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Batalla de Omdurmán
Batalla de Omdurmán Parte de Rebelión Mahdista
Batalla de Omdurmán, 1898Fecha 2 de septiembre de 1898 Lugar Omdurmán, cerca de Jartum (Sudán) Resultado Decisiva victoria angloegipcia Beligerantes Reino Unido
EgiptoSudán (Ejército del Mahdi) Comandantes Horatio Kitchener Abdullah al Taashi Fuerzas en combate 8.200 británicos
17.600 sudaneses y egipcios52.000 sudaneses Bajas 48 muertos
428 heridos9.700 muertos
13.000 heridos
5.000 prisionerosDesde la muerte de Charles George Gordon en enero de 1885 en Jartum, los derviches controlaban Sudán en su totalidad. El Mahdi había muerto, pero su sucesor, el califa Abdullah, ejercía un férreo control sobre su país pese a las derrotas de los últimos años. Era un hombre ambicioso, que aspiraba a extender su dominio hasta Abisinia e incluso Egipto.
En Gran Bretaña, la opinión pública exigía venganza por la muerte de Gordon. Como consecuencia, el ejército egipcio fue reforzado y la defensa del canal de Suez y de los intereses británicos fueron confiados a la Marina Real y a las tropas británicas en Egipto. En 1895 se consideró llegado el momento de preparar la reconquista de Sudán desde Egipto. La tarea le fue encomendada a Horatio Kitchener, sirdar («comandante en jefe») del ejército egipcio creado, instruido y dirigido por los británicos y que comprendía excelentes batallones reclutados entre los nativos del Sudán meridional, hombres que odiaban a los derviches. Kitchener carecía de experiencia como comandante de tropas en combate, pero tenía gran reputación como organizador militar y estaba decidido a no fracasar.
Contenido
Aproximación a Omdurmán
Para derrotar a un enemigo que se hallaba en pleno desierto era preciso mantener extensas líneas de comunicación y asegurar el avituallamiento y la evacuación de los heridos. Kitchener no dejó nada al azar. Las tropas y el material se podían transportar por barco hasta la primera catarata del Nilo en Wadi Halfa, 800 kilómetros al sur de El Cairo. A partir de allí, Horatio Kitchener decidió la construcción de una línea de ferrocarriles que llegase hasta Atbara, salvando cientos de kilómetros de desierto mientras una flotilla de cañoneras remontaba el Nilo.
Durante la metódica aproximación se libraron varias pequeñas batallas entra las fuerzas de Kitchener y las del emir Mahmoud, que debía hostigarlo mientras el califa concentraba su enorme ejercitó en Omdurmán, unos 320 kilómetros más al sur, en la orilla del Nilo opuesta a Jartum, sabiendo que éste era el verdadero objetivo.
El comandante irlandés llegó a avistar el objetivo el 1 de septiembre de 1896, acampando entre el río y una larga hilera de arbustos espinosos, la zareba. Ésta estaba vigilada por patrullas a caballo, pues se había detectado una fuerza de 50.000 derviches a 8 kilómetros de allí, tras una colina. Abdullah esperaba derrotar a los británicos respaldado por su propia base y con las líneas de abastecimiento enemigas extendidas en exceso.
La batalla
En la mañana del 2 de septiembre, al producirse el esperado ataque derviche, la fuerza anglo-egipcia se hallaba dispuesta en forma de semicírculo tras la zareba, con sus flancos apoyados en el Nilo y protegidos por las cañoneras. A 450 metros de la zareba se amontonaban los muertos y heridos, fruto del fuego de artillería, ametralladoras y fusilería. los británicos enviaron a continuación el 21º de Lanceros sobre la desorganizada ala derecha derviche para interceptar el camino a la ciudad. A cierta distancia localizaron a fuerzas enemigas en el lecho seco de un río y se lanzaron contra ellas sin percatarse de que había una gran horda derviche oculta en la depresión del terreno. En dos minutos lograron ponerlos en fuga con gran coste en oficiales, soldados y caballos.
Por su parte, Kitchener marchaba hacía Omdurmán sin asegurarse de la derrota enemiga, y sufrió el ataque de estos sobre su expuesta retaguardia y flanco derecho. Por suerte para él, la retaguardia contuvo el ataque con sus descargas mientras el ejército formaba para hacer frente a otra masa de 20.000 derviches. Las tropas de retaguardia salvaron al grueso del ejército de un terrible cuerpo a cuerpo que habría producido gravísimas pérdidas y quizá la derrota. La superioridad numérica no pudo contra fuerzas dotadas de artillería y armas de tiro rápido, como las ametralladoras.
Consecuencias
El emir Abdullah al Taashi huyó y sobrevivió hasta 1898, cuando muere en una batalla. Kitchener tendría que hacer frente al «Incidente de Fachoda», en el que quedaría asentado el poderío británico en la región, siendo posteriormente recompensado con el título de Barón de Jartum y enviado a la India.
La batalla de Omdurmán fue la primera acción de envergadura en la que tomó parte Winston Churchill (antes había servido como observador extranjero durante la Guerra de Cuba). Al igual que el propio Kitchener y muchos de los británicos que participaron en la batalla, Churchill pondría en práctica lo aprendido durante la rebelión mahdista en la futura Guerra de los Bóers en Sudáfrica, cuando alcanzó notoriedad por primera vez.
Véase también
Categorías: Historia de Sudán | Batallas del Reino Unido | Batallas de Egipto | Batallas del siglo XIX
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