La regla del nagual

La regla del nagual

La regla del nagual es un a propuesta realizada por autores de ficción y newage, como Carlos Castaneda, que no han sido probadas y no pasan de ser una hipótesis que no puede comprobarse.

Para los Nueva Era la regla del nagual es el compendio sintáctico y dogmático que supuestos guerreros toltecas del siglo XVIII instauraron siguiendo según ellos una ancestral tradición, concretamente se conoce a través de los escritos de Carlos Castaneda1, única y exclusivamente, lo que no permite constrastarlo científicamente. Esta regla tiene dos elementos primarios:

1 ) Carlos Castaneda realiza en su primer libro Las enseñanzas de Don Juan , FCE ISBN 9789681662356, SEGUNDA EDICION PRIMERA REIMPRESION, EDICION DE 30 aniversario, un bosquejo supuestamente antropológico donde menciona que la regla no es acumulativa. 2 ) En el libro el don del Aguila, hace una descripción detallada que va acumulando de manera gradual en siguientes libros.

Otros autores Nueva Era han creado sus propias versiones de tres y cinco puntas, que no carecen de fundamento o referencias comprobable, que a su vez estarían en contra de los princiios del Anexio del Libro original.

Algunos grupos Nueva Era afirman que fue establecida así desde la partida del personaje literario del nagual Julián Osorio hasta la partida del aprendiz de Don Juan Matus , Carlos Castaneda (1997 Cáncer de hígado) donde se exponen supuestos los principios básicos para la búsqueda de la libertad total de la conciencia de los seres humanos. Se trata de un camino de liberación emparentado con otros dogmas religiosos, para trascender el final de la conciencia que sucederá en la muerte física del ser.

En el nagualismo castanediano no existe la idea de transmigración del alma (reencarnación) ni se necesita apoyarse en la existencia de un dios. Tras la muerte física, sobreviene la muerte total de la conciencia del ser.

Para los grupos Nueva Era Ésto adquiere un especial significado cuando se habla del regalo del Águila, que es una oportunidad única y exclusiva para los linajes elegidos de romper con ese destino común de todos los seres nacientes.

Contenido

El águila

Los neoltoltecas afirman que es el poder que gobierna el destino de todos los seres vivientes. El águila devora las conciencias de todos los seres que han muerto, se alimenta de la experiencia vital de cada uno.

Aunque el poder del águila es inconmensurable, no se trata de un dios al que se le pueda orar y pedir favores, pues la parte del águila que corresponde a la conciencia humana es tan insignificante respecto a la totalidad, que no es posible conmover ese poder hacia el ser humano.

El águila ha ofrecido un regalo a los seres vivientes y es que cada uno puede conservar la llama de la conciencia, la capacidad para elegir el lugar y el momento de la muerte y no ser (como conciencia) consumido, para lo que el águila ofrece una apertura para salir y escapar hacia la libertad total. El objetivo es perpetuar la conciencia, evitar que desaparezca.

La partida del nagual

El libro de Carlos Castaneda el Don del Aguila dice que dispuso la primera pareja de naguales humanos en el mundo conforme a la siguiente jerarquía, compuesta de diez miembros.

Videntes y líderes: El hombre-nagual y la mujer-nagual

Guerreros: tres hombres

Acechadoras: cuatro mujeres

El propio: de género masculino.

A esto se van acumulando diversos grupos de miembros en múltiplos de cuatro, alternando entre dos categorías de adeptos llamadas ensoñadores y acechadores.

El mandato del águila para las mujeres guerreras

Los naguales deben de encontrar por su propio medio a cuatro mujeres ensoñadoras que sean compatibles energéticamente con las cuatro mujeres acechadoras como réplicas exactas.

No se les permite conocerse entre ellas formando un solo grupo, en todo caso, cada guerrera acechadora conocerá a su hermana guerrera ensoñadora para su entrenamiento común.

Para un entrenamiento común específico (una tarea agotadora) y para el momento trascendental de la partida, se podran encontrarán todas formando un grupo.

Las parejas de guerreras pueden tener una unión de cualquier clase o parentesco con cualquiera de los guerreros.

El viaje definitivo

Cuando el primer linaje va a emprender su viaje definitivo, la primera mujer-nagual ya los está esperando desde el otro lado, además, llevarán consigo a la mujer-nagual de la siguiente partida para que se quede en el otro lado a esperar y guiar a su grupo. Quedando en este mundo el hombre-nagual para guiar a su linaje.

Mientras están en el mundo, el número mínimo de miembros que forman un linaje bajo un hombre-nagual es de dieciséis: ocho mujeres guerreras, cuatro hombres guerreros -contando al líder- y cuatro propios (de cualquier género). Este número llega a ser diecisiete -como mínimo- al juntarse con la mujer-nagual en el otro lado.

Si el poder personal (energía del linaje) lo sostiene, puede ampliarse el linaje en grupos de cuatro miembros cada vez.

Notas

"La regla del nagual"

Castaneda, Carlos (1986) (en español). El don del águila. trad.José Agústín. Madrid: Editorial Swan S.L. Avantos & Hakeldama. pp. 176-180. ISBN 8485595394. 

Capítulo 1. Los brujos de la antigüedad Castaneda, Carlos (1993). El arte de ensoñar. Barcelona: Seix Barral, S.A.. p. 104 y ss.. ISBN 8432247057.  y también en los otros escritos de este mismo autor.


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