Ricardo Rendón Bravo (n. Rionegro; 11 de junio de 1894 - m. Bogotá; 28 de octubre de 1931), fue un caricaturista colombiano, considerado por muchos como el más importante del siglo XX en el país.

Vida

Ricardo Rendón nació en Antioquia en 1894, fue un estudioso de las artes y desde sus comienzos perteneció a grupos de inconformidad política y social. Hizo parte de Los Panidas en 1915. De familia adinerada y gran cultura, se vinculó a la elite bogotana pero siempre con una mirada displicente, reservada e intrigante. Trabajó para los periódicos La República, El Espectador, El Tiempo, diseñó la famosa ilustración de los cigarrillos Pielroja. Pese a su fama, posición social y riqueza, se suicidó a los 37 años, en Bogotá en 1931.

Obra

Parte de su obra toma el periodo político de 1921-1923 desde la renuncia de Marco Fidel Suárez y su reemplazo por Holguín, hasta el gobierno de Pedro Nel Ospina. Incluye como dato a tener en cuenta la creación del Banco de la República y el aporte de Estados Unidos a su fundación. En sus caricaturas, existe una constante crítica hacia los que ejercen el poder, hacia los partidos, las candidaturas, los pactos con EE.UU. (Urrutia-Thompson), el provecho de EE.UU. por el petróleo, la reverencia del gobierno hacia los Ingleses, y el desacredito tanto a liberales como conservadores. Es notoria su burla y satirización de los que ejercen el poder.

Estética

En cuanto a la composición de sus caricaturas, Rendón, demuestra gran destreza, imaginación y propiedad de abstracción. El espacio es equilibrado y nunca saturado; sólo resalta lo que quiere comunicar. Y expone una simbología y una representación de cada personaje político de acuerdo a su físico y a su ideología. Marco Fidel Suárez es un viejo, de pómulos hundidos, flaco y siempre lleva el gorro presidencial. Jorge Holguín en silla de ruedas, o en coche de bebé.

Teniendo en cuenta sus destrezas, Rendón, en ésta imagen hace uso de la animalización de los partidos y su agresivo enfrentamiento. Al fondo aparecen los personajes representados como EEUU que es el prototipo del Tío Sam con su sombrero, maldad y fealdad característicos y al lado, la sufrida mujer que representa la República, que con sus brazos extendidos crea la tensión compositiva; lo mismo que el arqueamiento de los perros, su boca entreabierta, y su posición de pelea nos da la impresión de enfrentamiento, odio y maldad. Sus tonos oscuros y el primer plano ubican la atención del espectador. Usa las líneas para transmitir la idea de la cerca de madera o la representación de la barrera entre los partidos, el poder y el pueblo.

Efectos simbólicos de la obra

Realiza sus personajes con los mínimos trazos posibles, los distribuye en el espacio, muchas veces sin fondo para resaltar su acción. Usa rayas para exaltar la exclamación, y algunas palabras para identificar con facilidad lo que ocurre, son evidentes además los trazos que hacen ver feos a los personajes que critica, utiliza metafóricamente elementos de la naturaleza, animales, árboles, objetos- símbolos como espadas, sombreros, banderas, pañuelos, movimientos en el cuerpo y manos para expresar actitudes, exageración en los rostros. Predomina la simplificación de las formas dándole calidad y fácil asimilación a su excelente dibujo.

Crítica

La visión crítica de Rendón nos comunica que a principios del siglo XX, en Colombia, o en Bogotá específicamente, los partidos y los gobernantes vivían en continuo enfrentamiento, en continua corrupción, en continua lucha por el poder; y que la intromisión de Estados Unidos e Inglaterra data desde estos tiempos. La posición del caricaturista es objetiva, ya que no se coloca en la posición de nadie, y hace que el espectador tenga una mirada de cuestionamiento hacia las constantes intrigas del poder en Colombia.