Batalla de Boquerón
Parte de Guerra del Chaco
acción en las trincheras paraguayas.
Fecha 7 de noviembre de 1932-febrero de 1933 Lugar Gran Chaco Resultado Victoria Boliviana.
Beligerantes
República de Bolivia	República del Paraguay
Comandantes
Tcnl. Bernardino Bilbao Rioja (en reemplazo de Peñaranda)	Cnl.José Félix Estigarribia.
Fuerzas en combate
1.200 (noviembre de 1932) 3.000 (febrero de 1933)	900 (noviembre de 1932) 15.000 (diciembre de 1932) 3.000 (febrero de 1933)

La Batalla de Kilómetro 7 fue un combate ocurrido durante la Guerra del Chaco entre las fuerzas de Bolivia comandadas por el Tte. Cnel. Bernardino Bilbao Rioja y las fuerzas del Paraguay al mando del Tte. Cnel. Félix Estigarribia ocurrido entre el 7 de noviembre de 1932 y febrero de 1933 que terminó con la retirada paraguaya hacia Gondra luego de la batalla de Campo Jordán.

Contenido 1 Antecedentes 2 El combate 3 Reconquista de Platanillos y Loa 4 Fin del combate 5 Epilogo 6 Bibliografía

Antecedentes

La pérdida de Boquerón fue un duro golpe para los bolivianos, cundiendo una ola de desmoralización que alcanzo a todas las unidades en el chaco.

El Gral. Carlos Quintanilla fue destituido, siendo el Coronel Peñaranda Puesto al mando de la Cuarta división, los restos de la Cuarta División Boliviana en el chaco, retrocedieron abandonando los fortines Arce y Alihuatá, los más avanzados que tenían en el chaco, 400 soldados de los regimientos campero y Loa, 320 voluntarios, 110 artilleros, y 178 miembros de servicios auxiliares conformaban la fuerza restante del ejército boliviano en el chaco, continuaron su marcha hasta el Fortín Saavedra, cuando a 7 kilómetros del camino Saavedra-Alihuatá cruzaron un ancho pajonal que cruzaba perpendicularmente la vía, Los comandantes viendo en aquel campo, las condiciones adecuadas para levantar una defensa acordaron detener el avance paraguayo ahí.

Después de capturar Alihuatá y Arce, el Tte. Cnel. Félix Estigarribia perdió la oportunidad de acabar con el ejército boliviano en el chaco, al dirigir algunos ataques a los fortines Bolivianos Fernández y Platanillos dada la posibilidad de que las fuerzas bolivianas apostadas ellos salieran por su retaguardia y cortaran su línea de suministros, en ese momento Estigarribia pensaba que los efectivos apostados en esas posiciones superaban los 1000, sin saber que en esos fortines se encontraba distribuido en posiciones distanciadas el Regimiento Colorados de 220 plazas.

El error de apreciación le dio tiempo a las fuerzas bolivianas de fortificar sus posiciones, cavar trincheras y construir barreras de sacos de arena, se produjeron nuevos cambios en los comandos, El Coronel Francisco Peña, comandante interino del Primero Cuerpo, salió evacuado por enfermedad. Llegó en su reemplazo el Gral. Arturo Guillén. El Coronel Peñaranda también tuvo que salir a retaguardia por enfermedad, cediendo el mando de la defensa al Teniente Coronel Bernardino Bilbao Rioja, un brillante estratega.

Desde Bolivia, el presidente Salamanca pensó que la resistencia en ese tramo era decisiva para recuperar la moral de las tropas, la cual estaba pendiendo de un hilo, una derrota obligaría a los bolivianos a retroceder aún, lo cual acarrearía graves consecuencias para todo el ejército.

Los 18 días perdidos por Estigarribia le permitieron a los bolivianos recibir a los regimientos Abaroa, 25° de infantería, el destacamento “Z” y un grupo de artillería con 2 piezas refuerzos desde, se apostó a otros 1500 hombres y 80 oficiales al otro lado del camino y se espero pacientemente a que los paraguayos llegaron.

El combate

La batalla comenzó el 7 de noviembre de 1932, cuando el regimiento Corrales al mando del mayor Torreani Viera enviado por Estigarribia a perseguir a las tropas bolivianas, choco contra el grueso de las trincheras en un feroz ataque, primero en el centro, luego sobre el ala derecha y finalmente al ala izquierda tratando de romper la línea, el regimiento 25° de Infantería casi es rebasado, pero gracias a la ayuda del Campero logró mantener la brecha cerrada, los paraguayos intentaron una nueva ofensiva, cargando a bayoneta, pero la intervención de la Batería Rivera los detuvo, la batalla duró hasta el 9 de noviembre con grandes pérdidas para los paraguayos, que se vieron obligados a atrincherarse en una isla de monte a distancia de asalto.

