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Batalla de Grünwald
La batalla de Grünwald, llamada también Batalla de Zalgiris por los lituanos o Batalla de Tannenberg por los alemanes, tuvo lugar el 15 de julio de 1410.[1] El Reino de Polonia, el Gran Ducado de Lituania y sus aliados se enfrentaron a los Caballeros Teutónicos. Fue la batalla decisiva de la guerra que tuvo lugar entre 1409 y 1411 entre polacos y lituanos, por un lado, y los caballeros teutónicos, por otro, terminando con la derrota de estos últimos. El Estado Monacal de los Caballeros Teutónicos fue vencido en la batalla y la Orden nunca recuperó su influencia anterior. La batalla es uno de los acontecimientos más importantes de la historia de Polonia y se considera una de las grandes batallas de la época medieval, con unas 12.000 víctimas.
Contenido
Antecedentes
Contexto histórico
Durante el siglo XIII, Conrado I de Masovia había pedido la colaboración de los caballeros teutónicos, que debían obediencia únicamente al Papa, en su cruzada contra los prusianos paganos de Chelmno (en alemán Kulm). Durante años había realizado ataques e incursiones para someterlos y cristianizarlos, pero todos los intentos habían resultado infructuosos. A la orden se le encargó estabilizar el territorio situado entre Prusia y el Ducado de Masovia, para lo cual recibió del papa, mediante bulas de oro del emperador y un edicto papal, el territorio de Prusia.
La Orden de Dobrin, creada por Conrado, había recibido tierras cerca de Plock, pero debido a su escaso número había resultado inefectiva, por lo que fue fusionada con la Orden Teutónica por orden del papa. Emprendieron la expansión hacia las tierras del este y fundaron numerosas ciudades, incluyendo Chelmno, frente a la activa resistencia de los prusianos, que veían cómo sus territorios les eran arrebatados. Para impulsar su guerra contra la pagana Lituania y conseguir apoyo de otros países europeos, los teutónicos organizaron varias cruzadas. Para finales de los años 70 del siglo XIII ya habían sometido a las tribus prusianas y pudieron embarcarse en un proceso de colonización que daría a la zona un carácter germánico que duraría más de 600 años.[2]
El 14 de agosto de 1385, las coronas de Polonia y Lituania se unificaron mediante la Unión de Kreva. Jaguelón (lt. Jogaila), gran duque de Lituania, aceptó ser bautizado como Ladislao (Wladislaw en polaco) y casarse con la monarca (no existía el título de reina) de Polonia Eduvigis, convirtiéndose en rey de Polonia con el nombre de Ladislao II de Polonia. El objetivo de la unión era reforzar ambos reinos frente al expansionismo alemán.
La conversión de Jaguelón al cristianismo dejó a los caballeros teutónicos -al menos en teoría- sin justificación para llamar a nuevas cruzadas en el este con la excusa de combatir a los paganos, pudiendo decirse que la Orden perdió su razón de ser. Sin embargo, esto no impidió a los caballeros invadir el nuevo Estado cristiano en 1398, aprovechándose de la inferioridad militar de los polacos y lituanos, que tuvieron que resignarse mientras esperaban a ser capaces de reconquistar lo perdido.
Preliminares
La Orden Teutónica y el reino de Polonia habían firmado en 1404 una paz perpetua, pero la región de Samogitia (al noreste de Lituania) se rebeló contra los caballeros teutones en 1409. El rey de Polonia y gran duque de Lituania consiguió en julio de ese año que la asamblea de nobles polacos se comprometiera a defender Lituania en el caso de que fuera atacada por los teutones. Esa fue la excusa que Ulrich von Jungingen, gran maestre de la Orden Teutónica, usó para declararle la guerra el 14 de agosto de 1409. Los teutónicos invadieron entonces la Polonia Mayor y Kujawy, pero fueron rechazados por los polacos, que en su contraataque reconquistaron Bydgoszcz (Bromberg), lo que llevó a las partes a acordar un armisticio que duraría hasta el 24 de junio de 1410. Lituanos y polacos aprovecharon este margen de tiempo para prepararse, llamando a las levas y organizando el ejército, a expulsar a los teutones.
