Azul Rugby Club es un club en la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, Argentina.

Contenido 1 Historia 2 Nuestra Insignia 3 Logros Obtenidos 4 Espiritu de Rugby 5 Enlaces

Historia

SE INICIA EL RUGBY EN AZUL

Primera Etapa: Iniciación.

Juntando jugadores Con espíritu festivo se recuerda cada vez que se habla en el Azul Rugby Club, de aquellos entusiastas deportistas "amigos de la guinda" que el 1 de marzo de 1970 -luego de algunos prolegómenos con la visión de los Pumas entremedio- concretaron la siembra de la ovalada en una mesa de café del Azul Athletic Club, para que los jugadores de nuestra ciudad tuvieran la oportunidad de disfrutar la práctica del Rugby.

Es por eso que la prensa nos suele mencionar como "los decanos en Azul" de este deporte. Los primeros años fueron difíciles y duros, "trabajados" con una persistencia digna de elogiar. Domingo a domingo se rogaba porque hubieran 15 jugadores en el momento del partido. Se jugó por ese tiempo en la Unión Tandilense de Rugby y como anecdotario, se recordaba con risa franca, aquel partido en que para poder entrar a la cancha con doce, vistieron de jugador al chofer del micro que los había trasladado de Azul a la ciudad Serrana. Para ese entonces se jugaba y se entrenaba, donde se podía.

En el año 1971 facilitó su predio, el club Bancario Azuleño, pero que por carecer de iluminación, los entrenamientos nocturnos se debían hacer en la cancha de futbol de Cerámica San Lorenzo, que estaba en el otro extremo de la ciudad.

En el período 1970 – 74 condujeron los destinos deportivos del club Federico "Cachorro" de la Fuente, Carlos Lupo y "Pepe" de Urraza, tanto desde el punto de vista físico como técnico. El último de los nombrados falleció en plena juventud. En distintas etapas, pasadas y recientes, el grupo deportivo contó con la desinteresada colaboración de los Profesores de Educación Física, alguno de ellos también jugadores, Jorge Ridao, Alberto García, Miguel Culleres, Enrique Saldaño, Mario Ardiles y Hernán Cerrudo.

Posteriormente se jugó en el Campo de deportes del Colegio de la Sagrada Familia, inaugurando una muy linda cancha, sobre la ruta 3, detrás del Cristo. Un poco después se trasladó el campo de juego a la zona balneario, próximo al Camping Municipal, donde ahora se encuentra la pista de atletismo.

En los años 1975/76 Azul Rugby Club se fusionó con CESUAR, lográndose un magnífico equipo preparado físicamente por el "Zurdo" Herrera, hoy dirigentes de un Club de Tigre y tácticamente por Juan Carlos Varela Recientemente se ha designado a pedido de los vecinos de la Comisión Vecinal Municipal, Zona Barrio Residencial Parque Pinasco (de Azul) y aprobado por la Municipalidad, el nombre "De la Flor Morada" a una calle del mismo. Allí todas las calles tienen nombre de árboles o plantas.

Recogemos una información del Diario "El Tiempo" de Azul de esa época, en la que menciona a los integrantes de la Comisión Directiva del Azul Rugby: Presidente: Juan José "Johnny" Marconeti; Secretario Jorge Scavuzzo, Tesorero: Luis Zorrilla, Pro-Tesorero: Aldo Staheli; Vocales: Enrique Narvaiz, Luis Cascia, Ernesto Helguera, Oscar Alvarado, Juan G. Rossata y Anselmo Dupuy.

Entre los años 1977-1978, bajo la dirección técnica de Juan Carlos Varela, el equipo de Intermedia (Mayores) de Azul Rugby Club, ganó invicto el Campeonato de la Unión Tandilense de Rugby.

