- Clima urbano
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El clima urbano se refiere a las condiciones del clima en áreas urbanas de diferentes entorno rural, y es atribuido al desarrollo urbano. La urbanización, además de múltiples, entrelazados y complejos cambios, ejerce tremendas modificaciones irreversibles (al menos desde el punto de vista económico) en el paisaje rural previo, y desarrolla cambios en la atmósfera colindante.
La población en aumento en el mundo se concentra más y más en áreas urbanas de megalópolis (Calcuta, Pekín, Shangai, Ciudad de México, Nueva York, San Pablo, Buenos Aires). Las zonas urbanas (además industrializadas) tienen fuertes cambios en las propiedades del suelo superficial. Las superficies naturales de praderas, bosques, campos, se convierten en superficies de piedra, hormigón, asfalto, metal, ladrillos. Esto afecta al balance del calor, del agua, al agua superficial, provoca en primer término cambios de las temperaturas atmosféricas, lluvias y nubosidad.
Contenido
Temperatura
Un área urbana desarrolla un significativo calentamiento frente a su entorno rural (y posiblemente suburbano), particularmente de noche y en calma. Al ir creciendo la población, de villa a ciudad, se produce un incremento más o menos proporcional en las temperaturas (que son más bienvenidas en invierno que en verano). La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos afirma: "en días calurosos de verano, el aire urbano puede ser de 1 a 6 °C más caliente que las áreas suburbanas y rurales." No debe confundirse con el calentamiento global. Se ha producido el fenómeno de efecto "isla de calor urbana".[1]
Cuando la población supera cierto número de habitantes (digamos los 200.000 habitantes, aunque esta cifra varía según el tipo de ciudad y su nivel de desarrollo), el proceso se amplifica, sobre todo en los países desarrollados, y deberían tomarse más medidas mitigadoras del efecto isla de calor: forestación y reforestación en centros de manzana, en calles, plazas y parques, tanto de gran tamaño como en espacios reducidos; ampliar la relación "espacio verde/habitante", relación que se deteriora rápidamente por el aumento de la densidad y la disminución del espacio para la vivienda y para usos urbanísticos; realización de "pavimentos articulados" con el fin de crear microespacios verdes entre las uniones de los mismos; el fomento de la "construcción inteligente" de edificios (mayor aislamiento exterior-interior, colores blancos para reflejar la insolación, pantallas antisol), etc. Sin embargo, hay que tener en cuenta que todas estas medidas dependen de la ubicación de las ciudades en lo que se refiere al clima general de la región: lo que es bueno en la zona intertropical puede resultar inconveniente en una región de clima muy frío. Y a la inversa: la arquitectura holandesa, con ventanas angostas y techos muy inclinados para drenar las lluvias e impedir la acumulación de nieve, no tiene mucho sentido en Curazao, a pesar de lo cual, dicha arquitectura fue trasladada allí por razones histórico-culturales, casi sin adaptar a un clima más cálido. Precisamente, ese exotismo arquitectónico se ha convertido en un atractivo turístico para las Antillas holandesas.
Lluvias
Las ciudades absorben mucha menos agua de lluvia por m² que las áreas rurales, cuando todo se pavimenta, y no quedan resquicios para absorber agua. Esta situación se agrava notablemente en paisajes de colinas, desarrollando el agua que no percola, velocidades erosivas destructoras. Es indispensable desarrollar programas preventivos de minimización de riesgos de microinundaciones localizadas, durante las horas de pesadas lluvias normales (por ej. 50 mm/30 min durante 2 h). En ciudades muy grandes de países desarrollados (+ de 1.000.000 de hab.) se incluye el uso de depósitos de agua de lluvia y mejores sistemas de drenaje. A veces se desarrollan dos sistemas de desagüe: de agua de lluvia, y de aguas servidas (aguas negras, alcantarillado), para reducir riesgos de contaminación entre ambas aguas cuando se saturan los sistemas por lluvia extrema.
Vegetación y fenología
El clima urbano introduce ciertas modificaciones con relación al crecimiento de la vegetación y se ha comprobado en ciudades costeras del este de EE.UU. que el período anual de crecimiento de las plantas es quince días más largo que en las vecinas áreas rurales. Esto es atribuido a las mayores temperaturas desarrolladas por el acumulador de calor (clima) ([2] ).
