Renato González Moraga, nacido en Constitución el 5 de octubre de 1903 y fallecido en Santiago el 8 de junio de 1989, es el primer gran periodista deportivo en la historia de Chile. También fue conocido con los seudónimos de Pancho Alsina y Míster Huifa. Considerado un maestro por distintas generaciones de periodistas, se destacó ampliamente por su labor en la prensa escrita, donde sus crónicas y columnas de opinión siempre fueron aclamadas por su contenido y su sello personal. Logró más de cincuenta distinciones, entre ellas el Premio Nacional de Periodismo Deportivo en 1969 y la calidad de Hijo Ilustre de Constitución. Entre Suiza 1954 y España 1982, asistió a siete mundiales de fútbol.

Contenido 1 Primeros años 2 Radio y televisión 3 Especialidades 4 Frases 5 Controversias 6 Homenajes 7 Curiosidades

Primeros años

Hijo de un contratista de Ferrocarriles, González vivió en Constitución hasta su adolescencia. Luego su familia se trasladó a Santiago, donde cursó sus estudios secundarios en el Liceo Miguel Luis Amunátegui. Posteriormente entró a Medicina en la Universidad de Chile, pero, según él mismo confesaría más tarde, lo echaron porque no le iba bien. Luego se inscribió en la misma Casa de Bello para estudiar Dentística (Odontología), en la cual le faltaba poco para titularse cuando murió su padre, el año 1924, así que no pudo terminar. Entonces tuvo varios trabajos ocasionales hasta que un día cualquiera de 1928 acompañó a un amigo periodista a una velada de boxeo. Allí, desde su butaca, se dedicó a opinar y recriminar libremente a los púgiles, sin darse cuenta que desde cerca lo escuchaba Byron Gigoux, director de Las Últimas Noticias, quien al presentarse le dijo: "¿Quiere trabajar conmigo?".^[1] De este modo empezó a escribir sus primeras columnas, bajo el nombre de Míster Huifa, personaje que logró moldear el deporte chileno desde una mirada crítica y coloquial. Su primer seudónimo, el más conocido, fue una idea del dibujante Victorino (Víctor Bianchi)cuando tuvo que firmar su primera columna. "Pónle Míster Huifa, así le ponemos a cualquier cosa que nadie quiere reconocer", le dijo.

Radio y televisión

Aunque su fuerte fue el periodismo escrito, Míster Huifa también fue reconocido por su labor como comentarista deportivo en diversas radioemisoras, especialmente a través de las ondas de El Mercurio, Cooperativa, Siam, Prat, Corporación, Minería, Agricultura y Sol de Lima. Luego de su muerte, en junio de 1989, la caseta de transmisiones de la radio Cooperativa pasó a llamarse Caseta Renato González / Míster Huifa. Además incursionó en televisión, en las pantallas de Televisión Nacional de Chile y las dos estaciones de la Pontificia Universidad Católica (Canal 13 y Canal 4-5 de Valparaíso).

Especialidades

Enamorado del boxeo, deporte que alguna vez intentó practicar en su juventud y por el cual se ganó un puesto en el periodismo, también se especializó en ciclismo y fútbol. Se identificó con las disciplinas más populares y decía, por el contrario, que no le agradaban demasiado los deportes de elite. El tenis lo cansaba porque se le perdía la pelota. Fue él quien, allá por los años 40, bautizó a Fernandito como el "Eximio". En su época también fue amigo personal de Arturo Godoy, quien cuando era consultado sobre su trayectoria y sus peleas en el extranjero siempre pedía que todo se lo preguntaran a Renato González. "Él sabe mejor mi propia historia que yo", decía. Publicó "El boxeo en Chile" en 1973, un libro de noventa y cuatro páginas en que repasa someramente la historia de los puños desde sus comienzos hasta ese año.

Frases

"Pasan los años y uno va comprendiendo -a veces se demora bastante- que la vida es una cadena de renuncias. Uno tal vez no se da cuenta, pero es así. ¡Qué lindo era galopar alegremente por las alamedas de mi tierra sureña! Pero nunca supe cuándo fue necesario renunciar a todo eso. A los paseos en carreta a los fundos vecinos, a las trillas con yeguas, a las topeaduras, a las carreras a la chilena. Meterse en las ciudades, olvidar las noches campesinas, llenas de estrellas. Y en las ciudades no hay estrellas, el cielo es negro y mal agestado".^[2]

"La Copa Libertadores ha servido, pues, para exaltar mediocridades, antifútbol, para crear disturbios, para encender en los públicos las más bajas pasiones. No ha conseguido servir de puente de amistad entre los pueblos, sino todo lo contrario. Ni fútbol ni relaciones entre países hermanos. No tiene que seguir existiendo, pues".