Cuando los veteranos hacemos un raconto plagado de anécdotas, volvemos a vivir con afecto los nombres de tantos compañeros de juego, de las épicas jornadas, que nombrarlos a todos es imposible. En este breve espacio, cometeremos sin duda, una injusticia para aquellos que omitimos. Les pedimos disculpas por ello, pero les aseguramos a todos, que fallecidos y vivos, nombrados o no, tienen un lugar privilegiado en nuestro corazón.

Los primeros equipos que jugaron oficialmente estuvieron integrados, entre otros por: en 1ra.División, Oscar A. Palazzolo, Federico de la Fuente, Anselmo "Chino" Dupuy, Carlitos Luppi, Santiago "Taito" Louge, Julio Vazzano, "paisano" Maddío, David Cordeviola, Julio Cordeviola, Gustavo Sinópoli, Mario Ferrari, "pomelo" Gutiérrez, y Oscar "abuelo" Alvarado. En 4ta.División, Sandro Sinópoli, Dino Storari, Eduardo Uhalde, Sergio Rojas, José Luis Turón, Oscar Blanco, Roberto Palermo, Marcelo Belsito, Aldo Rossi, "Chino" Ibarbide, Aldo Bender, Juan Tato, Carlos Cordeviola, "Quinto" Casado, "Nato" Tedesco, "Batata" González, Jorge y Néstor Scavuzzo.

Segunda etapa: La Institucionalización del Azul Rugby

A todo trance y sin resuello, se mantuvo esa década del 70-80, participando en encuentros y tomeos, hasta que la Unión Tandilense de Rugby se disolvió, luego vino la siguiente historia:

A) Reviviendo el fuego sagrado. Aunque la actividad mermó, no cejó el espíritu de rugby en el grupo, realizando partidos amistosos, con equipos de ciudades aledañas. Pero el fuego sagrado revivió con toda su intensidad, cuando en 1986 conjuntamente con el Club de Remo de Azul, Club Estudiantes de Olavarría, Uncas Rugby Club de Tandil, Club Costa Sud de Tres Arroyos y Los Cuervos de Bolívar, fundaron la Unión de Rugby del Centro de la Provincia de Bs.As. Ese fuego sagrado, no sólo, no se había perdido, sino que había encontrado antorchas de propagación en jóvenes y niños

B) Ufa! Los papeles. Si hay algo que a los dirigentes les resulta difícil, por lo aburrido, son los tan necesarios papeles de las Instituciones. La Unión de Rugby necesitaba su Personería Jurídica y para ello, sus asociados, debían tenerla primero. Buen esfuerzo le costó al Azul Rugby reunir esos papeles y la gente que lo hiciera. El Dr.,Juan Carlos Tato hizo un borrador que una vez aprobado por el club, lo fue también por la Dirección de Personería Jurídica de la Provincia de Bs. As. Por eso, a este pasaje histórico, se le puede llamar, la etapa de Institucionalización, ya que encontró también el camino de lo social-deportivo al obtener el reconocimiento por parte de la Municipalidad de Azul, de Entidad de Bien Público. Afirmándose en el corazón de la ciudad de Azul, este Club de Rugby, adoptó como insignia, a la "Borraja Morada" o "flor de Azul", que según la leyenda, es a la que se atribuye el nombre del río y de la ciudad. Con el mismo fin que el anterior, se inició en 1986 el SEVEN A SIDE que se denominó "Aniversario de la ciudad de Azul-Copa Quique Florencio". Se juega habitualmente como fiesta de fin de año, en el mes de noviembre, por razones climáticas, aunque el aniversario de Azul es en diciembre. Este año 2003, se jugará el XVII torneo. Muy importantes fueron los Campeonatos de Rugby Colegial que se disputaron en dos categorías, Senior de 17 a 18 años y Junior de 15 y 16 años. Como hecho significativo, se procedió a la compra de un predio, en la Avda. ircunvalación Urioste, entre Malvinas e Industria, donde con decisión y convicción, se trabajó para afincar definitivamente en un punto de la ciudad a la que tanto amamos, la catedral del Rugby.

