- Manuel Sánchez Pernía
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Manuel Sánchez Pernía (Cazalla de la Sierra 1943 - Sevilla, 1995). Compositor de canciones y productor de discos sevillano, fue una de las figuras fundamentales en la modernización de la música popular española y el flamenco en los años 70 y 80. Manuel compone más de 400 canciones y produce centenas de discos para los artistas mas importantes de su época. Manuel jugó un papel principal o bien en el descubrimiento, o en la promoción o en la consolidación de grandes figuras del calibre de: Bambino; María Jiménez; Jose Mercé(José Soto Soto); Paco Toronjo; Rumba Tres; Rocío Jurado; Pepe Suero; Los Chunguitos; Azúcar Moreno; Los del Río; Los hermanos Reyes; Isabel Pantoja;Beni de Cádiz; El Pali; Amigos de Gines; Remedios Amaya; Francisco (cantante); José Manuel Soto o Lucía (cantante)).
Entre las canciones más famosas de Manuel Sánchez Pernía se encuentran: "Por que la vida es así" (intérpretes: Bambino, María Jiménez); "No sé, No sé" (Rumba Tres); "Se acabó" (María Jiménez); "Acuérdate que te Quiero" (Rumba Tres); "Carmen" (José Mercé); "Carcelero Suéltame" (Pepe Suero); "Mi niño tiene que ser" (Rocio Jurado); "María del Mar" (Rumba Tres); etc.
Manuel, un músico autodidacta del pueblo y para el pueblo, siempre mantuvo vivas sus raíces andaluzas y su preocupación por los problemas existenciales del hombre de a pie. En su faceta comercial, Manuel, como modernizador y dinamizador del negocio discográfico, apostó por las figuras más innovadoras en su momento. Estos son los casos de Bambino; Rumba Tres; Pepe Suero o José Mercé. Dos figuras fundamentales de la música popular española consolidan a Manuel como uno de los compositores más famosos de su momento: Rumba Tres y María Jiménez. La canción "No se, no se", de Rumba Tres, la más famosa de su repertorio, se puede escuchar en todo el mundo en una decena de versiones. Manuel la compuso al contemplar los ojos de su hija Emma. La relación artística con la famosísima María Jiménez, a quien Manuel coloca en la cumbre de las listas discográficas españolas, marca el principio del ocaso de una figura completamente olvidada en el panorama musical español.
Manuel, como productor, fue un referente para una plétora de músicos profesionales de su época, amigos con los que colaboró u ofreció empleo. Entre otros se puede citar a Tomatito o a Enrique, el hijo deMelchor de Marchena. Un trabajador infatigable, que siempre tuvo una visión clarísima del negocio de la música española bastante avanzada para su tiempo.
En su faceta meramente artística merece mentar su trabajo con Paco Toronjo y Pepe Suero, dos colaboraciones, en las que afloran las raíces flamencas netamente populares de la música de Sánchez Pernía. Los fandangos de Huelva que graba con Paco Toronjo, tratan sobre temas existenciales o rurales, sencillos, la caza, el amor, la amistad, etc. El trabajo con Pepe Suero, en el que Manuel muestra su madurez como compositor así como su compromiso social: "Andalucia, la que divierte" (1978), un lp en el que, en la voz magnífica de Pepe Suero, se denuncia la injusticia, la desigualdad, el olvido y el atraso de la Andalucia rural de la Transición, así como la trágica muerte del poeta García Lorca "Entre Viznar y Alfacar". La maravillosa y cálida flauta flamenca de Pepe Suero, ofrece un contrapunto ideal en un retrato árido y dramático en un alegato cargado de un fuerte componente social. Pepe Suero recibió recientemente la Medalla de Andalucía, por aclamación popular.
Merece la pena recordar su colaboración con el grupo Los del Río, dado que Manuel grabó un disco con este grupo antes de su éxito "Macarena", cambiando el énfasis folclóríco de los trabajos anteriores de Los del Río y orientándoles en la dirección de la rumba para discoteca y temas más comerciales. Con José Mercé, ocurrió algo parecido, no se escatimaron recursos para darle un énfasis comercial a su trabajo flamenco, cambiando su imagen para hacerle encajar en un molde de cantante más moderno; el mejor ingeniero de sonido del Reino Unido, Tomatito y Enrique de Melchor fueron parte de la grabación (Verde Junco, 1985). Este disco puso a José Mercé (conocido como José Soto Soto ) en el punto de mira de otros productores de la época más afines al Régimen, consolidando su figura como el referente fundamental en el flamenco español. Las dos reinas de la canción española, Rocío Jurado e Isabel Pantoja, cuentan con canciones de Manuel Sánchez Pernía en su repertorio. A la altura de 2010, José Mercé y Los del Río habrían sido los músicos más comerciales en la historia de la música popular de Andalucía.
En la música de Manuel Sánchez Pernía se pueden encontrar cuatro corrientes fundamentales: la propia versión de la Rumba como canción ligera, género en el que imprimió un carácter netamente innovador, con Bambino o Rumba Tres; las influencias de la música latinoamericana presentes en su música para María Jiménez; el flamenco seco, serio y tradicional, presente en su música para autores como Paco Toronjo y en su colaboración con las mejores guitarras flamencas del momento (Enrique de Melchor; Tomatito; Rafael Riqueni), así como su simpatía, en general, por la música popular andaluza. En Sevilla se le conoce como un productor prolífico de discos de sevillanas, como demuestra su trabajo para Los Amigos de Gines; Los Hermanos Reyes o El Pali.
