En el Libro de Mormón, Samuel el Lamanita fue un lamanita y también un profeta de Dios. Profetizó el nacimiento de Jesús como Mesías. Fue notable por ser el único profeta lamanita, aunque algunos lamanitas tenían milagrosas experiencias, incluyendo la profecía.

En el año 5 a. C. visitó la ciudad nefita de Zarahemla, donde la gente se había vuelto en contra de las enseñanzas cristianas de los profetas. Siguió su camino hacia las muralla de la ciudad y, en voz alta, proclamó varias señales del nacimiento de Jesucristo. Profetizó que Cristo nacería en menos de cinco años. Muchos de los nefitas que le escucharon creyeron las palabras de Samuel y fueron bautizados. [Helaman 16:1] Otros rehusaron creerle.

A saber, habían llegado a convertirse en un pueblo cruel [Helaman 13:1] y habían rechazado sus palabras poruqe hablaba "palabras del Señor, el cuál testificó sus pecados e iniquidades". Había venido y les había dicho que podrían " hacer lo que decidiera su corazón" entonces ellos podrían aceptarle como profeta, incluso sabiendo que era lamanita..[Helaman 13:26-27] Estos enfadados oyentes intentaron golpearle con rocas, le dispararon sus flechas, pero fue milagrosamente protegido. Por el este milagro, muchos más nefitas creyeron y fueron bautizados.[Helaman 16:3]

Sin embargo, la mayoría de los nefitas no creyeron a Samuel y enviaron a sus capitanes para matarle, diciendo que estaba bajo el poder del demonio.[Helaman 16:6] Cuando los nefitas empezaron a escalar forzosamente la muralla para seguirle, saltó de la muralla afuera de la ciudad y volvió a su patria, pero nunca fue oído of again entre los nefitas. La ironía de esta situación fue el hecho de que los nefitas, típicamente más rectos entre los registros del Libro de Mormón, fueron llamados al arrepentimiento por un lamanita, típicamente el pueblo más malvado del Libro de Mormón.