- Batalla de Bouvines
-
Batalla de Bouvines
La Batalla de Bouvines tuvo lugar el domingo, 27 de julio de 1214.
El conde de Flandes rechazaba los vínculos de vasallaje que le unían a Felipe Augusto. Para romperlos se alió con el conde de Boulogne, el rey de Inglaterra Juan sin Tierra y con Otón IV de Brunswick, emperador germánico.El emperador tenía un asunto pendiente con el rey de Francia, que había apoyado a su rival, Federico Hohenstaufen, rey de Sicilia. Como si se tratara de un duelo, Felipe Augusto aceptó el desafío. Se enfrentaba por tanto a Otón IV, que dirigía las tropas alemanas, mientras que las inglesas y flamencas estaban a las órdenes respectivas de Guillermo de Salisbury y Fernando. En conjunto formaban un inmenso ejército de 1.500 caballeros, 4.000 hombres a caballo y 20.000 infantes. El rey de Francia presentó batalla con 2.000 caballeros, 5.000 jinetes de caballería ligera y 15.000 infantes.
El 2 de julio, el príncipe Luis el León (futuro Luis VIII), hijo de Felipe Augusto y príncipe heredero de Francia, a la cabeza de sus caballeros, había infligido una gran derrota a las tropas inglesas de Salisbury en La Roche-aux-Moines, Poitou, el segundo frente de ataque de la coalición. El 20 de julio, el rey de Francia se encontraba en Péronne. El 23, tomó la decisión de pasar a la ofensiva. El 26, ocupó Tournai, donde se enteró de la presencia de Otón en Valenciennes. Eso suponía correr el riesgo de encontrar cortado el camino hacia París; de hecho, se intentó que así fuera. El 27 por la mañana, Felipe Augusto se dirigió hacia el suroeste, a Bouvines, en la llanura del Cambréis, que presentaba un terreno más favorable para desplegar su caballería. Otón se lanzó en su persecución con la intención de atacarlo cuando sus tropas estuviesen a uno y otro lado del puente de Bouvines, que cruza el río Marque. Pero había un traidor en sus filas: el duque de Brabante. Éste hizo que se advirtiera al rey de Francia del plan de su adversario. El rey envió entonces a sus ingenieros para que agrandaran el puente y sus tropas pudieran acelerar el paso.
Cuando las tropas de Otón estuvieron a la vista, el cuerpo principal de caballería todavía se encontraba al otro lado del río y el tiempo apremiaba. El rey de Francia dispuso entonces su ejército en la orilla del río, y Otón hizo lo propio con el suyo, en una línea paralela y frente a la del enemigo. Los franceses fueron los primeros en atacar y sorprendieron a la coalición en el momento de su despliegue, con la intención de atraparlos en una tenaza. Los 300 sargentos a caballo del obispo de Senlis rompieron la unidad de la línea enemiga. Les siguieron los caballeros de Champagne, que atacaron desde atrás. En ese momento, el principal cuerpo de combate de Otón se lanzó contra los franceses, entre los que se encontraba el Rey.
Ante el avance adversario, los franceses, en inferioridad numérica, fueron cediendo terreno. Las primeras líneas de infantería se deshicieron y una gran parte de la caballería francesa se vio obligada a retroceder. Felipe Augusto intentó reaccionar iniciando un contraataque, pero de repente se encontró solo y rodeado de enemigos. Un hombre armado con una podadera, cuyo garfio lo prendió por la armadura, lo descabalgó. Pero el rey volvió a ponerse en pie y un caballero le ofreció su caballo. En el campo de batalla reinaba la confusión. Empezó a anochecer y el cansancio empezó a hacer mella en el bando francés. En aquel momento, Guillaume des Barres se lanzó con sus caballeros con la intención de apresar a Otón. Casi estaba a punto de conseguirlo, cuando su caballo resultó muerto. Otón emprendió la huida hacia Valenciennes, abandonando su bandera y a sus tropas. Vencieron los franceses.
El conde de Flandes y Guillermo de Salisbury cayeron prisioneros. El rey de Francia había corrido un gran riesgo al aceptar aquel desafío, pero con la victoria ponía fin a la coalición. Bouvines se consideró un auténtico juicio de Dios, un duelo entre “buenos” y “malos”, al que se llamó el “juicio de Salomón”.
Según Jean Favier, Bouvines es "una de las batallas decisivas y simbólicas de la historia de Francia". Para Philippe Contamine, "la batalla de Bouvines tuvo, a la vez, importantes consecuencias y una gran repercusión". Otón perdió su corona y el Sacro Imperio Romano Germánico quedó en manos de Federico II, entonces Rey de Romanos, nombrado en 1211, 1212 y ratificado en 1215 (cuando Otón IV fuera depuesto del imperio y muerto en un asesinato en sus dominios de Brondwich en 1218), coronado emperador en 1220 por el Papa Honorio III . Fernando de Flandes pasó quince años en la prisión del Louvre. Desposeído de Normandía, Maine, Anjou, Touraine y de Bretaña desde 1206, Juan sin Tierra cesó sus hostilidades contra Francia y reinó en Inglaterra. Para salvar su corona, Juan sin Tierra fue obligado a conceder a sus barones la Carta Magna (1215). Por parte francesa, la dinastía capetiana resultó reforzada, mientras que las recientes adquisiciones de Felipe Augusto (hurtadas a Juan sin Tierra) se consolidaron. El retorno de Felipe Augusto a París fue triunfal. Estas celebraciones fueron aprovechadas por la monarquía, con gran abuso, para hacer una de las primeras manifestaciones de la unidad nacional. Después de Bouvines, la paz duró en Francia hasta 1337. Fue la "gran paz del siglo XIII".
Al día siguiente de esta batalla, Felipe Augusto fundó la abadía de la Victoria, que fue anexionada a los dominios del obispo de Senlis en 1486.
Categorías: Historia de Bélgica | Batallas de Francia | Batallas del siglo XIII
Wikimedia foundation. 2010.