- Alimentos orgánicos
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Los alimentos orgánicos son aquellos productos agrícolas o agroindustriales que se producen bajo un conjunto de procedimientos denominados "orgánicos". Estos procedimientos tienen como objetivo principal la obtención de alimentos sin aditivos químicos ni sustancias de origen sintético y una mayor protección del medio ambiente por medio del uso de técnicas no contaminantes.
Según definió la FAO en 1999, “lo que distingue a la agricultura orgánica es que están prohibidos casi todos los insumos sintéticos y es obligatoria la rotación de cultivos para fortalecer el suelo. Las reglas básicas de la producción orgánica son que están permitidos los insumos naturales y prohibidos los insumos sintéticos”.
Contenido
Etiquetado ecológico
En la Unión Europea las denominaciones orgánico, ecológico y biológico para los productos agrícolas y ganaderos destinados a la alimentación humana o animal se consideran sinónimos y su uso está protegido y regulado por los Reglamentos Comunitarios 834/2007 y 889/2008. Los prefijos eco y bio también están protegidos y regulados así mismo en todos los idiomas de la Unión. En cada país hay costumbre de usar uno u otro término. Por ejemplo, en España está más extendido el uso de ecológico, en Portugal y Francia se usa más el término biológico (en francés biologique), mientras que en el Reino Unido se utiliza más orgánico (organic en inglés).
Los productores de alimentos orgánicos procuran que sus productos estén libres de agroquímicos y no se pueden utilizar para su producción semilla o plantas transgénicas.
Los cultivos orgánicos son fertilizados preferentemente mediante la elaboración de compostas con la finalidad de volver a dar al suelo los nutrientes que entrega a través de los alimentos. Entre los métodos agrícolas tradicionales utilizados están el sistema de terrazas o de barreras naturales para evitar la erosión de los suelos. Pueden además presentar otras cualidades como un empaquetado ecológico para su disposición al consumidor final.
Controversia
Los alimentos orgánicos están en pleno auge ya que los métodos agrícolas masivos que se utilizan en la agricultura industrial han sido señalados por el movimiento ecologista por su insostenibilidad ambiental y por la exposición de los alimentos a pesticidas tóxicos.
A pesar de ello, actualmente no existe suficiente evidencia científica para afirmar que el consumo de productos biologicos repercuta en un mayor beneficio para la salud. Una importante revisión de estudios científicos certificada por la Food Standard Agency y publicada en el American Journal of Clinical Nutrition ha llegado a la conclusión de que no existen diferencias nutricionales significativas para la salud entre alimentos "bio" y alimentos clásicos[1]
Sin embargo, no existen suficientes estudios de calidad para poder concluir los efectos a largo plazo sobre la salud de los consumidores.[2] Las dosis de pesticidas y/o plagicidas presentes en los productos "no orgánicos" son ínfimos y las repercusiones sobre el organismo dificiles de evaluar.
Se señalan a menudo beneficios de tipo ambiental, un mayor favorecimiento de pequeños productores locales (típicamente principales productores de la agricultura biológica) y de evitar la manipulación de productos químicos peligrosos por parte de los agricultores (la exposición crónica y/o a altas concentraciones de ciertos pesticidas puede ocasionar daños del sistema nervioso, riñones, hígado y cerebro.[3]
Productos orgánicos en España
Según el estudio de Consumo de productos ecológicos del Ministerio de Medio Ambiente es importante destacar que en España se tiene un desarrollo lento pero sin pausa de la agricultura ecológica. El crecimiento es mayor en lo que respecta a la producción que en lo correspondiente al consumo, pues actualmente se está exportando casi el 70% de la producción y tan sólo el 30% se utiliza en el consumo interno. ¿Cómo es el consumo interno en España? El 64,1% de los participantes en el estudio afirma haber consumido o consumir con regularidad productos ecológicos, frente al no del 35,9%. Es un dato bastante alentador, pero hay que fijarse en el dato de que no distingue al que es consumidor habitual, del que lo ha sido sólo una vez o de forma esporádica. Cuando se trata el tema de la compra de dichos productos es mayor el porcentaje de los que dicen tener dificultad para acceder a este tipo de productos. La mayoría, el 31,4% lo adquiere en grandes supermercados y en tiendas especializadas. Lo anterior respecto a los consumidores, ¿pero y los vendedores? Aquí la situación cambia y es mayor la cifra de los que no venden productos ecológicos en sus comercios, 54,6%, frente al 45,4% que sí los vende; volvemos a situarnos en el dato de que la exportación es mayor que el consumo interno. (Fuente, Consejería de Agricultura y Pesca, Junta de Andalucía).
Los productos resultantes de la agricultura o ganadería biológica, orgánica o ecológica, española son destinados casi en su totalidad a la exportación. El consumo español solo abarca alrededor del 2% de la producción, mientras que el resto se destina a Francia, Suiza, Suecia, Reino Unido, Dinamarca o Alemania. Además se están abriendo nuevos horizontes en Asia y América. Por esta razón, los expertos consideran a nuestro país como de los que menor productividad ecológica tiene.
