- Coco (novela)
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Coco Autor Cristina Sánchez-Andrade Género Novela Idioma Castellano País España ISBN 9788478719365 Coco es una novela escrita por Cristina Sánchez-Andrade, publicada en 2007 por RBA.
Contenido
Argumento
La Coco de Sánchez-Andrade es una singular representación de la soledad más devastadora, la personal aproximación a una mujer que se creó a sí misma para escapar de lo que siempre temió en realidad ser. Aunque en ese empeño ni siquiera sus maravillosos vestidos consiguieron disfrazarla lo suficiente.
En la suite real del Hotel Ritz, una anciana de setenta y cinco años vive la llegada del año nuevo hastiada y sola. A punto de salir descubre que alguien, apostado en algún rincón, acaba de disparar contra ella. Esa bala que se acerca la lleva a pasar revista a su propia existencia, su propio devenir y a descubrir la identidad de su asesino. Con una prosa contenida y de profunda sensualidad, Cristina Sánchez-Andrade novela la historia de una de las grandes mujeres del siglo XX sin la menor concesión al aura de romanticismo que siempre envolvió a la diseñadora. Al tiempo que muestra algunos de los aspectos más glamourosos de su itinerario vital, su amistad con Picasso, Cocteau o Misia Sert, sus amoríos con el duque de Westminster o sus escarceos con Hollywood, la autora interpreta el carácter de la mujer que había tras esa imagen. Más allá de la creadora que iluminaba cualquier ambiente con sus sobrios vestidos de cóctel, sus trajes de chaqueta, sus collares de vueltas de perlas falsas o sus zapatos bicolor, descubrimos a una mujer perpetuamente insatisfecha y resentida, destrozada por el recuerdo de su infancia y de su madre, capaz de despreciar a su hermana, de traicionar a sus amigas y de humillar y tiranizar a sus empleadas. Rehuyendo preciosismos y sentimentalismos hueros, desde una contenida distancia, la Coco de Sánchez-Andrade es una singular representación de la soledad más devastadora, la personal aproximación a una mujer que se creó a sí misma para escapar de lo que siempre temió en realidad ser. Aunque en ese empeño ni siquiera sus maravillosos vestidos consiguieron disfrazarla lo suficiente.
La autora
Cristina Sánchez-Andrade (Santiago de Compostela, 1968) es licenciada en Derecho y en Ciencias de la Información. Colabora habitualmente con la prensa, hace crítica literaria y traduce. Es autora también de Las lagartijas huelen a hierba (Lengua de Trapo, 1999), Bueyes y rosas dormían (Siruela, 2001), Ya no pisa la tierra tu rey (Anagrama, 2004, Premio Sor Juana Inés de la Cruz) y Alas (Trama Editorial, 2006), traducidas a varios idiomas.
Entrevista con la autora
P. ¿Cómo nació la idea de escribir esta novela?
R. Siempre me han interesado los grandes personajes, creo que basta con tener un personaje interesante para que la novela esté prácticamente hecha...y digamos que estaba esperando que llegara a mis manos alguien así (o que yo llegara a las suyas, porque en realidad muchas veces son los personajes los que “escogen” al escritor). Surgió la idea cuando estaba hojeando un anuario y me encontré con que en enero de 1971 moría Coco Chanel, sola, en una suite del Hotel Ritz de París. También aparecía su foto: una mujer muy elegante de rostro nada plácido que escondía la mirada bajo unas gruesas gafas de concha y unas cejas dibujadas con lápiz, con los pómulos entumecidos por el cansancio y la vejez. Me pareció increíble que una mujer como ella, que llegó a marcar una época, pudiera acabar sus últimos días sola, en la habitación de un hotel. Pensé que su trayectoria vital tendría que ser interesantísima y así es.
P. Háblenos del trabajo de documentación e investigación que tuvo que hacer para escribirla. ¿Cómo fue el manejo de la información biográfica de Coco Chanel combinado con su imaginación y su recreación literaria?