Los teutones sabían de los preparativos polaco-lituanos y esperaban un ataque por dos direcciones: el ejército polaco avanzando hacia Danzig (Gdansk hoy en día) y el lituano sobre Samogitia. Para contrarrestar la amenaza, Ulrich von Jungingen concentró parte de sus tropas en Schwetz (Świecie) y dejó gran parte de su ejército en los castillos orientales de Ragnit y Rhein (hoy Ragainė y Ryn, respectivamente) cerca de Lötzen (Giżycko), y Memel (Klaipėda). Mientras, polacos y lituanos enmascaraban sus intenciones organizando incursiones profundas en territorio enemigo. Una petición de Ulrich von Jungingen de ampliar el cese de hostilidades hasta el 4 de julio (lo que hubiera dado tiempo a los mercenarios de Europa oriental a acudir en su ayuda) fue rechazada por sus oponentes, que ya habían tenido tiempo para reunir sus fuerzas.
El 30 de junio de 1410, las fuerzas de la Gran Polonia y la Polonia Menor cruzaron el Vístula sobre un puente de pontones y se reunieron con las del Ducado de Masovia y del Gran Ducado de Lituania. El 2 de julio Ladislao recibió los refuerzos lituanos de su primo Vitautas el Grande, al que había cedido el poder en Lituania tras ser nombrado rey de Polonia. Una semana después, ambos invadían el territorio teutónico con dirección a la capital, Mariemburgo, cogiendo a los caballeros teutones por sorpresa.
Ulrich von Jungingen retiró entonces a sus tropas del área de Schwetz (Świecie) para organizar una línea de defensa en el río Drewenz (Drwęca), cuyos cruces cubrió con empalizadas, reforzando de paso los castillos próximos. Tras reunirse con su consejo de guerra, Ladislao decidió rodear al enemigo por el este, y continuó su marcha en dirección a Mariemburgo a través de Soldau (Działdowo) y Neidenburg. Ambas ciudades fueron gravemente dañadas y Gilgenburg fue saqueada y ardió hasta los cimientos, generando una oleada de refugiados. El 13 de julio ambos castillos fueron tomados, abriéndose la ruta a Mariemburgo.
El comandante de los caballeros teutónicos, el propio maestre Ulrich von Jungingen, abandonó sus posiciones en el río y emprendió su persecución, alcanzándole el 15 de julio, cerca de la ciudad de Tannenberg.
Los ejércitos enfrentados
A primera hora del 15 de julio de 1410 ambos ejércitos llegaron a los campos cerca de los pueblos de Grünwald, Tannenberg y Ludwigsdorf (Łodwigowo) y formaron uno frente a otro. Los polaco-lituanos se situaron frente a los pueblos de Ludwigsdorf y Tannenberg.
Ejército polaco-lituano: el flanco izquierdo formado por los polacos estaba al mando de Ladislao y estaba compuesto fundamentalmente por caballería. El flanco derecho, el del ejército del gran duque, estaba a las órdenes de Vitautas el Grande y compuesto por caballería ligera, formada por banderas de casi todo el Gran Ducado, escaramuzadores tártaros lituanos al mando de Jalal ad-Din khan, caballería ligera moldava enviada por Alexandru cel Bun y serbios.
Ejército teutónico: fundamentalmente caballería pesada e infantería. Iban a recibir ayuda de tropas de la Europa occidental (llamados los "invitados de la Orden") que todavía estaban en camino, y de otros caballeros que habían sido convocados por una bula papal.
Es difícil de calcular el número exacto de soldados de ambos bandos que tomaron parte en la batalla. Sólo hay dos fuentes fiables que describan la batalla. La crónica mejor preservada y más completa es la Banderia Prutenorum, escrita por Ioannes Longinus, pero que no menciona las cifras exactas. La otra está incompleta y conservada en un breve documento del siglo XVI. Meses después de la batalla, en diciembre de 1410, el nuevo gran maestre de la Orden Heinrich von Plauen el viejo envió cartas a los monarcas europeos occidentales en las que describía la batalla como una guerra contra las fuerzas de los malvados paganos. Este punto de vista fue compartido por muchos escritores contemporáneos. Como el resultado de la batalla fue a posteriori objeto de la propaganda de ambos bandos, muchos autores extranjeros sobreestiman el número de combatientes aliados para tratar de explicar el desenlace.
