Santiago Key Ayala (Caracas, 25 de abril de 1874 - †Caracas, 21 de agosto de 1959), ensayista e historiador, figura como de uno de los más importantes intelectuales venezolanos de la primera mitad del siglo XX. Fueron sus padres Fernando Key Rodríguez y Ana Ayala Anzola. En la Universidad Central de Venezuela realizó estudios de filosofía, matemáticas y ciencias naturales. Por este tiempo comienza su carrera literaria escribiendo para El Cojo Ilustrado. Posteriormente, prosiguió estudios universitarios de ingeniería y ciencias políticas, a la vez que se afianza su vocación intelectual al desempeñarse como colaborador de la revista Cosmópolis, publicación que convirtió en el órgano difusor del modernismo venezolano. Cabe destacar que pese a que Key Ayala estuvo en un primer momento influenciado por las ideas del modernismo, poco a poco se fue distanciando de dicho movimiento, encontrando una prosa sobria y una expresión más acorde con su espíritu académico y clásico.

En la década de 1940, Key Ayala recolectó en unos volúmenes todo lo que había producido hasta ese momento: monografías, artículos, investigaciones y discursos que habían sido publicados en forma de folletos y opúsculos. Paralelamente a su labor intelectual, ocupó diversos cargos como funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores, tanto en Venezuela como en el exterior. Uno de éstos fue el de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de los Estados Unidos de Venezuela en el Reino de Italia, en 1936. Otras de las funciones diplomáticas que le tocó desempeñar fue la de representar al país en la Conferencia Plenipotenciaria para los asuntos de límites con Colombia (1920-1921), ser delegado ante la Asamblea de la Sociedad de Naciones, el Tribunal de La Haya y la Conferencia Panamericana de La Habana. En 1914 fue incorporado como miembro de la Academia de la Lengua y en 1916 ingresó a la Academia Nacional de la Historia hasta el día de su muerte. En el campo de lo histórico, se destacó por realizar investigaciones sobre la figura de Simón Bolívar y personajes latinoamericanos, entre las cuales se encuentran: Vida ejemplar de Simón Bolívar, obteniendo con esta obra el Premio Municipal de Literatura en 1942; Luz de Bolívar, y Cuba y Martí.

Además de sus trabajos sobre personajes históricos, incursionó en la crítica e investigación literaria. En tal sentido, algunos de sus contemporáneos tales como Manuel Díaz Rodríguez, Pedro Emilio Coll, Andrés Bello, Arístides Rojas y Juan Antonio Pérez Bonalde son analizados en su libro Bajo el signo del Ávila (1949). Asimismo, en esta obra, recopilación de numerosas averiguaciones críticas, se reproduce el folleto editado inicialmente en 1920, en el que se hace una valoración del clásico Venezuela heroica, de Eduardo Blanco. A partir de 1933, emprendió la elaboración de una serie de textos en los que se realizaba una reflexión y rescate del pasado de Venezuela, entre éstos se encuentran Series hemero-bibliográficas, Aluvión hemerográfico, Cateos de bibliografía y otros trabajos destinados a indagar el curso de los libros y de las publicaciones periódicas en la vida intelectual de los pueblos. Después de su muerte, sus trabajos, han sido parcialmente recopilados con la edición de un volumen de sus Obras selectas.

Referencias

• Texto Original