Tercera etapa: Inauguración del Campus Dr.Ricardo Molteni

Las cosas feas habitualmente nos ocurren sin previo aviso. En cambio las lindas, no siendo las azarosas, las vamos moldeando día a día con fuerza y energía: de lo contrario no se producen. Así pasó con la construcción de la cancha propia y vestuarios del Azul Rugby Club, que en base a constancia y dedicación, se inauguró el 29 de marzo de 1997, cuando cumplía 27 años de su iniciación y a 11 de jugar en la Unión del Centro. Ese año, el equipo mayor obtuvo el subcampeonato de la Unión, siendo campeón, todos los años posteriores hasta el año 2002.

Nuestra Insignia

Nuestra Insignia: La Borraja Morada

Nuestra querida ciudad de Azul, a través del periodismo deportivo, nos ha bautizado espontáneamente con la significativa mención de "el club decano" de Rugby por haber sido el nuestro, el primer grupo que sembró la inicial semilla de la ovalada en las tierras de las haches por estos lares.

También y sin otra finalidad que la de devolverle a Azul un poquito de nuestra identidad comprometida con su desarrollo, aceptamos la proposición del Dr. Molteni de reconocernos 1ocales, con el emblema de la Flor Morada. Existe una leyenda en la que se le atribuye al color de esta flor, el nombre de río (arroyo) "del Azul" en primer lugar y luego a la ciudad.

El tema del nombre de la ciudad, no está del todo claro, pues algunos lo atribuyen al color de su cielo y otros a un supuesta toponimia araucana "Callvú leofú o leovú" que significa Callvú = Azul y Leofú = Aguas que corren. Pero esto último ha sido descartado por los historiadores ya que no lo han encontrado en ningún texto ni carta o documento y los araucanos eran muy precisos y dispuestos a reconocer zonas y transmitir sus nombres geográficos específicamente.

Dice la citada leyenda, de la que hacemos seguidamente un breve relato ... "Hace muchos, muchos años, inmigraron un grupo de colonos europeos a la Argentina, trasladándose con sus lentas carretas tiradas por bueyes, desde la ciudad de Buenos Aires hacia el interior del país, en dirección a Bahía Blanca. En su espíritu vibraba el optimismo con el deseo de sembrar las fértiles nuevas tierras con semillas traídas desde su añorado terruño en sacos, con la convicción que allí estaba la riqueza potencial La intuición conducía su afán progresista y sacrificado, dispuestos a establecer un derrotero de aventura con la confianza que da la férrea fé de logros superiores. En el largo itinerario, hicieron, entre otros, un alto a unos 300 kilómetros de Buenos Aires, a la vera de un fresco y caudaloso río, hasta entonces innominado . Lo agobiante del trajín de la marcha, hizo que permanecieran en un tan necesario como reconfortante descanso por unos días.

De esos sacos de semillas, cayeron algunas que traían desde Europa, las que se sintieron muy cómodas y germinaron. Y crecieron con el tiempo, en forma inusitada disfrutando del fresco y adecuado clima, pegadas al río y en grandes manchones.

La borraja cimarrona así llamada por la gente común, desarrolló con su hermoso color azul- morado e invadió los sectores aledaños, transmitiendo a la zona de las aguas del río, el reflejo de su color azul. Así, desde entonces el paraje y el río fueron llamados "del Azul.". Y Azul la ciudad que creció a su lado, digna y culta, en el centro de la Provincia de Buenos Aires. De ella se adueñaron los atributos del mejor idealismo europeo y el loable respeto por los principios culturales que hasta hoy prevalecen en esta ciudad, compartiendo con los descendientes de los primitivos ab-orígenes.

