El Arte EUA: El Sur, es una exposición del Arte contemporáneo estadounidense, que en 1975 contó con 35 obras que son representativas de las Artes gráficas actualmente en producción en el sur de los Estados Unidos. La colección ofrece una perspectiva de las tendencias contemporáneas en esa región. La gran variedad de medios utilizados (lápiz, dibujos en óleo y tinta, acuarela, acrílico, pastel, fotografía, litografía, cianotipias, aerógrafos, linóleos, y serigrafía) es sintomática de la vitalidad de los artistas y de sus constantes experimentación con los medios artístcos ya establecidos, así como de la introducción de los nuevos materiales de la avanzada época tecnológica en que vivimos.

Todas las obras de esta exposición figuraron en la reciente Bienal de Artistas: 1975, presentada por el Museo de Arte de Nueva Orleáns (MANOEUA), que desde 1915 viene patrocinando dichas exposiciones de la obra de artistas sureños. Por tanto la Bienal de Nueva Orleáns es uno de los concursos más antiguos de los Estados Unidos. Durante toda su historia, la Bienal se ha adaptado a los cambios, estableciendo las normas para muchas otras exposiciones realizadas en la región. La Bienal, que es concurso y exposición a la vez, facilita a los artistas profesionales del sureste de los Estados Unidos (concretamente, de los estados de Kentucky, Tennessee, Virginia Occidental, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia, Florida, Alabama, Mississippi, Arkansas, Louisiana y Texas) la oportunidad de conocer lo que piensa de sus obras uno de los más destacados especialistas en el campo del Arte contemporáneo, y de exhibirlas para que las conozca el público del Museo, y también los Coleccionistas, los Periodistas, los Críticos de arte y sus propios colegas. Muchos artistas jóvenes, por el hecho de haber exhibido en la Bienal de Nueva Orleáns; subsecuentemente han podido montar exposiciones individuales en otras Galerías de artes e incluir sus obras en varias exposiciones colectivas regionales y nacionales.

El Museo de Nueva Orleáns, persiste en su idea de patrocinar un concurso abierto en vez de una exposición selectiva. A diferencia de otros concursos de este tipo, el de Nueva Orleáns se ha estructurado de modo que sea de valor para el artista; por eso no se cobra cuota de inscripción. El jurado de la Bienal escoge a los artistas que montarán exposiciones individuales durante el año siguiente, y el Museo siempre compra varias de las obras para su colección permanente.

El jurado para la Bienal de 1975, estuvo formado por Jane Livingston, Conservadora en Jefe de la Galería Corcoran de Washington D. C., cuyos comentarios acerca de esta exposición y del fenómeno del arte regional, vienen a continuación. De entre las obras de la Bienal, ella recomendó especialmente la Fotografía sin título de Michael Kostiuk, y el acrílico 'Tree: Mirror' (Arbol: Espejo) de Edward Whiteman, que figuran en esta exposición.

Durante la década pasada, los jurados de los concursos abiertos han hecho comentarios sobre las exposiciones que han seleccionado. Es natural que muchos de los jurados concuerden en sus opiniones sobre el Arte del Sur de los EUA. En 1967, Robert Doty, entonces conservador de arte del Museo Whitney de Arte Norteamericano de Nueva York, dijo que encontraba en el arte del sur una cualidad que se podría definir como "neo-surrealista o de fantasía, con pronunciadas tendencias psicológicas. Está presente en muchas de las obras el ambiente decadente y de ultramundo de la Nueva Orleáns del dramaturgo Tennessee Williams". Walter Hopps, entonces director de la Galería de Arte Corcoran de Washington, D. C., comentó en 1971 que: "...en su mayor parte, las mejores obras parecían ser figurativas,con una singular estilización formal o con imágenes representativas, raras, sintetizadas y evocativas".

En su profundo comentario para el catálogo de la Bienal de 1975, la Srta. Livingston dice:

"Se puede apreciar en la exposición una cierta preponderancia de 'imágenes de fantasía'... es decir, temas representativos y caprichosos en la Pintura, la Gráfica y la Escultura. Las mitologías propias parecen ser de rigueur. Una mezcla de humor e ironía, que esconde muchas veces algo más profundo y sugiere complejas facetas psicológicas, parece surgir del ambiente mismo del sur. Con frecuencia se percibe una verdadera complejidad como base de las imágenes sencillas o ingeniosas de obras que, claramente, vienen de Texas, Louisiana, o Alabama. Tomando en cuenta las obras presentadas en esta exposición, me molesta cada vez menos lo que antes me pareciera 'Preciosismo' en este tipo de arte."

El sur posee un rico y profundo patrimonio social y cultural, pero en términos económicos y sociales resultó durísimamente castigado durante la trágica guerra de Secesión. Hoy, el sur está cambiando. De una zona básicamente rural y agrícola surge una de las regiones más productivas, industrial y culturalmente. Atlanta, Houston, Dallas y Nueva Orleáns, son las grandes metrópolis del 'nuevo sur', que crecen a pasos agigantados.

