- Circulación coronaria
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Se entiende por circulación coronaria el entramado circulatorio que permite al corazón recibir sangre de su propio aparato vascular.
La aorta se divide en dos vasos sanguíneos coronarios principales: la arteria coronaria izquierda y la arteria coronaria derecha. Estas arterias principales se van a subdividir para formar arterias más pequeñas que suministrarán al corazón sangre rica en oxígeno. Así, la arteria coronaria izquierda se divide en la arteria descendente anterior y la arteria circunfleja. Por su parte, la arteria coronaria derecha se divide en la arteria descendente posterior derecha y la arteria marginal aguda. En el origen de la arteria descendente posterior nacen ramas que irrigan el nódulo auriculoventricular.
Las arterias coronarias se dividen en arterias epicárdicas y arterias intramiocárdicas, las cuales son fundamentales en la regulación del flujo coronario.
Regulación
Normalmente, el flujo coronario se autorregula por:
- Mecanismos metabólicos locales: consumo de oxígeno miocárdico, que va a depender de la frecuencia cardíaca, la tensión de la pared ventricular, la contractilidad miocárdica, la masa miocárdica, etc.
- Equilibrio entre estímulos autonómicos:
- simpáticos: la noradrenalina tiene un efecto vascular directo de vasodilatación de los vasos epicárdicos y de vasoconstricción de los intramiocárdicos
- parasimpáticos: la acetilcolina tiene un efecto vasoconstrictor directo.
Los vasos plasmaticos permiten el flujo de asangre permanente en todo el cuerpo; de esta manera los globulos blancos presentes en el torrente sanguineo se afianzan a los globulos rojos y las plaquetas.
Véase también
Referencias
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