En una de las crónicas prusianas se menciona que "las fuerzas del rey polaco eran tan numerosas que no hay número tan grande en el lenguaje humano". Una de las crónicas anónimas de la ciudad hanseática de Lübeck menciona que los soldados de Ladislao eran 1.700.000 y los de Vitautas 2.700.000 (entre los que habría un gran número de rutenios -como eran conocidos los actuales bielorrusos y ucranianos-) además de 1.500.000 tártaros. Entre las fuerzas que supuestamente colaboraban con los polaco-lituanos, habría "sarracenos, turcos, paganos de Damasco, Persia y otras tierras". Según Enguerrand de Monstrelet, los caballeros desplegaron 300.000 hombres, mientras que sus enemigos al mando de los reyes de "Lituania, Polonia y Sarmacia" desplegaron 600.000. Andrés de Regensburg estima en 1.200.000 hombres de armas el número de polaco-lituanos.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que los cronistas medievales eran notorios por su tendencia a exagerar hiperbólicamente las cifras y que con la logística de la época era imposible mantener en campaña ejércitos de semejante tamaño. La única conclusión válida que se puede extraer de las mismas es que el ejército polaco-lituano superaría en número al teutónico.
Los historiadores más modernos dan cifras estimativas mucho más bajas. Ludwik Kolankowski considera que las fuerzas polaco-lituanas oscilaban entre los 16.000 y 18.000 caballeros polacos y de 6.000 a 8.000 soldados de caballería ligera lituanos, mientras que los caballeros teutones habrían desplegado entre 13.000 y 15.000 caballeros pesados. Jerzy Dąbrowski estima que la fuerza total aliada sería de 18.000 caballeros polacos y 11.000 lituanos y rutenios, a los que se enfrentaban 16.000 soldados.
Historiador Polonia Lituania Otros Orden Teutónica Crónica de Lübeck 1.700.000 2.700.000 1.500.000 Enguerrand de Monstrelet 600.000 300.000 Andrés de Regensburg 1.200.000 Ludwik Kolankowski 18.000 (caballería pesada) 8.000 (caballería ligera) 15.000 (caballería pesada) Jerzy Dąbrowski 18.000 11.000 16.000 + 3.000 invitados Henryk Łowmiański 12.000 (caballería pesada) 7.200 (caballería ligera) 11.000 (caballería pesada) Andrzej Nadolski 20.000 10.000 1.000 15.000 Lonnie Johnson[3] 39.000 polacos, lituanos, checos,
ucranianos, tártaros y valacos27.000 Stephen Turnbull 39.000 polacos, lituanos, checos,
bohemios, moravos, tártaros y rutenios27.000 Independientemente de dichas estimaciones, la mayor parte de los historiadores modernos tienen en consideración únicamente las unidades de caballería. Además de los 16.000 caballeros la Orden Teutónica desplegó unos 9.000 infantes, arqueros y ballesteros. Ambos ejércitos disponían también de grandes campamentos militares, tabores (vagones tirados por caballos para formar círculos de carros) y otras unidades que suponían sobre un 10% de su fuerza total.
Ambos ejércitos se componían de "banderas". Cada bandera de caballería pesada estaba compuesta de unos 240 caballeros montados, más sus escuderos y asistentes. Cada bandera tenía su propio estandarte y luchaba independientemente. Las banderas lituanas eran normalmente algo más débiles y estaban compuestas de aproximadamente 180 soldados de caballería ligera. Se desconoce la estructura de las unidades a pie, como piqueros, arqueros, ballesteros, y de la artillería.
