- Laísmo
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El laísmo es el uso de los pronombres personales "la" y "las" en función de objeto indirecto para referentes del género femenino en lugar de las formas estándar "le" y "les". En ciertos dialectos del español el laísmo es un fenómeno extendido.
Contenido
Uso normativo
La lengua castellana mantiene la antigua declinación latina y uso de los casos latinos en los pronombres personales y la evolución de la lengua castellana tiende a la eliminación total de los casos latinos, reflejo que tenemos en la tendencia a suprimir la diferencia de funciones entre el complemento directo y complemento indirecto por medio del género.
Esto se traduce en el uso de "la" y "las" en función de complemento (objeto) indirecto; cuando el referente es femenino en vez de "le" y "les".
Cuando un "laísta" dice: La pegué, un no "laísta" entiende que "la cosa" referida fue pegada (con un adhesivo) y no "golpeada", que es lo que el "laísta" quería decir.[1]
El "le" indirecto es ambiguo; para quitar la ambigüedad utilizamos un segundo pronombre con preposición: Dale un beso, a ella (a él).
La Real Academia de la Lengua Española condenó el laísmo en 1796.
Variedades laístas
- El laísmo es frecuente en el dialecto madrileño: A ella, la dolía la cabeza (en lugar de: A ella, le dolía la cabeza) o A ella, la dije que se fuera al cine (en lugar de: A ella, le dije que se fuera al cine).
- El laísmo también es frecuente en Castilla y León, sobre todo en la provincia de Palencia. Asimismo es utilizado en Santander capital y sus alrededores.
Notas
Véase también
Categoría:- Gramática española
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