Durante el siglo XX, el sur ha producido a muchos de los reconocidos maestros de la Literatura norteamericana: William Faulkner, Sherwood Anderson, Carson McCuller. Hoy tienen fama mundial las obras de Tennessee Williams, Truman Capote, Shirley Ann Grau y Walker Percy. Sus centros musicales (Nashville, Tennessee; Macon, Georgia; y Austin, Texas) son cuna de mucha de la Música popular norteamericana y que se exporta a todo el mundo.

Igualmente, las Artes visuales del sur crean su propia identidad, como lo han hecho constar la Srta. Livingston y otros jurados de la Bienal de Nueva Orleáns.

En el catálogo de la exposición especial, 'Extraordinary Realities', celebrada en el Museo Whitney en 1973, que incluía algunas obras de artistas sureños, Robert Doty dijo:

"...varias regiones, como Nueva Orleáns, Louisiana y Boulder, Colorado, parecen atraer a los artistas dedicados a desafiar la lógica y el arte 'superior'; pero a pesar de los lemas y títulos, y de las alianzas de sensibilidades artísticas, no se trata de movimientos regionales, sino de los deseos de artistas que intentan una expresión artística muy personal, sin recurrir a tradiciones, teorías ni fórmulas."

El comentario del Sr. Doty aún tiene validez. No se puede clasificar ni encasillar el arte contemporáneo del sur. Sin embargo, es unánime la opinión de que existe una cualidad 'sureña' en el arte del sur, cualidad que es única y evidente. Y lo mismo se puede decir de la Literatura contemporánea del sur, en la que se puede encontrar muchas analogías.

Se espera que esta exposición de las artes gráficas producidas en el sureste de los Estados Unidos, sirva para demostrar y ayudar a definir ese fenómeno en las Artes visuales contemporáneas.^[1]

El arte regional de los Estados Unidos

Al igual que muchos otros directores de importantes museos estadounidenses, recibido de vez en cuando invitaciones para actuar como juez e concursos regionales de arte en los Estados Unidos. Son raras las ocasiones en que se encuentra en estos concursos un arte de vitalidad auténtica. Con frecuencia la mayor parte de las obras es de muy poco interés y calidad. En cambio, la Bienal de Nueva Orleáns de 1975 (que fue la base de esta exposición) constituyó la colección más interesante que he isto para la formación de la exposición 'Arte EUA: El Sur'.

En los Estados Unidos, el Concurso regional de arte es el mejor indicio de la actividad artística en las varias regiones del país, urbanas y rurales, y es imposible pronosticar los cambios que sirven para elevar una región u otra al primer plano artístico nacional. El proceso por el que algunas regiones florecen y otras decaen artísticamente es tan misterioso en las artes visuales como en la literatura.

Muchas veces, al examinar las obras exhibidas en tales concursos podemos discernir las corrientes predominantes, como por ejemplo el abandono del arte abstracto en favor del Arte figurativo o El paisaje, o la tendencia hacia el uso de otros medios de expresión que no sean la pintura. Se puede percibir a veces cierto interés por la fantasía, el mito y la imaginación, más que por un arte mimético y literal o por temas relamidos. Estos cambios parecen ser cíclicos y constantes, aunque hay regiones del país que logran identificarse durante muchos años, incluso durante décadas, con ciertas tradiciones y estilos que les son característicos. La Escuela de Chicago por ejemplo, se destaca por su vocabulario caprichoso y sensual de formas relacionadas con el surrealismo. Ejemplo de esta tradición son la obra de 'Hairy Who' y la figura duradera de H. C. Westerman, salidas de Chicago a fines de los cincuentas y a principios de los sesentas. La región cercana a San Francisco, California, incorporó, y muy pronto, transformó la abstracción de la Escuela de Nueva York, produciendo un estilo propio, inspirado por la generación 'Beat' de los cincuentas, que a su vez, produjo una nueva escuela durante el decenio de 1960, y el estilo actual de San Francisco que, como el de Chicago, emplea imágenes caprichosas y varios medios de expresión. Así vemos que existe allí una escuela de dibujo muy desarrollada, un estilo pictórico inspirado en los surrealistas y mucha actividad en Cerámicas. Algunos escultores que a fines de los cincuenta y principios de los sesenta utilizaban diversos materiales; crearon complicadas estructuras orgánicas que reforzaron esa asociación con el movimiento surrealista que percibimos en el arte de esta región.

