Juliana de Cornillon

Santa Juliana de Lieja
Monja, Religiosa y mística Belga promotora de la Fiesta de Corpus Christi.
Nacimiento	1193. Retinnes, Bélgica.
Fallecimiento	5 de abril de 1258. Fosses, Bélgica.
Venerado en	Bélgica
Festividad	5 de abril

Santa Juliana de Lieja (también conocida como Santa Juliana de Cornillón) nació en Retinnes, Lieja, Bélgica en 1193 y falleció en casa de las monjas Cistercienses en Fosses el 5 de abril de 1258. Fue una monja visionaria y un importante miembro del convento de Monte Cornillón. Fue conocida por su santidad, y por promover la introducción del Corpus Christi cuya Fiesta se estableció en 1264 a los 9 años de su muerte por el Papa Urbano IV.

Biografía

Nació en Retinne (comuna de Fléron), pierde a sus padres Henri (Enrique) y Frescende (Frescinda), ricos agricultores, a la edad de 5 años. Fue confiada, junto con su hermana Agnes (Inés), a la leproseria-convento de Mont-Cornillon en Liège (Lieja) para ser educada por las religiosas.Esta leproseria-convento es conocida por un documento de 1176, a la cual se le impuso un reglamento por los burgueses, después de constatar que era pobre en entradas económicas, pero que la situación se mejoró gracias a las donaciones de ciertas personas. Comprendía 4 comunidades: Los hombres enfermos y los hombres sanos, las mujeres enfermas y las mujeres sanas. Las 4 comunidades vivían bajo la dirección de 2 priores, un hombre (sacerdote) y una mujer, en la observancia del celibato, la oración y compartir los bienes, sin poseer una regla religiosa fija. A la edad de 14 años, Juliana fue admitida al convento, recibiendo el velo en 1206. Estudió latín y el francés necesario para leer los Padres de la Iglesia y así logra leer sin dificultad a San Agustín y San Bernardo.

A partir de 1209, tuvo frecuentes visiones místicas. Su atención era particularmente orientada hacia la Santa Eucaristía. Una visión le era particularmente presentada, en la cual veía una luna oscurecida, es decir, resplandeciente, pero incompleta, una banda negra la dividía en 2 partes iguales. Veía en ello que faltaba una fiesta en la Iglesia. La fiesta del Santísimo Sacramento debía ser instituida para reanimar la fe de los fieles y para expiar las faltas cometidas contra este Sacramento. A partir de este período, se presenta la batalla para establecer una fiesta solemne en honor al Santo Sacramento. Fue ayudada por la Beata Eva de Lieja.

En 1222, Juliana fue elegida como priora de Mont Cornillon y continúa los preparativos para la instauración del Corpus Christi, pidiendo consejos a personalidades eminentes de la época, como Jean de Lausanne, canonigo de Saint Martin, Jacques Pantaleon, archidiácono de Lieja y al futuro Papa Urbano IV, Guy obispo de Cambrai, y también brillantes teólogos dominicos, como Hugo de Saint Cher, y otros. La fiesta fue celebrada por primera vez por el príncipe-obispo Robert de Tourote.

Los burgueses de Lieja se opusieron a la fiesta porque significaba un día de descanso mas para la población y ciertos religiosos consideraban que tal fiesta no merecía un presupuesto tan amplio. La oposición a la fiesta se fortalece en 1246, Juliana tuvo que dejar su convento y pasa de monasterio en monasterio. Encuentra refugio en varias abadías cistercienses, pasando por Val Benoît, Huy, Salzinnes. Muere el 5 de abril de 1258 en Fosses-la-Ville, entre Sambre y Meuse, y fue inhumada en la abadía cisterciense de Villers-La-Ville.

Si bien no se ha demostrado que perteneció a la Orden de San Agustín, su memoria permanece en gran veneración en la Orden del Cister, tanto por el apoyo que los padres del Cister le dieron para llevar a cabo su misión, como por su devoción a San Bernardo, del cual meditaba sus sermones sobre el Cantar de los Cantares, al punto de sabérselo casi de memoria.

Bajo su impulso, la Fiesta de la Eucaristía (Corpus Christi) fue introducido en Europa, primero en 1246 en la diócesis de Lieja, después el Papa Urbano IV instituyó la fiesta a la Iglesia Universal con la Bula "Transiturus de hoc mundo" el 11 de agosto de 1264. Esta fiesta no fue reconocida en todas las iglesias latinas hasta el tiempo de Clemente V, durante el concilio ecuménico de Vienne 1311 se renovó la constitución de Urbano IV.