Hasta aquí la leyenda. Que como toda leyenda "si non e vero, e bon trovato"

Logros Obtenidos

• Campeón de la Unión Tandilense de Rugby - Categoría Intermedia - Año 1977
• Campeón de la Primera Edición del Seven-A-Side “Aniversario Ciudad de Azul” - Año 1986
• Campeón de la Unión de Rugby del Centro - Año 1988
• Campeón del primer Seven-A-Side Organizado por Jorge Newbery de Laprida - Año 1989
• Campeón Primera Edición Torneo 15/15 - Año 1990
• Campeón de la Unión de Rugby del Centro - Año 1998
• Campeón de la Unión de Rugby del Centro - Año 1999
• Campeón del Seven-A-Side “Aniversario Ciudad de Azul” - Año 1999
• Campeón de la Unión de Rugby del Centro - Año 2000
• Campeón de la Unión de Rugby del Centro - Año 2001
• Campeón del Seven-A-Side “Aniversario Ciudad de Azul” - Año 2001
• Campeón de la Unión de Rugby del Centro - Año 2002
• Campeón del Seven-A-Side “Aniversario Ciudad de Azul” - Año 2002

Espiritu de Rugby

Uno de los aspectos que nos llena de orgullo a los Rugbiers tanto a los jugadores, como dirigentes y veteranos -y agreguemos también al club -, es esa solo aparente contradicción entre lo fuerte y vigoroso de la práctica del juego y el profundo respeto al adversario que se enlaza en este juego organizado, con un gran contenido de enaltecimiento de los valores humanos. La cordialidad y amistad del tercer tiempo, la corrección del comportamiento y el entusiasmo por este deporte, se palpan desde el comienzo al fin del acto deportivo, pues son algunos de los valores superiores que precisamente integran el Espíritu de Rugby. Espíritu de Rugby y Juego de Rugby, confluyen apuntando a generar las mejores acciones del hombre en su máximo desarrollo como persona, constituyendo uno de los puntales para la formación humana desde los puntos de vista biológico, psico-social y espiritual, sin discriminación por ideas políticas, religiosas ni sociales. No obstante, no podemos dejar de ver el sesgo en favor de los valores cristianos, que otorgó a la adecuación de las reglas de juego en su muy importante participación, el director de la Rugby School Doctor Thomas Arnold que actuó entre los años 1828 - 1842. Este docente, utilizó el juego que por momentos fue prohibido por lo violento, para otorgarle modalidades más humanizadas y educativas para y utilizarlo como premio, ya que el alumno de mala conducta no podía participar del juego. Entre las cosas que suprimió, figuró luego en el primer reglamento de juego editado en 1845 en la ley XXVI por la que se prohibía el "hacker" que era dar punta pies en las canillas del adversario. Hoy nos resulta gracioso y a la vez horripilante, que eso se pudiera hacer. El Espíritu, esa fuerza inmaterial que tanto puja en el ser humano, no se define fácilmente, porque lo inmaterial, que es invisible para nuestros sentidos orgánicos, se puede apreciar a través de ellos por sus manifestaciones. Lo inmaterial es invisible a nuestros ojos, pero puede apreciarse por sus efectos. Hay una definición de Deportista que la Unión Argentina de Rugby hizo suya. Tiene su historia. Fue publicada por primera vez en la revista inglesa "Punch" en el año 1850 para todos los practicantes de todos los ejercicios reglados. En el Siglo XIX fue en el que se reglamentaron casi tal como se juegan actualmente, la mayoría de los deportes occidentales. Dicha definición fue recordada en 1925 por Sir William Burton, siendo vicepresidente del Yacht Racing Association y traducido al castellano por C. Fernández Blanco en 1926. La definición también explicita un modo de vida, y dice así: Deportista es aquel que no solamente ha vigorizado sus músculos y desarrollado su resistencia por el ejercicio de algún gran deporte, sino que, en la práctica de ese ejercicio, ha aprendido a reprimir su cólera. A ser tolerante con sus compañeros. A no aprovechar una vil ventaja. A sentir profundamente como una deshonra la mera sospecha de una trampa. Y a llevar con altura su semblante alegre, bajo el desencanto de un revés. He aquí una síntesis, y guía del Espíritu de Rugby, que siempre se traduce en el Espíritu de Juego

Enlaces

Sitio web oficial del club

blog del plantel superior de Azul Rugby Club