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Camazotz
Camazotz o Camazot es un personaje de la mitología mesoamericana. considerado como el Dios Murciélago de Aztecas y Mayas. Habitualmente se le representa como un murciélago. Se pueden ver representaciones de él en el museo de Copán, Honduras Indubitablemente, este gran Ser es un Maestro de los Misterios de la Vida y la Muerte...
En Chiapas (México) existe el pueblo de Tzinacatlán habitado por los tzoctziles (gentes del murciélago) de la familia maya y en el valle de Toluca (Edo. de México) el pueblo de Tzinacantepec. En el Popol Vuh (la Biblia Maya) el murciélago es un ángel que bajó del cielo para decapitar a los primeros hombres mayas hechos de madera, el murciélago celeste que aconsejó a Ixbalanqué y a Hunab Kú lo que debían hacer para salir victoriosos de la prueba de la caverna del Dios murciélago.
Los orígenes
El culto de Camazotz empezó alrededor de 100 A.C. entre los indios Zapotecas de Oaxaca, México; quienes veneraban un monstruo antropomórfico con cuerpo de hombre y cabeza de murciélago. El murciélago fue asociado con la noche, la muerte y el sacrificio. Este dios encontró su lugar rápidamente entre el panteón de los Quiché, una tribu maya que vivió en las selvas de lo que es ahora Guatemala y Honduras. Los Quiché identificaron rápidamente el dios-murciélago con su dios Zotzilaha Chamalcan, dios del fuego.
Hay evidencia actual que apoya que el mito de Camazotz puede haberse extendido debido a los murciélagos vampiro (bebedores de sangre) alcanzando México, Guatemala y áreas de Brasil.
La evidencia de lo anterior se halla en los fósiles del Desmodus draculae, el murciélago vampiro gigante. También han habido esqueletos del D. draculae encontrados en estado sub-fósil, de muy reciente edad, lo que sugiere que las especies todavía eran comunes cuando la civilización Maya existió, que incluso aún podría existir hoy, aunque esto es dudoso.
La Mitología
En el Popol Vuh era el nombre común referido a los monstruos similares al murciélago encontrados por los héroes gemelos mayas Hunahpú y Xbalanque durante sus pruebas en el mundo subterráneo de Xibalbá. Obligados a pasar la noche en la Casa de Los Murciélagos, los muchachos pueden mantener a las criaturas a raya hasta que Hunahpu pierda su cabeza intentando mirar la llegada del alba. Xbalanque afligido llama a todos los animales, mientras instruyendo cada uno para devolver su comida favorita. Cuando el coati vuelve con una calabaza, Xbalanque lo talla en una nueva cabeza para su hermano, y ellos continúan sus aventuras, mientras provocando la derrota eventual del Xibalba.
Características
Encontramos al tzinacan (murciélago) dibujado en estelas, códices, y vasijas mayas con la librea del dios del aire. Se le ven el apéndice nasal y los dientes triangulares saliendo hacia abajo desde las comisuras de los labios. En los códices aztecas se le dibujaba en braseros, vasos y silbatos, siempre como los vampiros de tierra caliente del Sur de México.
La boca se caracteriza por los caninos y los incisivos inferiores tapados por la lengua que, en las urnas zapotecas, siempre aparece hacia afuera; las orejas grandes y bien formadas. Saliendo de las orejas, en forma de hojas, el tragus en jade; dedos cortos con garras hacia arriba para poder utilizar las ventosas de las palmas de las manos (las que le sirven al murciélago cuando se cuelga de superficies lisas) y su apéndice nasal en forma de silla de montar u hoja.
Los templos nahuas en forma de herradura estaban dedicados al culto del dios murciélago. Sus altares eran de oro puro y orientados hacia el Este. El dios murciélago tiene poder para curar cualquier enfermedad, pero también poder para cortar el cordón plateado de la vida que une el cuerpo al alma. Los Maestros nahuas lo invocaban para pedirle curación para sus discípulos o para sus amigos profanos.
Categoría: Mitología maya
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