El ejército de los caballeros teutones constaba de 51 banderas[4] . Razin, citando estimaciones alemanas, considera que el ejército de la Orden estaba formado por 11.000 hombres, incluyendo unos 4.000 caballeros, algo menos de 3.000 escuderos y unos 4.000 ballesteros. El ejército teutón estaba equipado con bombardas que podían disparar proyectiles de piedra o de plomo.
Según Razin, el ejército aliado dispondría de unos 16.000-17.000 hombres, incluyendo unos 3.000 tártaros. Había un total de 91 banderas aliadas, 50 polacas y 41 lituanas, incluyendo algunas de territorios rusos y rutenos controlados por Polonia y Lituania, así como banderas de territorios independientes que se unieron a la alianza (como la bandera de Novgorod).
Aunque era menos numeroso, el ejército teutón era, en conjunto, superior en disciplina, entrenamiento y equipo. Si bien la caballería pesada polaca era un rival a tener en cuenta, la mayor parte del ejército polaco lituano estaba formado por levas de infantería y caballería ligera, que no podían competir contra el mucho más profesional ejército teutón de igual a igual.
Ambos bandos estaban compuestos de tropas provenientes de un gran número de países y territorios (en el lado teutónico había gentes de 22 diferentes pueblos, principalmente germánicos) y tenían entre sus filas a numerosos mercenarios procedentes de Europa occidental, el Sacro Imperio (incluyendo Alsacia, Lorena), Bohemia y Moravia) y Moldavia.
Los comandantes
El jefe supremo de las fuerzas polaco-lituanas era el rey de Polonia Ladislao II. Las unidades polacas estaban bajo el mando del mariscal del reino Zbigniew de Brzezie y las lituanas a las órdenes del gran duque de Lituania Vitautas el Grande.[5] Las fuerzas teutónicas estaban bajo el mando directo del gran maestre de la ordern Ulrich von Jungingen.
Desarrollo del combate
Ambos bandos se dispusieron para la batalla al amanecer. Debido a que los teutones estaban en inferioridad numérica, éstos habían levantado defensas frente a sus líneas. Los polacos no eran partidarios de atacar semejante posición fortificada y, debido a ello, ninguno de los ejércitos se decidía a dar el primer paso. Este estancamiento se rompió cuando los teutones enviaron a dos emisarios para retar a atacar a los polacos. Ladislao no podía negarse a aceptar el desafío y a mediodía las fuerzas del gran duque de Lituania iniciaron el ataque al flanco izquierdo del ejército teutónico cerca del pueblo de Tannenberg (Stębark) al tiempo que varias banderas polacas cargaban contra el flanco derecho. La caballería pesada de la Orden contraatacó en ambos flancos. Tras más de una hora de lucha la caballería lituana emprendió una retirada fingida hacia zonas de pantanos y los bosques. En el flanco derecho quedaron tras la retirada sólo tres banderas de Smolensko al mando de Lengvenis (Simon Lingwen), hijo de Algirdas y hermano de Jaguelón, y un primo de Vitautas, mientras que las otras dos eran apoyadas por la caballería polaca en reserva y atravesaban las líneas enemigas hasta llegar a las posiciones polacas.
La falsa retirada, maniobra que los lituanos habían aprendido a su costa de los mongoles, había sido planeada de antemano y tuvo éxito, aunque con matices: la caballería pesada teutónica emprendió una persecución desorganizada contra los lituanos en retirada, entrando en los pantanos, pero pronto la retirada se convirtió en una desbandada, mencionando algunos autores que los lituanos no se detuvieron hasta llegar a su país. Lo cierto es que Vitautas logró detener a las tropas en fuga y reorganizar sus fuerzas para volver al combate, si bien ello llevó un tiempo en el que los polacos no pudieron contar con sus aliados.
