Universidad de Sigüenza

La Universidad de Sigüenza (1477 - 1807) es una de las llamadas universidades menores históricas españolas.

Tuvo origen en el Colegio de San Antonio Portaceli fundado en 1476 junto al monasterio de jerónimos extramuros de Sigüenza (Guadalajara) por Juan López de Medina, arcediano de Almazán y canónigo de Toledo, en colaboración con el obispo y cardenal Pedro González de Mendoza y con el entonces vicario general del obispado y luego cardenal Francisco Jiménez de Cisneros.

El papa Inocencio VIII reconoció la universidad en su bula de 30 de abril de 1489, dándole la potestad de conceder los títulos de bachiller, licenciado y doctor. Paulo III estableció la cátedra de Teología y durante el rectorado del maestro Velosillo se establecieron cátedras de física; una bula de Julio II estableció las facultades de Derecho y Medicina. Con el profesor Pedro Ciruelo la universidad tuvo algún prestigio como centro de enseñanza; Francisco Delgado López, obispo de Lugo, que fue rector, siguió con ese relativo esplendor; Felipe II mandó a Fernando Velosillo, rector y profesor, al concilio de Trento, entre otros profesores y teólogos como Antonio Torres, primer obispo de las Islas Canarias, y Pedro Guerrero, arzobispo de Granada; el famoso Cuesta; Tricio y Francisco Álvarez, obispo de Sigüenza.

Así pues, en su versión completa estaba dotada con cátedras de Artes, Teología, Derecho canónico y Medicina. Sin embargo la universidad alcanzó pronto fama por dar títulos rápidos y baratos para gente humilde y sin medios que no podía pagarse estudios mejores y por legitimar situaciones irregulares de escolares, muchos de ellos pobres que no se podían costear los grados de licenciado y doctor en universidades más prestigiosas pero muchísimo más caras, como la de Salamanca, la Complutense o la de Coímbra. A veces, incluso, sus propios titulados se doctoraban por segunda vez en alguna de las universidades de más fama.

La reforma del José Antonio Caballero de 1807 suprimió un gran número de universidades menores, entre ellas la de Sigüenza, pero el plan quedó sin efecto ante la Guerra de la Independencia. En 1824 el Colegio San Antonio Portaceli se incorporó a la Universidad de Alcalá de Henares hasta la definitiva supresión de esta en 1836. De 1836 a 1845 algunos edificios se utilizaron como viviendas hasta que por Real Orden de 14 de noviembre de 1845 se incautaron todos los inmuebles universitarios que eran propiedad de la Iglesia. Sus fondos librarios y archivo se remitieron al Instituto de Segunda Enseñanza de Guadalajara y de allí, en 1897, al Archivo Histórico Nacional. Este fondo se custodia en la sección de Universidades.

Fuentes

• Juliá Martinez, Eduardo, La universidad de Sigüenza y su fundador, Madrid, 1928.