"No me gustan los deportes caros; me siento cómodo con la chusma. No soy de la elite".^[3]

"¿Si fuera profesor? Lo primero que haría sería renunciar, porque no le puedo enseñar nada a nadie".^[4]

Controversias

Pese a reunir méritos de sobra, el Premio Nacional de Periodismo, galardón otorgado por el Ministerio de Educación, le fue negado en varias ocasiones a Renato González. En su funeral, Julio Martínez Prádanos recordó esta situación: "Yo fui su discípulo, y después su amigo, como lo fuimos ambos de la noche, de las estrellas, del mar, d ela montaña. Un soñador de todo lo hermoso que tiene la vida. No recibió el premio de Periodismo. Fue rechazado. Alguien está en deuda".^[5] Seis años después, el propio Martínez se consagró como el primer y único periodista deportivo en recibir, hasta el momento, dicha distinción.

Homenajes

"Cuando uno piensa en el maestro, Renato González, y señala que las universidades comenzaron a surgir en 1956, cuántos alumnos hoy maestros surgieron de su lado. Hombre culto, que dejó la medicina por el periodismo. El adiós entonces no existe", Juan Facuse, presidente del Círculo de Periodistas Deportivos en 1989 (discurso durante el funeral de Renato González en el Cementerio General, el 9 de junio de 1989).^[6]

"Míster Huifa, más allá de jubilaciones y cambios de diarios, se distinguió por una cualidad rara en el periodismo de nuestro tiempo: escribía", Luis Sánchez Latorre, el 17 de junio de 1989 en Las Últimas Noticias.

"El Míster fue de aquellos que se trascendieron a sí mismos y a su oficio para transformarse en verdaderas instituciones. Él era la opinión respetada, el juicio certero, el recuerdo amable y la firmeza inconmovible cuando había que ponerse muy firme. Una instancia moral. El hombre al que se recurre en aquellos momentos de confusión que produce una realidad tan cambiante", Edgardo Marín, agosto de 1989 en la revista Mundo Dinners.

Curiosidades

El destacado periodista deportivo Edgardo Marín contó la siguiente anécdota en su columna semanal del diario El Mercurio, a propósito de los lugares que frecuentaban los antiguos cronistas. De acuerdo a su relato, había un grupo que se juntaba en el restaurante La Bahía, que se ubicaba en la calle Monjitas en el centro de Santiago. La mesa de los periodistas era conocida como "Lo Miranda" porque, dados los ingresos no muy altos de sus integrantes, apenas podían éstos acceder a las exquisiteces de la carta. El genial maitre, amigo de ellos, a veces les ofrecía: "Me está quedando una corvina meunier de la mesa cinco... De la tres, tengo un filete a la pimienta". Un día le dijo a Míster Huifa que tenía calamares en su tinta para ellos. González sacó un bolígrafo del bolsillo y le contestó: "Mire, la tinta me la pone en el lapicero. Y los calamares... se los mete en la raja". El maitre, todo serio, a su vez le respondió: "Me llevo el lapicero. En lo otro no lo puedo complacer... La tengo ocupada con una paella que me devolvieron de la mesa cuatro".^[7]

1. ↑ Nancy Farías (1989). Las Últimas Noticias (ed.): «El último reportaje de Míster Huifa». Consultado el 4 de marzo de 2009.
2. ↑ Renato González (1986). La Noria (ed.): «Las memorias de Míster Huifa». Consultado el 30 de abril de 2009.
3. ↑ Nancy Farías (1989). Las Últimas Noticias (ed.): «El último reportaje de Míster Huifa». Consultado el 4 de marzo de 2009.
4. ↑ Nancy Farías (1989). Las Últimas Noticias (ed.): «El último reportaje de Míster Huifa». Consultado el 5 de marzo de 2009.
5. ↑ La Nación (ed.): «El adiós a un verdadero maestro» (1989). Consultado el 5 de marzo de 2009.
6. ↑ La Nación (ed.): «El adiós a un verdadero maestro» (1989). Consultado el 5 de marzo de 2009.
7. ↑ Edgardo Marín (2003). El Mercurio (ed.): «La cuenta (II)». Consultado el 16 de marzo de 2009.