Errores ambientales
El "Efecto de Isla de Calor Urbano" es una conocida fuente de error en las determinaciones de la termometría de una región. Este efecto causado por la tendencia que tienen el concreto, caminos y edificios para calentarse a elevadas temperaturas durante el día; acumulando calor y liberándolo lentamente en la noche, dando por resultado mayores temperaturas diurnas y nocturnas, de las existentes en el área rural cercana. El efecto aumenta de acuerdo al tamaño del área urbana. Como las ciudades y pueblos crecen a lo largo del tiempo, también crece el aumentoala mundial de la temperatura al ritmo del crecimiento urbano. Esto da la falsa impresión de un calentamiento de largo plazo. El mismo efecto es también evidente en los aeropuertos debido a la enorme extensión de sus pistas de despegue, de carreteo lateral, motores a reacción en calentamiento previo al despegue, y edificios de las terminales (con albedo bajo).
Termometría en estaciones meteorológicas
Como consecuencia del oasis artificial por las mayores temperaturas, los termómetros reflejan esa mayor Tº frente a las áreas suburbanas y rurales. Y no se han desarrollado, lamentablemente, estudios para "quitar" matemáticamente, la deriva en los valores termométricos desarrollados en estas condiciones artificiales urbanas. La conurbación ha agravado notablemente este fenómeno, y lo que era ámbito rural donde se establecieron la inmensa mayoría de las estaciones meteorológicas con los años y el desarrollo urbanístico, los registros de Tº están aumentados por esta situación artificial, que no afecta el entorno rural, y que no refleja las condiciones climáticas reales pero si el clima urbano y suburbano. Así, el sesgo introducido por las estadísticas meteorológicas netamente urbanas (que constituyen la inmensa mayoría a escala mundial) ha servido de base para los conceptos de cambio climático y calentamiento global.
En Australia, el Centro Nacional del Clima (NCC) ha identificado a 100 estaciones australianas como estaciones de referencia climática definidas como:
Una estación climatológica, cuya información se usa con el propósito de determinar tendencias climáticas; requiriendo de largos períodos (no menores a 30 años) de registros homogéneos, en donde se espera que los cambios ambientales antrópicos son, o se esperan que permanezcan, reducidos al mínimo. De manera ideal, los registros deberían ser de una duración suficiente para permitir la identificación de cambios seculares del clima.Correcciones
La vasta mayoría de las lecturas termométricas se toman en ciudades y pueblos en crecimiento, es inevitable la infiltración de un calentamiento de largo plazo en las temperaturas promediadas. Es una infiltración que se debe intentar corregir, con un ajuste por población.
En el registro de la ciudad de Nueva Delhi, India, con 8 millones de habitantes, los ajustes se limitan a 0,2 °C a lo largo de 70 años, una corrección inadecuada para semejante crecimiento y desarrollo en área de la ciudad. De manera irónica, Nueva Delhi muestra un enfriamiento hasta 1999, sin importar cuál sea la versión del registro que uno prefiera aceptar.
La Estación Meteorológica de Alice Springs, centro de Australia (estación estratégica) tendría 18.000 hab. Sin embargo, el censo de 1991 muestra que tiene 25.585, y sigue creciendo. La posibilidad de errores de procesamiento al hacer ajustes por urbanización es muy seria. Alice Springs es el único sitio bien mantenido que "cubre" una vasta área en el centro de Australia. Al usar una cifra antigua desactualizada para la población resulta en un ajuste de urbanización inadecuado que afecta el clima percibido en Alice Springs.
DTu-r(max) = 1,42 log10 (POP)-2.09, o "Fórmula Para Calcular Efecto de Calor Urbano", Australian Meteorological Magazine, (v.50, 2001, 1-13): 'Características de las Islas de Calor Urbano en las ciudades del sudeste de Australia'. Torok et al. La fórmula es el resultado de un estudio sobre la magnitud de los efectos de las islas de calor en cuatro pequeñas ciudades en el Sudeste de Australia y establece una regla general para la estimación de las islas de calor en tales poblados a partir de datos locales.
Véase también
- Área urbana
- Arquitectura bioclimática
- Clima
- Contaminación del aire
- Diatermancia
- Geografía urbana
- Isla de calor
- Lluvia ácida
- Urbanismo
Fuentes y referencias
- Balling & Hughes. Influencias urbanas en las tendencias de temperaturas en Sudáfrica, International Journal of Climate, 16, 935.
- Cook et al. Cambio Climático en Tasmania de las cronologías de anillos de árboles por 1089 años, Huon Pine, Science, 253, 1266-1268.
- Curtis et al. Efectos de la Isla Urbana de Calor en Fairbanks, Alaska. Theoretical Applied Climatology, 1999.
- Trewin, B. Registros de altas temperaturas en Australia. Australian Meteorology Magazine, 46, 251.
Enlaces externos
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