La mère

Es una historia cuyo origen se remonta a las cofradías artesanales del oscurantismo. Está basada en una tradición familiar y folclórica dentro de las corporaciones constructoras de las grandes catedrales de la Europa medieval, de la cual deriva su nombre, la mère. En dicha historia o leyenda se vincula a una joven cuya familia ostentaba un cargo de suma importancia dentro de los gremios artesanales, con el último Gran Maestre de los Caballeros Templarios. La historia sigue presente en asociaciones muy herméticas de albañilería propias del continente europeo y en sectores muy secretos y ortodoxos de la Francmasonería, en los cuales se especula se ha mantenido escondida ante los ojos del mundo por siete siglos la Orden de los Caballeros Templarios. La leyenda cuenta que después del arresto de los líderes templarios, la madrugada del 13 de octubre del año 1307, un maestro albañil de París envió a su hija mayor a la Torre del Temple, prisión de los Templarios en París, para hacerle saber al Gran Maestro de la Orden que el gremio de París haría todo lo posible por ayudarlos en momentos tan difíciles. El argumento tiene sentido histórico, ya que se sabe que dentro del Barrio del Temple moraban albañiles que trabajaban directamente con los Templarios en la edificación de grandes recintos religiosos o propios de la Orden. Al estar el Temple en crisis la mano de obra artesanal se vería afectada por los intereses del rey francés y del papado, el cual se había negado en muchas ocasiones a dar la bendición a estas organizaciones, lo que actualmente se traduciría como la autorización para laborar, motivo por el cual estas compañías se vieron acogidas y protegidas por los Templarios.

Estudios arqueológicos recientes^{[cita requerida]} han demostrado que el Temple y los gremios artesanales de la Edad Media tenían en común rituales de iniciación y diversos tipos de simbología que se cree fueron adquiridos por los Templarios durante su estancia en diversas regiones de la tierra, como lo son: Tierra Santa, la Península Ibérica, el norte de África y el norte de la Gran Bretaña.

La historia se extiende por siete años en los que la mujer se desenvuelve como sirvienta dentro del Palacio del Temple, prisión de los Caballeros Templarios, para comunicar información confidencial entre Jacques de Molay y los gremios artesanales con el fin de auxiliar a Templarios que se encuentran siendo perseguidos en distintos reinos. La narrativa culmina con la muerte del Gran Maestre en la hoguera siendo presenciada por la mujer, Pierre d'Aumont, Maestre del Temple en la región de Auvergne y ocho Templarios más que encubiertos como obreros juraron vengar la muerte de sus compañeros y restaurar al Temple eternizando una venganza derivada del nuevo odio hacia la tiranía de los monarcas y el poder de la iglesia a la que tanto habían servido y ahora veían como enemiga. A este hecho se le conoció como los desertores de Escocia, debido a que Pierre d'Aumont y los ocho Templarios ya mencionados partieron a Escocia en donde pelearon ante los ingleses por la libertad de este país en manos del rey Roberto I, quien los recompensó dándoles protección y creando la Orden de San Andrés del Cardo, de la cual se presume derivó la Francmasonería.