- Campaña persa contra los escitas
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Campaña persa contra los escitas
Campaña persa contra los escitas Fecha 514 a. C. Casus belli Expansión persa Lugar Escitia Resultado Victoria escita. Beligerantes Tribus escitas Imperio Persa Comandantes Escopasis,
Idantirso,
TaxacisDarío el Grande Fuerzas en combate Desconocidos 700.000 (según fuentes) La famosa Guerra Persa-Escita fue una campaña militar en el año 514 a. C., en la que el rey persa Darío el Grande intentó conquistar a las tribus escitas seminómadas, famosas por sus riquezas gracias al comercio. Sin embargo, el más poderoso imperio de la Antiguedad hasta entonces no pudo someter a una nación, la Escitia, famosa por sus arqueros a caballo.
Contenido
Planes de campaña
El plan persa fue muy bien preparado y entrenado, llegando a los 700.000 hombres (probablemente una exageración), enfocado a enfrentar a su enemigo en batallas campales y frontales donde con su gran número pudieran rodearlos. Se desconocen las reales causas de la campaña aunque se cree que era el primer paso para la conquista de Tracia y el Cáucaso. El plan era entrar en las estepas buscar, encontrar y vencer a las fuerzas escitas.
El plan escita era que —para compensar su inferioridad militar—, primero se unieron las distintas tribus de la nación en una sola fuerza. Aun así tenían mucho menos soldados. En las costas del Mar Negro se realizó un concilio de los distintos reyes donde se decidieron a vencer al invasor. Los escitas, afirmaban, lucharán solo si existen posibilidades reales de éxito, de lo contrario son capaces de someterse y, entonces, ya nadie podrá detener al persa. Si no les ayudaban ahora, luego sería inútil toda resistencia.
Formaron la alianza las siguientes tribus:
- Escitas
- Sármatas
- Budinos
- Gelonos
Se negaron a luchar los siguientes:
Los aliados decidieron formar tres ejércitos, cada uno con un objetivo:
- El primer ejército: de sármatas y escitas al mando del escita Escopasis. Su misión era destruir todo recurso de los lugares por donde pasarían los persas por el río Tanais (la táctica de tierra quemada: no dejarian nada que pueda usar el enemigo en su contra).
- El segundo ejército: de Idantirso, actuaría cerca de las tropas persas listo para atacarlos segun las circuntancias.
- El tercer ejército: de Taxacis, su mision era identica a la del segundo, lo formaban infanterias de budinos y gelonos.
Las tropas aliadas decidieron atraer a tropas persas a las tierras de las tribus que no los apoyaron para obligarlos a luchar, y sólo iniciar una batalla bajo las condicciones más óptimas.
La invasión persa
Sin duda los persas subestimaron al enemigo, planificaron una campaña de dos meses. La campaña se inició al cruzar el río Istrio (actual Danubio) por un puente que hicieron los ionios (estos prometieron que si en dos meses los persas no volvían destruirian el puente), guardaron provisiones para 60 días.
Los civiles fueron mandados al norte y las tropas aliadas se dirigieron en grupos y se reunieron en el sur. La fuerza de Escopasis se encontro a 3 dias de camino del Istrio con las fuerzas persas, pero en vez de luchar retrocedieron atrayendo a los persas y quemando todo a su paso. Los invasores cruzaron los ríos Tyras (Dniester), Ingul (Hyspanis) y Borysthenes (Dnieper).
Los persas los persiguieron hasta el río Tanais (Don), que cruzaron siguiendo a los aliados, llegando a tierras sármatas y de los budenos. Tras esto los aliados retrocedieron. Darío al notar su imposibilidad de avanzar (algo inútil en esas estepas sin fin), noto que los aliados fueron al norte con el fin de darse la vuelta al oeste y cortar su retirada. Darío ordenó volver de vuelta por el norte persiguiendo a los escitas. Entonces atrayeron a los persas a las tierras de los pueblos que se negaron a luchar. Los persas atacaron a los melanclenos, andrófagos y otros, empujados al norte. Sólo los agatirsos se dieron cuenta de la treta escita, y amenazaron que si atraían a los persas a sus tierras se aliarían con los últimos. Darío volvió con su ejército a tierras escitas detras de los aliados que hicieron lo mismo.
Mientras la division de Escopasis volvió al río Istrio, las otras fuerzas atacaron a los persas en su retaguardia. Los aliados rechazaron con éxito los ataques de jinetes persas, aunque nunca hasta el mismo ejercito, sino que cuando se alejaban del grueso de sus tropas. Darío intento llegar a una batalla final pero los aliados se negaron.
Al llegar al rio Istrio los jonios habían destruido el puente, por lo que las dos divisiones aliadas menores se decidieron a entablar la batalla. Los ejércitos contendientes, el persa y las dos divisiones restantes del ejército escita, se desplegaron para la batalla. Posiblemente esta no seria nunca decisoria para los escitas, que podían retirarse cómodamente llegado el caso, pero los persas no podían permitirse el lujo de ser perder la oportunidad.
Listos para la batalla ambos ejércitos, un hecho provocó el asombro en el rey persa: vio revuelo entre los jinetes de las filas escitas, ya formadas. Sucedía que había una liebre entre los escitas y varios de ellos decidieron darle caza, Darío entendió que a los nómadas no les preocupaba la batalla y a sus guerreros estaban tan seguros de la victoria que no tomaban en serio a los persas.
Darío ordeno la retirada a sus tropas, renunciando al encuentro, preparando para seguir la marcha al Istrio, el tiempo se le acaba antes de que los jonios destruyeran el puente, acampando en la noche.
En la noche los persas abandonaron el campamento, dejando a todos los heridos y enfermos, animales de carga lentos (como bueyes) y las tiendas para engañar a los escitas. Pero de nada sirvió: aunque en la mañana al darse cuanta del engaño los persas estaban lejos, los aliados —al conocer mejor las rutas— se adelantaron al rival. Cuando llegaron al río vieron que los jonios habían destruido sólo una parte del puente, la que llegaba a sus tierras, confiados fueron a encontrar a los persas.
Pero los aliados tenían falta de agua y pastos, por lo que marcharon por una ruta por la que los persas no habían marchado; mientras que los persas siguieron los caminos por donde ya habían marchado y que los propios aliados habían arrasado, de este modo no se encontraron al ejército escita y al llegar al puente recontruyeron el tramo final y tras cruzar todas las tropas lo destruyeron.
Consecuencias
Las consecuencias de la campaña son importantes, aunque Darío solo mantuvo bajo su control a las colonias griegas en las costas de Ponto Euxeinos, como Odessos, Istrios, Tyras, la isla Leuke, Olbia y Boristhenes; y en costas del mar de Maiotis (actual Mar de Azov) Nymphaion, Phanagoria y Tanais, además de la península de Tauros.
Darío dejó a 80.000 soldados (según cifras del historiador Heródoto) al mando del general Megabazo en Tracia, que expandieron el dominio persa hacia Grecia, lo que llevo a la Primera Guerra Médica.
Enlaces externos
- Satrapa1.com (artículo sobre Darío).
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