Brasero

Un Brasero es un recipiente de metal en el que se hace lumbre para calentar en el interior de las viviendas. También se llama brasero a cualquier lugar donde haya brasas ardiendo, como por ejemplo al compartimento superior de las calderas de calefacción de combustible sólido o al lugar donde se disponían las hogueras para quemar a los condenados por la Inquisición.

El brasero doméstico consiste en un recipiente con base honda y una tapa con hendiduras por las que sale el calor. Para evitar el contacto con el suelo, suele montarse sobre un pie o soporte. El combustible por excelencia de los braseros ha sido el carbón vegetal si bien a lo largo de los siglos se han utilizado gran número de ustibles en función de su disponibilidad.

Los braseros se colocaban en el centro de las habitaciones o bajo unas mesas especiales, las llamadas mesas camillas. En éstas, se situaba bajo las faldas montado sobre el bastidor de madera. Para reavivar el fuego se utilizaba un instrumento metálico llamada badila, que consistía en un mango y una paleta de forma redonda.

Actualmente, con la instalación generalizada de calefacción centralizada por caldera, el brasero ha caído en desuso. Sin embargo, todavía se comercializan algunos modelos con determinadas novedades tecnológicas como son la resistencia eléctrica e, incluso, el termostato para la regulación de la temperatura.

Una variante de la estufa eléctrica consiste en una resistencia rodeando un cilindro de cerámica, protegida por una rejilla, que se cuelga mediante un gancho del tablero de la mesa camilla, y que en Sevilla se conoce como lorito, por su parecido con la jaula de un pájaro.

Tradicionalmente, el brasero se ha considerado un mueble peligroso dentro de la vivienda por el hecho de generar brasa sin estar perfectamente protegido. De hecho, ha sido causa de numerosos incendios al entrar en contacto con prendas o telas de la propia habitación (las propias faldas de la mesa camilla). Sin embargo, el peligro más grave y, desgradaciadamente frecuente, es la posibilidad de envenenamiento por la generación de monóxido de carbono, especialmente en habitaciones poco ventiladas.

Historia del brasero

Los braseros estaban muy en uso y fabricados con bastante perfección en las civilizaciones etrusca y romana, como lo atestiguan numerosos ejemplares de bronce que se guardan en varios museos europeos. En esta época, presentan formas cuadrangulares, circulares y oblongas. Se apoyan sobre pies en forma de ruedas o de garras de animales o en trípodes y llevan diversos adornos en relieve.

Siguiendo más o menos la tradición romana, el brasero continuó en Italia con formas cuadrangulares y en España con formas redondas a veces de grandes dimensiones formados por varillas de hierro o de lámina de latón. En la Edad Media, se encuentran braseros montados sobre ruedas o pies elevados.

Enlaces externos

• Breve documentación fotográfica (con más referencias web)