De talante liberal, Manuel tuvo siempre presentes las necesidades de los más desfavorecidos, y lo que consideraba como las absurdas diferencias sociales de antaño en su propia tierra, Andalucía, a la que siempre defendió con integridad y nobleza. Manuel, como emigrante, consideraba que las razones del retraso relativo de Andalucía eran fundamentalmente de tipo político y educativo, siempre según Manuel, dada la inteligencia, creatividad y capacidad emprendedora de los millones de andaluces han tenido que abandonar su tierra desde los años 50. Manuel concebía a España como una nación libre, en la que la libertad de empresa; el esfuerzo y las libertades personales prevalecieran frente a comisarios políticos y funcionarios.
Manuel tuvo amigos de toda condición, dada su excepcional sociablidad y simpatía. En su corazón siempre estuvo su pueblo, Cazalla de la Sierra, ese pueblo histórico, blanco y precioso en la Sierra Morena, que siempre llevaba en su recuerdo ("su primo Mané Martínez; la burra del tío; el anís; el campo; las encinas y el corcho; el jamón y el manzanilla; los caballlos; la plaza del ayuntamiento y la mesa y los libros del padre; el piano; su amigo Carmelo Merchán,la feria").
Manuel mantuvo una crítica acérrima tanto con los excesos del franquismo como con los de la gestión del Partido Socialista Obrero Español en Andalucía. A estos últimos les consideraba: ¨Los nuevos señoritos o los señoritos de siempre". Este factor pudo contribuir a su práctica exclusión de todo tipo de iniciativas culturales públicas relativas a la música andaluza en el periodo socialista de 1982-1995. Manuel, un hombre hecho a sí mismo que llega a Madrid en los años 60 con escasas propiedades ("una maleta, 20 duros y un par de zapatos"), tuvo que experimentar estos excesos en propia carne: El alcalde socialista de su propio pueblo, Angel Rodríguez de la Borbolla, le expropia sus propios ahorros, materializados en unos pequeños terrenos que la corporación municipal de Cazalla de la Sierra obtiene por un justiprecio. Los terrenos estaban situados en la zona más prometedora de Cazalla y ya estaba en marcha el proyecto de urbanización antes de su expropiación. En opinión de Manuel, este precio se alejaba bastante de su precio de mercado, lo que es un hecho cierto es que la compensación se recibió tarde y mal, años después de ser aprobada y sin intereses de demora. Para mantener a su familia, Manuel Sánchez Pernía intercaló su trabajo como productor o compositor con el trabajo de Director de Ventas en las principales empresas españolas inmobiliarias del momento en Madrid y la Costa del Sol.
Manuel, que como toda artista español tuvo que pasar largos periodos en el paro, defendía vehementemente que España es un país que nunca habría respetado o remunerado a sus artistas en su debida medida, factor que retraería la enorme creatividad en el ámbito nacional. En 1993, en conversación privada con Paco Toronjo, Manuel comentaba: " En toda mi vida he vendido más de un millón de discos y no he ganado ni un cuarto de peseta por copia, si hubiera nacido en los EEUU, sería millonario", a lo que Paco le responde con un "Manuel, no queda más remedio que trabajar para el sindicato vertical".
Hijo ilegítimo de Manuel Martínez y María Sánchez Pernía, Manuel sufrió una infancia triste y convulsa, que dejó mella en su caracter sensible, impulsivo y creativo, un aspecto que probablemente determinara su búsqueda constante de reconocimiento y afecto. Todos los que le quieren le recuerdan por su simpatía; su fortaleza; su emotividad visceral; su capacidad para animar cualquier fiesta; su agudo sentido del humor y su personalidad fuerte y bastante variable. Manuel mantenía una admiración sin límites por uno de sus mejores amigos, Gonzalo García Pelayo, productor español de primera línea (Lole y Manuel; Aute, Triana_(banda), etc.) a quien consideraba "la persona más inteligente para orientar el negocio de la música en España". En el flamenco, Manuel adoraba a su amigo Paco Toronjo, todo emotividad; Rancapino, y especialmente a Tomatito, en sus propias palabras "el más formal y tranquilo de los flamencos".
Manuel, que abandona sus estudios a los 19 años, siempre tuvo un interés enorme por la música clásica y la poesía, así como en la tertulia con intelectuales, empresarios y famosos. Manuel aprendió todo lo que hay que saber sobre flamenco como viajante, vendiendo abrigos de visón; vinos; pisos o coches por toda la geografía española en miles de largos viajes de cientos de km, gracias a su colección de más de dos mil cintas de cassette, la mayor parte de ellas grabadas en vivo, en pueblos en toda la geografía nacional, incluyendo palos, cantes y la música de cantaores y artistas para el recuerdo. Siempre llevaba en el coche su Ramírez de palo de santo para practicar en un respiro, en un cruce, en casa, o para montar una fiesta con los amigos.
Manuel Sánchez Pernía, fallece digna y prematuramente en Sevilla en 1995, rodeado de familiares y amigos, tras una larga enfermedad. Esto fue posible gracias a la ayuda, compañía y apoyos inestimables de su madre; su primo hermano, Angel Martínez Rus, y él que fue su mejor amigo e incondicional, fiel hasta el final, Pepe Suero. El día de su entierro la Sociedad General de Autores de España le mandó un ramo de flores. Esta entrada en la Wikipedia se abrió en febrero de 2010, hasta entonces no había ningún artículo visible sobre su persona ni la de Pepe Suero en Internet. Manuel Sánchez Pernía, dejó mujer, Cristina Cánovas y dos hijos, Manuel y Emma.
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