La pintora Aurora Mira nació en Santiago en 1863, en el seno de una distinguida y acomodada familia interesada en el arte: es hermana de Magdalena, también pintora, e hija de Gregorio Mira, pintor aficionado que aprendió con el francés Monvoisin.

Aurora fue una de las primeras mujeres en estudiar pintura en Chile, y contó con el apoyo de su padre para ingresar a la Academia, lugar donde recibió clases con Juan Mochi; su ubica, por lo tanto, entre la 2ª y la 3ª Generación de alumnos de dicho lugar.

Pintó hasta avanzada edad, dentro de lo que le permitían sus obligaciones hogareñas.Aurora Mira, pintora y hermana de Magdalena, es junto a ésta y otras mujeres de su época, una importante figura al momento de situar el ingreso público de la mujer en el espacio del arte chileno, ámbito el cual, hasta mediados del siglo XIX, era patrimonio sólo de los hombres.

El género escogido por Aurora para sus obras más representativas es el de la naturaleza muerta: flores y frutas dispuestas en jarrones y fuentes sobre delicados manteles.

Este género, llamado también bodegón, tuvo un característico desarrollo durante el siglo XVII en los Países Bajos, destacándose desde entonces por rescatar el espacio íntimo del hogar, valorizar los productos obtenidos del esfuerzo e instalarse como uno de los modos del Barroco más interesante y peculiar. Este género, entonces, fue escogido por Aurora para desarrollar su obra, a causa de varios motivos: para diferenciarse de la producción de su hermana, dedicada al retrato; porque la naturaleza muerta se realiza, por lo general, en el espacio hogareño, y no obliga salir al exterior a buscar motivos.

Tómese esto en cuenta si pensamos en una relativamente acomodada señorita del siglo XIX que vive en Chile y que ha tenido la “loca” idea de dedicarse al arte, y que dado el estrecho ambiente social, intentará provocar lo menos posible y no se instalará con su caballete en la calle ni menos irá sola al campo abierto.

De hecho, apenas firmó algunas de sus obras. Todas estas circunstancias son válidas, pero sabemos que lo más decisivo al momento de tomar su opción dentro de los géneros disponibles, fue que el bodegón propicia, desde el motivo que es tema en sí mismo, una expresión barroca que interesa a Mira, y la posibilidad, por consiguiente, de ampliar sus investigaciones pictóricas, que desembocan en una pincelada suelta y fresca, que realiza armónicos conjuntos de formas y colores.

Por lo tanto, la naturaleza muerta se adecuaba más a su espíritu que el género mitológico de estilo neoclásico que desarrolló en un principio, porque éste, dado el necesario elemento narrativo, exige una traducción visual casi literaria del tema, y por lo tanto, las posibilidades de innovación plástica al interior del cuadro se ven reducidas (ver ‘Agripina Metella’).

Aurora mira es, junto con su hermana, una de las precursoras a nivel latinoamericano en la incorporación de la mujer al mundo del arte; así, forma parte de aquéllas innovadoras que no se entregaron por completo sólo a las labores domésticas, llamando la atención en su época por esto, y por tener, adeMás, verdaderas aptitudes para lo pictórico.

En 1884 Medalla de Plata, Salón Oficial.

En 1886, Medalla de Primera Clase, Salón Oficial, con la obra "Agripina Metella".

En 1889, Premio de Costumbres Ex Aqueo Certamen Edwards, Salón Oficial.

1895, Premio de Honor Certamen Edwards, Salón Oficial.

1897, Primera Medalla en Salón Oficial.

Una obra de su autoría es propiedad del Museo Nacional de Bellas Artes, y otra de la Pinacoteca de Concepción. Varias otras pinturas forman parte de colecciones privadas.