La aviación paraguaya realizó un reconocimiento, informando que la unidad se encontraba aislada y sola, sin ningún refuerzo él Tte. Cnel. Bilbao Rioja, se decidió a por un contraataque para acabar con la amenaza a las trincheras bolivianas, ignorando la orden del comando que le sugería mantener la actitud defensiva para no quebrantar la débil moral de las tropas, sin saber que la 2° División Paraguaya se encontraba 50 kilómetros del lugar, y que Estigarribia había enviado al regimiento 2 de mayo a reforzar el Corrales, que había quedado seriamente desgastado y tuvo que colocarse a retaguardia.

El regimiento Murguía que se había enfrentado a los paraguayos en Agua rica, mientras estos cercaban boquerón, encabezó una maniobra de envolvimiento al ala derecha paraguaya, que debía salir a la retaguardia paraguaya, en el camino Saavedraa-Alihuatá mientras que el Campero y el Campos actuaba por la izquierda, y los regimientos Loa, 25 y el Abaroa revesaban frontalmente las posiciones de Kilómetro 7, mientras que el Chichas servía de reserva, haciendo un total de 3500 hombres para él ataque que inició la madrugada del 10 de noviembre con los disparos de las baterías Rivera y Peñaranda.

Los bolivianos apoyados por la aviación que arrojo una lluvia de bombas sobre los paraguayos atacaron al regimiento 2 de mayo agarrándolos por sorpresa, el combate se extendió por todas las trincheras, el regimiento Murguía aunque no había logrado salir completamente a la retaguardia del enemigo, choco contra el campamento del regimiento Corrales que también fue sorprendido, el mayor Torreani Viera tuvo que darles fusiles a sus cocineros y asistentes personales para que defendieran sus posiciones, el contraataque paraguayo logro hacer retroceder al regimiento Murguía.

El regimiento Loa logro desalojar a los paraguayos de algunas trincheras capturando prisioneros y material bélico, además de recoger a los heridos. A las 5 de la tarde de dio el toque de retirada.

La batalla del 10 de noviembre, con semejante despliegue artillería y elementos humanos, sorprendió a ambos bandos, provocando una pequeña ola desmoralización, en la línea boliviana, los regimientos Colorados y 25 abandonaron sus posiciones dirigiéndose a Saavedra pero fueron devueltos a sus trincheras a tiros, los mismo ocurrió los paraguayos, cuyos oficiales con pistola en mano obligaron a sus soldados a regresar a sus posiciones.

El 12 de noviembre la 4° División Paraguaya llegó desde Alihuatá para reemplazar a la 2° División que había quedado maltrecha, los paraguayos realizaron un nuevo ataque, que fue repelido gracias a la llegada de los primeros refuerzos bolivianos a las trincheras de Kilómetro 7 Era el regimiento sucre, formado por reservistas de la Capital de la República de Bolivia y de la ciudad de Potosí, y cuya moral se encontraba intacta, al ver que los ataques frontales no surtían efecto, el comandante de la 4° División planeo una maniobra para desalojar a los bolivianos del Este del camino, fijando al enemigo en el centro y en su ala derecha, intentado romper su frente del Sudoeste, el regimiento boquerón encabezó la maniobra apoyado en la izquierda por el 7° de infantería y a la derecha por el 3° de caballería, pero el 7° de infantería perdió su dirección cargando contra el ala este de la línea, desperdiciando el factor sorpresa, que los bolivianos aprovecharon para lanzar un contraataque con alto poder de fuego que obligo a huir a los paraguayos, muchos de sus oficiales que carecían de instrucción murieron bravamente al pie de sus ametralladoras, como simples combatientes.

El combate se estabilizo en ambas trincheras, el 19 de noviembre la artillería y la aviación realizaron varios bombarderos sobre las trincheras paraguayas causando gran conmoción en las tropas

Estigarribia repitió la maniobra de hace unos días, pero esta vez a una escala mayor, el Primer Cuerpo atacaría con tres divisiones en primera línea, teniendo a la cuarta como reserva, dos divisiones avanzadas rodearían el ala izquierda para llegar al camino que conectaba el fortín Saavedra con el fortín Muñoz desalojando a los bolivianos que defendían Saavedra y el fortín Agua rica. La división de avanzada paraguaya al mando del Coronel Carlos José Fernández avanzó a ciegas hacia su objetivo, pero en su radio de acción resultó muy corto, en vez de rodear el ala izquierda de la línea boliviana, choco directamente con ella, un escuadrón montado de avanzada choco con un puesto de reten avanzado boliviano, al saber que los paraguayos intentaba rebasar las defensas de kilómetro 7, el regimiento Campero alargo su despliegue hacia la izquierda cerrando el paso a los atacantes, el regimiento 22° de infantería que se encontraba de reserva fue enviado a continuar la línea cubriendo Puesto Montaño y doblándose en punta para evitar el rodeo, reforzados por la Batería Rivera que recibió la adquisición de un tanque Vickers del Tte. José Quiroga abrió fuego contra el despliegue paraguayo, el pila salió de la isla del monte desde donde atacaba para salir a un pajonal donde recibieron una lluvia letal de artillería que los obligo a retroceder.