A finales de la década de 1950 se sintió una influencia emanada de San Francisco, que afectó la región del sur de California y resultó en varios subestilos diferentes: el trabajo de tipo artesanal, inspirado en el culto del automóvil, y realizado en cerámica y plástico durante los sesenta. A su vez, este se relacionó con la apariencia del arte ambiental basado en la luz y el aire, que produjo cuadros revolucionarios en forma de abstracciones hechas de ramitas, trozos de tela, plásticos, cordones, cuentas, y luz proyectada. En Washigton, D. C., surgió una estética muy concreta y exportable de la Escuela colorista abstracta, cuyo máximo exponente en los decenios de 1950 y 1960 era Morris Luis.

Basándome en la evidencia que constituye la presente exposición y en el estudio del arte de los estados del sureste, que he llevado a cabo; considero como hecho irrebatible que varios subestilos de envergadura han madurado y proliferado en dicha región. Es posible que mucho de aquello que según mi opinion, nació completo y hecho en un vacío total, halla tenido, según opinión de los observadores profesionales de esta región, un precedente sólido. Se me ocurren algunas observaciones, pero quisiera dejar a la pericia de William Fagaly, Director del Museo de Nueva Orleáns, el análisis de las sutilezas de este fenómeno.

La fuerte corriente de interés nacional en la fotografía como medio artístico está representada vigorosamente en el sur. Las tomas fijas de la presente exposición confirman el uso de este medio tan diverso, y cada vez más flexible, en la creación de una expresión regional. Es notable la amplitud de los enfoques, que van desde un trabajo documental directo y un estilo romántico-gótico, a paisajes dramáticos por su rico colorido.^[2]

Obras Arte EUA: El Sur

• El desplome monumental de los primates occidentales. Fotografía. Francisco Alecha. Nueva Orleáns, Louisiana
• Sin título. Fotografía. Barry Anderson. Covington, Kentucky
• Es hijo tuyo, no mío. Acuarela, tinta. Andrew Bascle. Bourg, Louisiana
• Alcachofas. Litografía. Honey Beeman. Houston, Texas
• Esperando a los ángeles. Litografía. Damian Bennet. Waverly, Virginia
• La triste canción dulce del solitario huevo frito. Acuarela. Lucinda Carlstrom. Atlanta, Georgia
• El circo de los hermanos. Hoxie, núm. 1. Fotografía. George Peter Chillag. Hollywood, Florida
• Canicas. Acrílico sobre papel. David Conn. Fort Worth, Texas
• Viento de marzo. Grafito. David R. Craft. Chattanooga, Tennessee
• Espejo y hombre. Fotografía. Suzanne Camp Crosby. Tampa, Florida
• El despertar. Fotografía. Wade Hanks. Nueva Orleáns, Louisiana
• Interior de una iglesia, Amsterdam. Fotografía. Pierre de la Barre. Nueva Orleáns, Louisiana
• Diga adiós a las imágenes extravagantes. Fotografía. Ed del Valle y Mirta Gómez. Miami, Florida
• Vacas rosadas, núm. 1. Cianotipia y Aerógrafo. Robert W. Fichter. Tallahassee, Florida
• Señal luminosa verde. Fotografía pintada a mano. Jim Frazer. Atlanta, Georgia
• Perro, núm. 3. Pluma-fieltro sobre papel. Robert Gordy. Nueva Orleáns, Louisiana
• Gloxinea en una alfombra oriental. Litografía. Laura Grosch. Davidson, Carolina del Norte
• Izar velas. Pastel. Marilyn Hamann. Lexington, Kentucky
• Sin título. Fotografía. Christopher R. Harris. Nueva Orleáns, Louisiana
• América. Fotografía. Sky Hiers. Shreveport, Louisiana
• Sin título. Fotografía. Michael Kostiuk. Dallas, Texas
• Líneas de sangre. Lápiz y óleo. Sam R. Losavio. Baton Rouge, Louisiana
• Episodio cerca del crácter. Teófelo, Lápiz. Michael H. Lucas. Memphis, Tennessee
• El cumpleaños del pájaro azul. Lápiz mezclado. Bobby Jo Martin. Chamblee, Georgia
• Playa invernal. Fotografía. Luis E. Mejer. Coral Gables, Florida
• Nueva Orleáns, 1975. Fotografía. Guy Mendes. Versailles, Kentucky
• UFO Pascagoula. Tinta. Herman Mhire. Lafayete, Louisiana
• Lo romántico. Lióleo. Michael Murphy. Nueva Orleáns, Louisiana
• Sin título. Fotografía. Joshua Mann Pailet. Nueva Orleáns, Louisiana
• Sin título. Fotografía. Douglas Prince. Gainesville, Florida
• Bugs Bunny, 1970. Fotografía. Murray Riss. Memphis, Tennessee
• Lunaje con paletas Chilly Dilly. Serigrafía. R. H. Ross. Gainesville, Florida
• Sin título. Fotografía. Hil Scott. Carrboro, Carolina del Norte
• Arbol: Espejo. Acrílico sobre papel. Edward R. Whiteman. Nueva Orleáns, Louisiana
• New Hamphshire, 1974. Fotografía. Bill Yates. Jacksonville, Florida

Referencias