Simultáneamente la caballería pesada teutónica combatía contra los polacos. Tras varias horas de batalla los teutones empezaron a ganar ventaja. Según Ioannes Longinus el gran maestre en persona dirigió una carga contra la bandera de Cracovia (la unidad polaca más fuerte). Las filas polacas empezaron a perder cohesión y se perdió el estandarte (aunque fue recuperado al poco), por lo que Ladislao ordenó entrar en combate al grueso de sus reservas. La llegada de tropas de refresco permitió a los polacos rechazar el ataque enemigo, cuyas fuerzas se debilitaron, mientras que las reservas teutónicas habían sido empeñadas en la persecución de la caballería lituana.
Tras varias horas de combate Ulrich von Jungingen decidió reunir las tropas en la línea principal de batalla y se puso al frente del ataque con 16 banderas de caballería pesada que había mantenido en reserva. Ladislao, por su parte, lanzó al combate todas las reservas que le quedaban, así como varias unidades que habían sido empeñadas en la lucha previamente y se encontraban cansadas. Sin embargo, al poco tiempo Vitautas volvió al campo con sus fuerzas reorganizadas y se unió a la lucha, mientras que la infantería lituana salía de los bosques circundantes y se sumaba a los caballeros polacos. Para entonces la superioridad numérica de los aliados era abrumadora. Los teutónicos ofrecieron una gran resistencia, pero fueron rodeados y empezaron a sufrir graves pérdidas, entre las que se contaba el propio gran maestre.
Tras la muerte de su comandante, el resto de las tropas teutónicas empezó a retirarse. Parte se retiró a los bosques, siendo perseguidos por la caballería lituana y polaca, mientras que el resto se dirigió hacia su campamento, cerca del pueblo de Grünwald. Allí intentaron organizar la resistencia rodeando el campamento con carros unidos por cadenas (una forma de defensa móvil característica del este de Europa), pero las defensas fueron pronto rotas y el campamento fue asaltado y saqueado. La persecución de la caballería teutónica en retirada duró hasta el ocaso.
Tras la batalla
La derrota de los caballeros teutones fue aplastante. Según Andrzej Nadolski murieron 8.000 soldados teutónicos y 14.000 más fueron hechos prisioneros. La mayor parte de los 250 miembros de la orden cayeron en el combate, incluyendo muchos de sus jefes. Además del propio Ulrich von Jungingen, también murieron el gran mariscal Friedrich von Wallenrode, los grandes comandantes Kuno von Lichtenstein y Albrecht von Schwartzburg y el gran tesorero Thomas von Merheim. Markward von Salzbach, el comandante de Brandeburgo, y el alcalde Schaumburg de Sambia fueron ejecutados tras la batalla por orden de Vitautas. Los únicos altos oficiales que lograron escapar fueron el gran maestre hospitalario y el comandante de Elbing Werner von Tettinger. Entre los cautivos notables estaban Casimiro V, duque de Stettin (Szczecin), y Konrad el blanco, duque de Oels (Oleśnica). Otros varios miles de hombres fueron hechos prisioneros. La mayor parte de los mercenarios fueron liberados al poco a condición de volver a Cracovia el 29 de septiembre de 1410. La mayor parte de los oficiales teutónicos fueron retenidos, mientras que el resto fue enviado a Prusia para que intercedieran por la liberación y el pago del rescate de sus camaradas cautivos.
La matanza de tantos nobles caballeros y notorias personalidades era ciertamente inusual en la Europa medieval. El motivo fue que la mayor parte de los soldados de a pie, que fueron quienes asaltaron el campamento, habían sido reclutados de entre las clases bajas mediante levas y no tenían derecho (a diferencia de los nobles) a recibir ninguna compensación por el rescate de cautivos. La falta de incentivos probablemente motivó que no se preocuparan demasiado de tomar prisioneros. Los oficiales y notables fueron enterrados en tumbas separadas, mientras que el cuerpo de Ulrich von Jungingen fue cubierto con la capa real y transportado al castillo de Mariemburgo. Los demás muertos fueron enterrados en varias fosas comunes.
