El rito congoleño es el último rito latino aprobado por la Santa Sede, el 30 de abril de 1988, mediante el decreto Zairensium Regionum, de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.

Ya a partir de 1972, la liturgia inculturada (conocida entonces como rito zaireño) será experimentada en Kinshasa y en la mayoría de las diócesis desde 1977.

En este rito, la participación del pueblo se expresa principalmente mediante la danza; otra particularidad es la invocación de los santos y de los ancestros; además, cada lector recibe una bendición del sacerdote antes de ir a leer.