- Monismo
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Reciben el nombre de monismo todas aquellas posturas filosóficas que sostienen que el universo está constituido por un solo arjé o sustancia primaria. Así, según los monismos materialistas, todo se reduce, en última instancia, a materia, mientras que para los espiritualistas o para el idealismo (especialmente, el idealismo hegeliano), ese principio único sería el espíritu.
Como ejemplo de esta teoría citamos a los antiguos filósofos hindúes, para ellos lo observado por los sentidos y las relaciones de causalidad cotidianas son una ilusión, solo hay una realidad: Dios.[1] Por tanto, Dios será esa causa primera que explica el resto del universo. Para los filósofos monistas materialistas contemporáneos la materia formada en la Gran Explosión dio lugar al universo y solo esta materia explica la realidad.
Filósofos monistas son Tales de Mileto, Parménides, Heráclito, Anaximandro, Anaxímenes, Demócrito, Spinoza, Berkeley, Leibniz, Hume, Hegel..
La contribución más conocida de Leibniz a la metafísica es su teoría de las "mónadas", tal como la expuso en la Monadologie. Las mónadas son al ámbito metafísico lo que los átomos son al ámbito físico/fenoménico; las mónadas son los elementos últimos conformadores del universo. Son "formas sustanciales del ser", con las siguientes propiedades: son eternas, indescomponibles, individuales, sujetas a sus propias leyes, no-interactivas, y cada una es un reflejo de todo el universo en su armonía preestablecida.
El monismo neutral es una teoría filosófica que predica que la sustancia básica no es ni física ni mental sino que puede ser reducida a una misma materia neutra cuya naturaleza no sería ni física ni mental. El monismo neutro fue introducido en el siglo XVII por el filósofo judío-holandés Spinoza. En la actualidad una versión de esta teoría ha sido desarrollada por el filósofo americano Donald Davidson.
El materialismo tradicional, una variedad de monismo, considera que la sustancia primaria es material y física.
El idealismo es una forma de monismo filosófico que sostiene que el principio básico del universo es espiritual.
Explicaciones monistas
Los planteamientos monistas, al contrario que los dualistas, consideran que el ser humano es una única realidad, que es unitario, negando así la existencia de la mente como realidad distinta del cerebro.
El monismo materialista
Demócrito (cuyo principio constitutivo del universo, o argé, era el átomo) sostenía que toda realidad es un compuesto material fruto de la unión de átomos. Por eso el ser humano es puramente materia, y por tanto no existe inmortalidad del alma. El materialismo de Demócrito se fortalece a lo largo de los siglos XVII al XIX y XX, a través de filósofos como D`Holbach, Diderot y La Mettrie, que escribió el Hombre Máquina. Para él, el alma es una parte material del cuerpo identificada con el cerebro. Así, somos máquinas muy complejas que no necesitan dirección externa(alma) para realizar sus funciones. El materialismo mecanicista de La Mettrie fue sustituido en el siglo XIX por los de Marx y Darwin. Dentro del monismo materialista, se distinguen varias posturas como el conductismo y el reduccionismo fisicalista.
El monismo espiritualista
Opuesto al anterior, afirma que todo lo real es mental, es decir, todo lo que existe es la percepción de tu mente. No existe materia, sino que es fruto de tu imaginación. El ser humano es concebido como una mente que se percibe y percibe a lo otro. En palabras de Berkeley, “esse est percipi” (ser es ser percibido), es decir, la realidad consiste en percibir o ser percibido. Solo existe una única realidad espiritual. Así no tiene sentido afirmar la independencia de cuerpo o materia, puesto que todo es nuestra percepción.
Como ejemplo particular se puede tomar el monismo idealista Hegeliano que, partiendo de la historicidad del ser, se sostiene en que el ser de la realidad objetiva es el no-ser: solo existe de manera ideal (en el sentido de que solo existe en la idea) y es esta la realidad. A su vez la tensión permanente entre el ser y el no-ser (en este caso entre lo ideal y lo real) es lo que da pie al desarrollo dialéctico del espíritu humano (en el sentido alemán del concepto).
Una aplicación concreta del análisis de la dialéctica idealista es el caso del desarrollo histórico del lenguaje, como unidad de la lengua y el habla. Aquí se observa que la lengua es ideal y general, mientras que el habla, su práctica, es completamente particular; es más: el habla es un conjunto de realizaciones concretas de su idealidad. Sin embargo, la tensión entre la lengua y el habla, como ejemplo del ser y no-ser, lleva a su desarrollo histórico y transformación de tanto de la idealidad de la lengua como de la práctica del habla. Siguiendo este patrón es que podemos entender la transformación del latín a cada una de las lenguas romances.
El monismo intermedioSpinoza (1632-1677) propone una solución neutral. Spinoza no admite el dualismo cartesiano de las dos sustancias (material y espiritual). Para él , estamos compuestos por una sola sustancia que es Dios, de la cual solo conocemos dos atributos, la extensión y el pensamiento. Son dos atributos de la misma realidad, de modo que el monismo intermedio considera que hay una única sustancia de la cual solo conocemos dos atributos. Entonces cuerpo y mente son dos aspectos de una misma cosa, y por eso, ya no es necesario plantear el problema de su interacción.
Notas
- ↑ La doctrina vedántica de que el mundo es "del material del arte" (mâyâ-maya) no es una doctrina de la "ilusión", sino que distingue meramente entre la realidad relativa del artefacto y la realidad mayor del Artífice en quien subsiste el paradigma.
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