Marcelo Salado

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Marcelo Salado Lastra (21 de mayo de 1927, Villa Clara, Cuba - La Habana, 9 de abril de 1958) fue un combatiente de la lucha clandestina en Cuba contra la dictadura de Fulgencio Batista. Murió en combate.

Vida

Nació en Caibarién pueblo costero del norte en la provincia de Villa Clara, Cuba el 21 de mayo de 1927. Su infancia y juventud se desarrolló en una familia humilde, de 5 hermanos. De niño para la pesca submarina se fabricó su propia escopeta de caña brava y una careta de buceo^[1] Así comenzó su gusto por la pesca submarina, deporte en el cual llegó a ser campeón nacional en 1956.^{[2] [3]} Sus estudios primarios superiores los realizó en su ciudad natal y se matriculó en el Instituto de Segunda Enseñanza de Remedios. Posteriormente realiza el bachillerato, aprobando solo dos años debido al pandillerismo imperante y la corrupción de parte del profesorado. No obstante no dejó los estudios sino que realizó cursos emergentes para profesor de Educación Física en su provincia, Santiago de Cuba y La Habana, y adquirió los créditos suficientes para obtener el título que entonces expedía el Ministerio de Educación. Es admitido en el colegio La Progresiva en el doble rol de maestro y alumno de bachillerato. Ganó por oposición una plaza de maestro en Remedios y terminó el bachillerato. Matriculó, sin abandonar el magisterio, la carrera de Pedagogía en la Universidad Central de Las Villas. A raíz del golpe de estado del 10 de marzo de 1952 Marcelo afirmó: "Pues yo me pienso ir para La Habana a hacer la Revolución, porque a Batista lo tumbamos o él nos mata a todos nosotros".^{[cita requerida]}

El Combatiente Revolucionario

Desde el golpe del 10 de marzo se vinculó al movimiento revolucionario y sus primeras actividades lo llevaron a La Habana donde se incorpora al Movimiento 26 de Julio. En el seno de esa organización ejecuta importantes tareas. Cae varias veces preso y es tenazmente perseguido, pero no disminuye su participación en la lucha; al contrario, se ampliaron sus acciones hasta el punto de ocupar la jefatura del movimiento. Con esta responsabilidad proyectó y llevó a la práctica múltiples acciones, dentro de las que se encuentra el secuestro del destacado corredor de Fórmula 1 Juan Manuel Fangio. Fue dirigente y organizador de la huelga general del 9 de abril de 1958 en la capital.^[5]

Muerte en acciones

El 9 de abril de 1958 se desarrollaba en toda Cuba la huelga general que debía acabar con la dictadura de Fulgencio Batista. Salado repartió armas a sus compañeros y se dirigió hacia el edificio Chibás (25 y G, Vedado), adonde ya estaba ubicado el Estado Mayor. Desde aquí comienzan a llegar noticias sobre el desarrollo de la huelga, muchas de ellas no muy alentadoras. Por mala organización hubo grupos acuartelados que nunca recibieron armas. Otros estaban mal armados por lo que fueron masacrados por la policía batistiana. También falló el paro en el sector del transporte urbano porque no fue total y algunas terminales no secundaron la huelga. Salado se encontraba furioso debido a que muchos compatriotas cubanos perdían la vida en esos momentos^{[cita requerida]}. Oscar Lucero, otro dirigente del movimiento revolucionario, trató de tranquilizarlo pidiéndole tiempo para ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Salado decide ir a ver a los compañeros del Frente Obrero Nacional (FON), acuartelados a solo dos cuadras de allí, para que le explicaran qué había sucedido en el sector del Transporte. Lucero le ordenó a una combatiente, Ramona Barber, acompañarlo.

Marcelo y Ramona Barber cruzaron G en línea recta. Mientras transitaban por la pista del garaje que hace esquina, fueron reconocidos por agentes al servicio de Ventura, quienes iban en dos máquinas por la calle 25. Cuando los sicarios detuvieron sus autos, Salado le ordenó a Ramona seguir caminando. Uno de los trabajadores del garaje la empujó detrás de un automóvil para que otros empleados lograran ocultarla en medio de la confusión producida por los disparos de las amertalladoras de los sicarios. Luego de arrojarlo en el maletero de uno de sus automóviles, le dieron el tiro de gracia.^[6]

Marcelo Salado en el pueblo

El nombre de Marcelo Salado se recuerda en muchas escuelas que llevan su nombre, como por ejemplo la escuela primaria "Marcelo Salado" en la cual estudió Elián Gonzáles o la Escuela Nacional de Natación de Cuba, ubicada en la calle 1ra y 38 Miramar, La Habana. En su honor se celebra todos los años sobre el mes de marzo la Copa Internacional de Natación Marcelo Salado, mas conocida como Copa Marcelo Salado. Muchas otras instituciones llevan su nombre como policlínicos, parques, varias estatuas y monumentos.

Referencias