Orfeón Cántabro

Orfeón Cántabro fundado originalmente con el nombre de Orfeón Cantabria a finales del siglo XIX por el músico Adolfo Wünsch, se convirtió pronto en uno de los grupos corales más representativos de Cantabria. Entre sus logros más importantes está el haber organizado la conocida "Fiesta Montañesa" considerada como un hito importante en la recuperación del folklore en Cantabria.

Tras la muerte de su director, la agrupación cesa en su actividad hasta que por iniciativa de su hijo, Vicente Wünsch y de otros coralistas el proyecto vuelve a ponerse en marcha a principios de la década de 1920. Contratan al músico vasco Ramón Sáez de Adana, quien acababa de instalarse a vivir en Santander como director de la Banda Municipal. Adoptan el nombre de Sociedad Coral de Santander, y pronto serán conocidos por toda la geografía cántabra e incluso fuera de nuestras fronteras.

Dieron conciertos por toda Cantabria, ganaron prestigiosos concursos en Madrid y Valladolid, fueron portada de el periódico ABC y grabaron varios discos,entre otros logros, hasta que la guerra civil paralizó por completo su actividad.

A pesar de que tras el fin de la contienda se reanudaron los ensayos, la actividad de la coral durante los primeros años de la década de los 40 fue escasa. Los últimos grandes éxitos vinieron de los primeros premios en concursos nacionales en 1946 y 1949. Durante la década de los 50 la avanzada edad de su director y el deterioro de su salud provocó prácticamente el cese de su actividad. Ramón Saez de Adana murió en septiembre de 1958. Su funeral fue cantado por la coral así como conciertos homenaje posteriores hasta que en 1963 lo hace ya con el nombre de Orfeón Cántabro. Este fue fundado principalmente por antiguos coralistas de la extinta Coral de Santander, ecabezados por Agustín Latierro, su primer director.

Desde entonces distintos directores han ocupado su batuta, como Francisco Vázquez Turuseta y pricipalmente el Padre Ibarbia así como Jose Luis Tavera con los que se consiguió numerosos éxitos a finales de los 60, los 70 y principios de los 80, sucediéndoles Luz Pardo, Julio Jaurena, Antonio Noguera, Mariano Rodríguez Saturio y en la actualidad César Vinagrero.