Pedro Pérez de la Sala (Oviedo, 29 de abril de 1827- Madrid, 14 de marzo de 1908). Ilustre Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos.

Biografía

De familia oriunda de Gijón, pero avencidada en Oviedo desde medio siglo antes, cuando menos. Estudió en el Instituto gijonés de 1841 a 1844 y en 1850 concluyó en Madrid la carrera de ingeniero, siendo destinado a Asturias, en cuyo distrito estuvo casi ininterrumpidamente hasta 1859.

En 1859 recibió el nombramiento de profesor de la escuela de caminos, y aunque desempeñó temporalmente importantes cargos en el ministerio de Fomento, así como el de ingeniero-jefe del distrito de Asturias, ya no dejó, sino por breves lapsos, el profesorado de la escuela, en la que explicó diversas asignaturas, y de la cual fue director once años seguidos a partir de 1884.

Era inspector general de primera cuando fue jubilado en 1896; pero todavía ejerció después importantes cargos con carácter interino, entre ellos el de ingeniero-jefe de Obras Públicas de Oviedo, en el que cesó en 1902 para hacerse cargo nuevamente de la dirección de la escuela de ingenieros, en cuyo puesto permaneció hasta su muerte.

Tuvo siempre un gran interés por Asturias y por todo lo que redundara en su beneficio, dirigiendo importantes obras de carreteras y puertos, así como la canalización de la ría de Avilés. A Pérez de la Sala se debe también el primer proyecto de encauzamiento del río Nalón, desde las inmediaciones de Pravia hasta la desembocadura, proyecto realizado en 1868. Pero lo que más le distinguió ante Oviedo fue el haber levantado, en menos de un año, los planos y proyectos de abastecimiento de aguas, que entregó al municipio el 24 de abril de 1864. Aquel proyecto se divide en tres partes: la primera contiene los planos perfectamente marcados y diseñados y hechos con tanta claridad, que pueden estar al alcance de los más incompetentes. La segunda la forman los presupuestos o importe de gastos de la obra; y la tercera, es una memoria luminosa, descriptiva y científica, en la que se consignan y exponen con detalle, cuantas razones y datos son necesarios para la inteligencia y conocimiento de las obras. El proyecto más importante comprende el aprovechamiento racional de los manantiales de Fitoria y Boo -que deficientemente ya venían utilizándose a través del acueducto de los Pilares- más los de Lillo y Ules, conducidos todos por una sola cañería, con abandono del antiguo acueducto. La obra más costosa, novecientos mil reales, se refiere a la construcción del depósito en el barrio del Fresno, depósito que, sin embargo, se consideró de absoluta necesidad, toda vez que permitiría aprovechar al máximo el caudal de aquellos manantiales, lo que bastaría para surtir a la población, "aunque creciera hasta el número de veinte mil almas".

El acierto y generosidad de Pérez de la Sala no se limitó al estudio y confección del proyecto, sino que dirigió personalmente las obras hasta su conclusión en 1875, año en que siendo alcalde de Oviedo José Longoria de Carvajal, se inauguró la traída de aguas en el día de San Mateo (fiestas patronales de Oviedo).

El 18 de junio de 1883, el Ayuntamiento de Oviedo acordó que se diese "a la calle del Fresno, desde la esquina de la finca del sr. Roel hasta la última casa del grupo que tenía aquel nombre, el de calle de Pérez de la Sala, como expresión de reconocimiento a los servicios gratuitos prestados al pueblo por su excelente hijo y notable ingeniero que lleva dichos apellidos".

Hombre de ideas liberales, se presentó por Oviedo a las elecciones para diputados a Cortes del periodo revolucionario 1869-71, y aunque no fue elegido, obtuvo la representación deseada, por haber renunciado a ella el triunfante José Posada Herrera.

Había colaborado enperiódicos y revistas sobre asuntos heterogéneos, pero, especialmente, tuvo inclinación por los temas castrenses, aparte de los de su profesión que aparecían frecuentemente en la "Revista de Obras Públicas". Los siguientes títulos de algunas de sus publicaciones, reflejan también las citadas inclinaciones: Tratado de las construcciones en el mar, arreglado al programa de la Escuela de Caminos, Canales y Puertos (Madrid, 1871); La guerra en Italia de 1859 (1873); Apuntes sobre la abolición de las quintas y reemplazo del ejército con voluntarios (Madrid, 1873); o bien, la titulada: Fórmulas para el cálculo de las lentes y prismas reflectores usados en los aparatos de faros (Madrid, 1880).

Desempeñaba de forma interina la dirección de la Escuela de Caminos, cuando falleció.