Juan Nepomuceno Cónsul y Requejo (Oviedo, 5 de noviembre de 1747- Oviedo, 13 de julio de 1807) Hizo sus primeros estudios en Oviedo. La familia Cónsul, de origen francés, se estableció en España a principios del siglo XVIII, cuando el advenimiento de la dinastía borbónica. Era costumbre de esta familia enviar a sus hijos a Francia para ampliar su educación. Allí se encontraba cuando en 1771 falleció su padre, y con Francia mantuvo siempre contactos culturales que le permitieron introducir en Asturias los más modernos métodos aplicables a las artes, oficios, agricultura, etc. y especialmente a las empresas fundadas ya por su padre entre las que se contaba una fábrica de loza en Villar, Siero. A propósito de esta industria, dice Jovellanos en sus Cartas a Ponz, que Cónsul logró establecer en su casa de Villar, concejo de Siero, una fábrica de loza fina en que se trabajan piezas admirables, tanto por su forma como por su color, vidriado o baño". En atención a estos servicios y aficiones fue incorporado en 1782 a la Sociedad Económica de Amigos del País y, bajo los auspicios de ésta, fundó en 1785 la primera escuela de dibujo. Era Cónsul un buen pintor que cultivaba el retrato con especial acierto; fue director de aquel centro y siguió siéndolo después de su reorganización como escuela de bellas artes. Hombre organizador y de vasta cultura, mantuvo amistosas relaciones con Jovellanos, cuyo retrato pintó, y con el obispo Pisador. Fue regidor perpetuo, concejal, y juez noble, alcalde, de Oviedo en 1795. Fue sepultado en la iglesia de san Tirso.

El único varón de sus tres hijos, el ovetense Juan Nepomuceno Cónsul y González del Villar, capitán de artillería envió a Oviedo una carta refiriendo los heroicos hechos del 2 de mayo, en los cuales había tomado parte al lado de Daoíz y Velarde; dicha carta influyó poderosamente en el levantamiento del Principado de Asturias. Cónsul y González del Villar falleció en el segundo sitio de Zaragoza el 20 de febrero de 1809.