informe de quien se suponía era un especialista en cámaras de gas, ponía en tela de juicio la existencia de cámaras de gas en Auschwitz I, Auschwitz-Birkenau y Majdanek. El supuesto informe pericial, ya fue en su momento desechado por el tribunal como prueba por la falta de competencia profesional de Leuchter para ejercer el peritaje y fue también desacreditado científicamente por la falta de rigor en la recolección de las muestras y en su análisis. A pesar de todo esto, actualmente usado por los partidarios del negacionismo como una de las pruebas más importantes para respaldar sus afirmaciones.
Contenido
Historia
El famoso negacionista Ernst Zündel contrató a Leuchter en 1988 para que realizara un peritaje sobre las cámaras de gas en Auschwitz, Birkenau y Majdanek, con el fin de utilizar el informe a su favor en uno de los juicios a los que fue sometido en los años 1980 por el cargo de fomentar el odio racial mediante la publicación de panfletos negacionistas. Leuchter aceptó el encargo a cambio de 35 000 dólares y luego de una reunión donde revisó fotografías de campos de concentración durante la guerra, planos de los crematorios y de las cámaras de gas, documentos sobre el Zyklon B y diapositivas tomadas de los sitios por el investigador sueco Ditlieb Felderer, en 1970.
El 25 de febrero de 1988, Fred A. Leuchter viajó a Polonia, junto con su esposa Carolyn, el camarógrafo Jürgen Neumann, el dibujante Howard Miller y la colaboración del intérprete polaco Tjudar (Theodor) Rudolf. Sirviéndose de un martillo y un cincel, extrajeron sin permiso de las cámaras de exterminio y de desinsectación trozos de paredes y del suelo de grosor diverso. Regresaron el 3 de marzo, después de ocho días de permanencia en Polonia para analizar las muestras obtenidas. Las muestras fueron entregadas al laboratorio dirigido por el químico estadounidense James Roth, sin ser informado de dónde procedían, sólo que se trataba de un análisis pericial para un juicio.
El informe químico del laboratorio de Roth determinó que las muestras de argamasa extraídas supuestamente de las cámaras de desinsectación contenían un alto contenido de cianuro y que, en cambio, las extraídas supuestamente de las de exterminio contenían un rastro nulo o ínfimo. A partir de esos resultados, Leuchter escribió un informe de 192 páginas en el que concluía que no habrían existido cámaras de gas para ejecuciones en ninguno de los tres campos y que las cámaras de gas ahí encontradas no podrían haber funcionado nunca para realizar ejecuciones sino que únicamente podrían haber servido para la fumigación de parásitos. Ese informe pretendía entonces dar por demostrada científicamente la inexistencia de las cámaras de exterminio.
Argumentos
La argumentación de Leuchter se basó en los siguientes puntos:
- No están selladas herméticamente, es decir, que continuamente hubiera habido fugas de gas letal. Al realizar una ejecución, el gas hubiese penetrado en el hospital de las SS que estaba enfrente y habría matado a médicos y pacientes.
- Faltan mecanismos de distribución del gas, así como sistemas de calefacción, puesto que para que el Zyklon B pueda volatilizarse dentro de media hora, las cámaras de desinsectación necesitaban calentarse por lo menos a 25 °C.
- No hay suficiente ventilación. Al realizarse una ejecución, no se hubiese podido ventilar con efectividad una cámara para realizar al instante otra ejecución, como afirman los testigos.
- El Zyklon B puede permanecer incluso una semana después de un solo gaseo, en cantidad necesaria para significar un peligro a cualquiera que tuviera acceso a la cámara.
- Las cámaras están construidas cada una en el mismo edificio donde están los crematorios, siendo que el gas Zyklon B es un gas explosivo.
- Las puertas de todas las cámaras de gas, se abren hacia adentro, por lo que los sonderkommando o comandos especiales no habrían podido entrar a la cámara llena de cadáveres para extraerlos.
Considerando erróneamente que el cianuro llega a perdurar durante siglos en argamasa y piedra, los resultados del análisis del Dr. Roth determinaron que:
- Las muestras extraídas de las cámaras de desinsectación contenían una muy elevada cantidad de cianuro y en la mayoría de ellas se encontraron residuos de azul de Prusia en su superficie.
- Las muestras extraídas de las cámaras de exterminio contenían un rastro nulo o ínfimo de cianuro, careciendo la totalidad de éstas de dichos residuos de azul prusiano en su superficie.
Este análisis químico ya había sido repetido dos veces más, la primera, por el Instituto de medicina forense de Cracovia, por solicitud expresa del Museo Auschwitz, y la segunda por el químico alemán Germar Rudolf. Rudolf llegó a las mismas conclusiones que el análisis del Dr. Roth, a quien critica en algunos puntos de menor importancia. Los resultados obtenidos por el Instituto de medicina forense de Cracovia, encontraron en las muestras de las cámaras de exterminio, rastros de cianuro aún más débiles que los encontrados por el Dr. Roth
Sin embargo, con posterioridad, en una entrevista, el Dr. Roth indicó que el cianuro habría formado una capa extremadamente fina en las paredes, de un grosor de la décima parte de un pelo humano. Leuchter había tomado muestras de un grosor indeterminado. No informado de esto, Roth había pulverizado las muestras enteras, diluyendo seriamente la capa de cianuro que contenía cada muestra con una cantidad indeterminada de ladrillo, variando para cada muestra. Para explicarlo, Roth ofrece la analogía de que los resultados eran como fijarse en la madera cuando lo que se necesita es analizar la pintura.
Aunque el testimonio de Leuchter fue aceptado en el juicio de Zündel, el informe fue rechazado por el Tribunal por su ausencia de acreditación profesional. En octubre de 1990, un tribunal de Massachussets procesó criminalmente a Leuchter por ejercer como ingeniero sin tener licencia. Se supo que no solo no tenía licencia, sino que no tenía ningún estudio relacionado con la ingeniería ni ninguna otra acreditación profesional, solo un BA en Historia, que acabó en 1964. Admitió no tener ninguna formación ni experiencia en Toxicología, Biología o Química. Se descubrió también que, aunque tenía cierta experiencia en sillas eléctricas e inyecciones letales, no tenía conocimiento alguno sobre cámaras de gas, tal y como había afirmado antes.
Pese a quedar totalmente desacreditado, el informe tuvo gran difusión entre los negacionistas, que creyeron encontrar el respaldo definitivo de sus creencias. Los científicos y peritos forenses, sin embargo, afirmaron la imposibilidad de detectar cianuro cincuenta años después con su método (los análisis que se hicieron al finalizar la guerra sobre los conductos de ventilación de las cámaras de desinsectación evidenciaban cantidades significativas de cianuro), sobre muestras obtenidas de cámaras que habían sido derruidas por los nazis y parcialmente reconstruidas después por los soviéticos. Leuchter desconocía qué parte había sido reconstruida, por lo que no pudo acreditar si las muestras correspondían a material original de las cámaras de gas.
Véase también
Enlaces externos
- Crítica en Nizkor al Informe Leuchter (en inglés)
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