Polacos y lituanos permanecieron en el campo de batalla durante tres días. Aunque se desconoce el motivo exacto de dicha estancia, parece ser que fue debido al agotamiento tras el duro combate. Independientemente del motivo, el retraso permitió a los teutones fortificar y reforzar sus posiciones y organizar la defensa de sus posesiones. Para cuando los polaco-lituanos llegaron a Mariemburg, las posibilidades de tomarlo al asalto se habían desvanecido y se puso asedio al castillo. Las perspectivas de éxito de los aliados se redujeron todavía más ante la eventual llegada de refuerzos de Livonia para los teutones. La llegada de la temporada de cosecha y el posible enfrentamiento con Segismundo de Luxemburgo indujeron a los polaco-lituanos a levantar el sitio tras varias semanas de cerco.
Consecuencias
Heinrich von Plauen el Viejo, nuevo gran maestre de la orden, se encontró con un desolador panorama: aunque había logrado evitar que los polaco-lituanos tomaran la capital y el ejército enemigo se había retirado, la orden había perdido a la mayor parte de sus caballeros, su ejército estaba formado por mercenarios mal pagados y, por ende, poco motivados, tenía que pagar el rescate de sus hermanos de armas prisioneros y varias de las ciudades hanseáticas se habían pasado al otro bando o se habían rebelado contra el dominio teutón. Ante esa perspectiva decidió terminar con el conflicto. Tras arrebatar Danzig a los rebeldes burgueses, se iniciaron las negociaciones de paz, en las que los teutones demostraron ser mucho más hábiles que sus enemigos. La paz de Torun, firmada en febrero de 1411, establecía que la orden tenía que ceder Dobrin a Polonia y renunciar a Samogitia mientras el rey viviera. Teniendo en cuenta lo aplastante que había sido su victoria, esta paz debe considerarse un fracaso para Polonia y Lituania: sus objetivos territoriales no se vieron cumplidos, y la orden teutónica no fue disuelta. Sin embargo, el alcance de la victoria fue más allá de los términos establecidos en la paz.
La orden tuvo que pagar como rescate cinco toneladas de plata durante cada uno de los siguientes cuatro años, lo cual demostró ser más de lo que los teutones podían permitirse. Los territorios de la orden, carente de caballeros experimentados, tuvieron que ser defendidos por mercenarios, que drenaron todavía más las arcas teutónicas. La creciente presión impositiva sobre las ciudades bajo su dominio no tuvo como contrapartida un incremento de la representación popular ni en los órganos de gobierno ni en la capacidad de decisión o influencia en los mismos, y la reducción de su poder militar y la pérdida de prestigio no hicieron sino agudizar la crisis de la orden y el descontento entre sus súbditos. Con el tiempo ese descontento y nuevos conflictos con los polacos llevarían a la expulsión definitiva de la orden de territorio prusiano, territorio que pasaría a secularizarse para convertirse en el Ducado de Prusia, vasallo del rey de Polonia en 1525, culminando el proceso que había sido iniciado tras su derrota en Grunwald poco más de 100 años antes.
Referencias
- ↑ El hecho de que tenga tan diversos nombres responde a que tuvo lugar entre Grünwald y Tannenberg y a que los escasos relatos de los testigos de la misma son contradictorios acerca de su localización.
- ↑ Lukowski, Jerzy y Zawadzki, Hubert. Historia de Polonia. Madrid, 2002: Cambridge University Press, p. 34. ISBN 84 8323 297 9 rústica.
- ↑ p.43,Johnson
- ↑ Razin, p. 485
- ↑ Hasta no hace mucho se creía que el portaespada Zyndram de Maszkowice era el comandante en jefe, pero dicha idea se basaba en una traducción errónea de la descripción de la batalla hecha por Ioannes Longinus.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Batalla de Grünwald.Commons
- Analysis of the battle
- Battle of Grunwald 1410
- Account of the battle by Jan Dlugosz, secretary to the Bishop of Cracow, written sixty years after battle
- Grunwald Commune (with pictures of the Grunwald Battle 1999 and 2000)
- Triangle of villages near Grunwald on a map of Poland
- Ignacy Paderewski speech at the Grunwald monument inauguration in Cracow 1910 (500 aniversary)
- Battle of Grunwald, a painting by Jan Matejko
- Gospelcom Summary
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