Un nuevo contraataque de los regimientos 22, 33, y Murguía acabo por paralizar toda la maniobra.

En el centro los paraguayos se estrellaron inútilmente contra las fortificadas líneas bolivianas, esperando que la división de Fernández logre su maniobra, Estigarribia saco de las trincheras de Nanawa a su Quinta División y la lanzó sobre Agua rica, pero sin mayores resultados.

El 10 de diciembre las divisiones paraguayas intentaron una nueva y potente tentativa… para romper el frente boliviano.

El 15 de diciembre otro contraataque paraguayo cayó con más peso sobre los regimientos bolivianos Campero y 22. En el ataque murió el mayor Germán Jordán, fue otra gran pérdida para los bolivianos en este guerra, a partir de ese día ese campo paso a llamarse “Campo Jordán” en honor a ese valiente oficial boliviano caído, al que había retrasado la avalancha desde el Fortín Arce hasta Saavedra.

Otra nueva tentativa de desbordar el ala izquierda de los bolivianos fue rechazada por la brillante actuación del escuadrón cruceño Busch atacando el ala derecha de los paraguayos.

Reconquista de Platanillos y Loa

Mientras se desarrollaba la acción en las trincheras de Kilómetro 7 y Campo Jordán, el ejército boliviano concentraba Fuerzas de los fortines Ballivían, Muñoz, 27 de noviembre y Picuiba, del noroeste y Sudeste del Chaco para formar una División que pueda actuar mediante un movimiento por el flanco del despliegue paraguayo, se formó la 8° División del Ejército Boliviano, compuesta por los regimientos 47, 20, Colorados, Paucarpata, un escuadrón de caballería y una batería de montaña a las órdenes del Gral. Julio Sanjinés quien recibió la orden de recuperar el fortín Platanillos.

El cual estaba guarnecido por el regimiento paraguayo Valois Rivarola de 700 soldados. La batería Arenas dio inicio al ataque con un bombardeo al fortín durante la noche del 12 de diciembre, y al amanecer del 13 el escuadrón de caballería y el regimiento Colorados cargaron frontalmente mientras el 20 y dos compañías del Paucarpata salieron hacia la izquierda tratando de cortar su retirada a Jayucubás y el regimiento 47 por el camino hacia Fernández.

Toda la maniobra fue un éxito, excepto por la del regimiento 47 que chocando con un fuerte sistema defensivo paraguayo, no pudo cortar la retirada de los paraguayos hacia Fernández.

El coronel boliviano Ángel Rodríguez Salió Del fortín Camacho con el regimiento Ingavi de 200 hombres, mas 2 piezas de artillería que resguardaban el fortín salieron a reforzar la 8° División capturando el Fortín Loa y desalojando a los paraguayos

Fin del combate

Estigarribia vio con mucha preocupación la actuación del segundo cuerpo boliviano, la reconquista de Platanillos y Loa le daba las puertas abiertas para salir a su retaguardia y cortar su línea aprovisionamiento, aniquilando a las desgastadas tropas que aún combatían en Kilómetro 7 y Campo Jordán.

El coronel paraguayo finalmente decidió replegarse de las islas de monte que ocupaba frente a las trincheras bolivianas de Kilómetro 7 aprovechando la tregua de 24 horas del 25 de diciembre que el sumo Pontífice Pio XII, y atrincherarse a 12 kilómetros del Fortín Saavedra, en los costados del camino Saavedra-Alihuatá.

Los bolivianos, al ver que los paraguayos se retiraban contraatacaron, pero fueron recibidos con nutrido fuego desde las trincheras de Kilómetro 12 que los obligo a retroceder, seria dos meses después, en la Batalla de Campo Jordán que los Bolivianos obligan a los paraguayos a retirarse hasta Gondra, después de que el Gral. Kundt recapturara Alihuatá y cortara la ruta de suministros de la Primera División paraguaya.

Epilogo

Epilogo En la Batalla de Kilómetro se destaca la actuación de brillantes oficiales y tropa, y por sobre todo la rivalidad que nació en las trincheras entre la Cuarta División Boliviana, Apodada como la “Brava Cuarta” y la Primera División Paraguaya apodada como la “La división de hierro”.

La batalla de Kilómetro 7 ha sido muy comparada con la guerra de Trincheras de la Primera Guerra Mundial, dados los duelos de trinchera a trinchera, tanto de la artillería como de la infantería.

La Cuarta División Boliviana quedó como vencedora de la Batalla de Kilómetro siete, los bolivianos que pelearon en ella se convirtieron en los dignos camaradas de los caídos de boquerón, la consigna de No pasaran que el Tte. Cnel. Rioja dijo se cumplió.

Las bajas se calculan por miles. Entre ellas, el regimiento Paraguayo Corrales perdió alrededor del 70% de su efectivo y a muchos de sus oficiales, sus bajas fueron tan grandes que fue forzosamente retirado del frente.

Con la victoria Boliviana, la guerra entraría en una nueva Fase.

Bibliografía

• Masamaclay, historia de la guerra del Chaco, Según edición