La producción, distribución y venta de alimentos ecológicos vienen a dar respuesta a los consumidores y a la cada vez mayor atención que se presta a la alimentación. La innecesaria ingestión de químicos, producto de las explotaciones agrícolas y ganaderas son nocivos para la salud y deterioran el medio ambiente. Los alimentos ecológicos, orgánicos o biológicos son aquellos alimentos y bebidas producidos sin el empleo de productos químicos en ninguna de sus fases de elaboración. Actualmente, los consumidores tienen la garantía de que los alimentos naturales que compran son realmente ecológicos y saludables ya que todos vienen certificados por los organismos correspondientes. Estos proporcionan además un aporte nutricional más completo que los convencionales y sus efectos en el organismo siempre serán positivos, debido principalmente a que no han sido tratados con productos químicos. Contienen entre un 40% y un 60% más de vitaminas y minerales que los productos convencionales y menos porcentaje de agua, por lo que aportan más resistencia ante las enfermedades. Se conservan mejor que los tradicionales y poseen un contenido en nutrientes muy superior al de los productos convencionales. Sin embargo, debemos hacer un apunte. La parte negativa se encuentra en el precio de venta de los alimentos ecológicos. Éstos son más elevados que los convencionales, a pesar de que en los últimos años han reducido su precio por el aumento de la demanda. La variedad de alimentos ecológico es muy grande pasa por la agricultura, ganadería y pesca. Los consumidores bien informados aceptan este mayor precio de venta ya que realmente obtienen productos saludables de mucha mejor calidad. También es cierto que algunos productos, sobre todo vegetales, no tienen un aspecto tan bonito como los tradicionales pero a cambio si tienen un color mucho más puro. Los alimentos ecológicos hacen recuperar el verdadero aroma y sabor de las comidas y bebidas. Dentro del ámbito nacional y respecto al consumo de alimentos ecológicos debemos recordar que España cuenta con un desarrollo lento pero continuo. Un dato importante es que el crecimiento es mayor en lo correspondiente al consumo, por lo que se deben plantear las iniciativas pertinentes por parte de las autoridades para que al menos este balance sea equitativa y no se produzcan excedentes. Actualmente sólo un 30% de la producción nacional se utiliza en el consumo interno, 70% restante se comercializa fuera de las fronteras.
En el año 2005 al igual que en el 2007 el Ministerio de Agricultura y Pesca llevó a cabo dos monográficos dedicados a conocer a fondo el calado en la población de los productos ecológicos. (El consumo de productos ecológicos, 2006)En ellos podemos observar cómo se hace un análisis pormenorizado sobre el consumo de estos alimentos y su repercusión en el ámbito económico y social de la población. Del estudio se concluye algunas determinaciones que son muy útiles para conocer el nicho de productividad y comercialización que supone este sector en España. Aspectos como la edad, la situación geográfica o el poder adquisitivo modelan claramente la curva de consumo de estos productos en las diferentes regiones. Si nos centramos en el consumo y aceptación de estos productos dentro de nuestra comunidad autónoma, podemos ver un estudio realizado en 2007 por la Junta de Andalucía donde ya se observa la buena acogida de estos alimentos en la comunidad. De dicho análisis se desprenden datos tan positivos como que Andalucía roza el 15% europeo de consumo de productos ecológicos.
Andalucía cuenta ya con una amplia oferta de productos ecológicos. Se trata de un nicho de mercado aún muy novedoso, pero en pocos años ha experimentado un crecimiento importante. Son ya aproximadamente 70 empresas las que se dedican a la producción o distribución y venta de estos productos en la comunidad, concentrándose un total de 14 en la provincia de Sevilla.
En cuanto a la industria de productos ecológicos, está creciendo a un ritmo muy importante en los últimos años, siendo en mayor medida la dedicada a productos vegetales con unos 1.700 establecimientos y unos 280 para producción de derivados de la ganadería. En la actualidad estamos asistiendo a un momento en el que los alimentos ecológicos viven uno de sus momentos más importantes. Según un artículo publicado en el diario La Razón (http://www.larazon.es/noticia/128-consolidacion-de-la-agricultura-ecologica-en-espana) el pasado día 18 de Mayo, la agricultura ecológica ha experimentado durante el pasado año un crecimiento importante, tanto en superficie como en número de operadores. Sin embargo, debemos tener en cuenta que hay un aspecto que frena en ocasiones su evolución y rentabilidad en el mercado. Ni su producción ni comercialización amplían su arco de distribución y por tanto tampoco su beneficio con respecto a otros años. Esto, muy probablemente se deba a dos motivos primordiales:
- En primer lugar, algunos núcleos de población pequeños los productos ecológicos se venden en el mercado de cooperativas, no salen al mercado nacional. Esto establece un muro que cierra las puertas a un abastecimiento de mayor grado y por tato de mayor intensidad que ayudaría a una mayor proporción de ecológico respecto al total de productos que se compran.
- En segundo lugar, la exportación de muchos de sus alimentos. Esto ocasiona que España y en especial Andalucía no disponga de todos los productos que en sus huertas o ganaderías ecológicas se cultivan o, en su defecto, se crían o pescan.
Véase también
- Agricultura ecológica
- Agroecología
- Lote vegetariano
- Ferias de productos ecológicos
- Mercado de productores
- Mercado rural
- Manejo integrado de plagas
Notas
Enlaces externos
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