Las remesas Familiares son cantidades de dinero enviadas por emigrantes a sus países de origen. Las cantidades anuales de dinero son tan inmensas que en algunos países han desplazado a las exportaciones tradicionales como la principal fuente de ingresos de la economía nacional. Las remesas que Latinoamérica y el Caribe reciben de sus ciudadanos que trabajan en el exterior disminuirían de manera considerable este año, reduciendo una fuente crucial de ingresos para muchas familias en la región. Después de una década de crecimiento, las remesas a América Latina y el Caribe empezaron a desacelerarse en 2008, según el Banco Interamericano de Desarrollo, a medida que países como Estados Unidos, España y Japón, entraban en recesión. El año pasado, los trabajadores migrantes —que son el salvavidas de millones de familias en América Latina y el Caribe— enviaron a sus países una cifra récord de US$69.200 millones, casi 1% más que en 2007. Brasil y Perú tienen una población significativa en Japón y Europa acoge a muchos migrantes andinos. Las remesas empezaron a mostrar el impacto de la recesión sobre las ganancias de los trabajadores a finales de 2008. Después de un tercer trimestre sin variación, en el cuarto trimestre el dinero que enviaron a casa disminuyó un 2% en relación con el mismo trimestre de año 2007. En circunstancias adversas. los migrantes han demostrado que se adaptan a condiciones severas dice Moreno, el presidente del BID. Cambian de empleo, trabajan largas horas, reducen sus gastos, se mudan y hasta hacen uso de sus ahorros para seguir mandando dinero a sus familias. Volver a su país de origen generalmente es la última opción.

Las remesas pueden ser negociadas y al cobro. las primeras son consignadas inmediatamente en la cuenta corriente del receptor. Las segunda son consignadas conforme al proceso normal de manejo de cheques. ^[1]

Efectos de las remesas

Ha sido tal la cantidad de dinero, que los bancos nacionales han establecido agencias en diversas ciudades de Estados Unidos para captar esta forma de negocio abierto por los inmigrantes.

Incluso los gobiernos han comenzado a movilizarse para aprovechar el nacionalismo todavía vigente en las personas originarias, ofreciendo una especie de facilidades de co-inversión en obras de tipo social, y trasladando las soluciones pendientes a una parte de contribución de los ahora emigrantes.

Las remesas en su conjunto resultantes de ser la contraparte social que existe al fenómeno de la Mara que son formadas en su mayoría por los deportados desde los países a los cuales emigran y no consiguen obtener el éxito económico o laboral necesario que les permita enviar remesas.

Una proporción significativa de las remesas es usada para necesidades diarias, lo que hace temer que el declive añada presión sobre las redes de seguridad social y disminuya la inversión en medidas que ayudan a la gente a salir de la pobreza. Cuando las remesas menguan, "las familias gastan menos en salud y educación, porque la comida, la ropa y el techo son prioridades", dice Robert Meins, un especialista en remesas en el BID.^[2] Las remesas son potentes herramientas económicas que pueden ser explotadas para el desarrollo de los países receptores de las mismas.

Enlaces de Interes

• Fondo Multilateral de Inversiones
• Centro de investigación Remesas.org