R. La vida de Coco Chanel es de por sí una novela fascinante sin tener que añadir ni recrear demasiado. Y lo cierto es que a medida que iba leyendo e investigando sobre ella, me iba pareciendo más y más interesante tal y como era, sobre todo su talante inconformista, sus reflexiones sobre la vida, sus frases inteligentísimas y sagaces... La época que le rodea también es increíble: el despuntar de los descubrimientos técnicos y científicos, las dos guerras mundiales, los felices años 20, las vanguardias...Y la gente con la que se codeaba como Picasso, Cocteau, Stravinsky, Serge Lifar, José María Sert... Sin embargo, no quería que mi novela se acabara convirtiendo en otra biografía más y por eso intenté jugar también con la imaginación y con la recreación literaria. Así que me inventé su código moral, la puse a convivir entre personajes totalmente inventados (todos sus empleados y la relación que tiene con ellos son ficticios) y la metí en una historia que a veces coincidía con la real y otras no. De hecho, el apellido no aparece por ninguna parte, como tampoco el tema de los perfumes al que hoy en día se asocia principalmente a Chanel. Al poco me di cuenta de que la Coco personaje era tan tirana como en la vida real y que empezaba a llevar la narración por el camino que más le convenía... Esto es algo que también me ha ocurrido con los personajes de mis otras novelas. Me encontré con que ella misma –y no yo- establecía las leyes psicológicas, éticas, físicas. Ha sido un trabajo bastante meticuloso de documentación porque cuando acompañas a un personaje a lo largo de prácticamente un siglo hay que estar pendiente de muchas cosas, no puedes meter un teléfono en 1900, por ejemplo, ni decir que se había inventado la licra o la cremallera hasta bastante después. Luego está todo el mundo de la moda, del que he tenido que empaparme también... Pero creo ha sido muy aleccionador y que ha merecido la pena.
P. ¿Podríamos decir que esta novela es también una historia de la liberación femenina como uno de los grandes acontecimientos del S. XX?
R. Como he dicho, el círculo habitual de Coco estaba formado por intelectuales y artistas. Todos pretendían cambiar el rumbo cultural de una época y ella hizo lo mismo con la moda. Fue tal vez la primera persona que entendió el vestido como expresión de un momento histórico y que dio a las mujeres la libertad de movimiento que ansiaban. Hasta ese momento, las mujeres tenían cintura de avispa, usaban un corsé que les retorcía la espina dorsal y grandes sombreros cargados de frutas. Y es que la moda, como ocurre ahora, era el reflejo de una mentalidad. Ella suprimió las borlas, los adornos exagerados, las faldas llenas de pliegues que aprisionaban las piernas y empezó a rendir culto a la línea recta. Todo esto, junto con su propia trayectoria vital (Coco fue, al menos a primera vista, una mujer libre) me sirve a mí como escritora para hablar de la liberación femenina que efectivamente fue uno de los grandes acontecimientos del siglo XX. En todo caso, lo que más me fascinó del personaje fue otra cosa: su espontaneidad, su personalidad genuina, el inconformismo y rebeldía ante el destino que le hubiera tocado vivir. Coco ensalzaba la libertad, pero en realidad estaba encerrada en sí misma. En su soledad, en su insatisfacción, en sus miserias. Gracias al esfuerzo personal y al tesón consiguió mucho en la vida. Pero como nos ocurre a todos, no pudo elegir el lugar de su nacimiento, ni su cara, ni a sus padres, ni a su infancia. Por ello se tiró toda la vida escapando de lo que en realidad era. Al final se ve que no puede hacer otra cosa que aceptar su carga hereditaria del mismo modo que no puede hacer otra cosa que aceptar el propio destino.
P. Coco fue una mujer que abrió la brecha, puso la mujer a la altura del hombre en fuerza y libertad... ¿fue por esto que tuvo que pagar un precio tan alto?
R. Es verdad que abrió brecha y que, en muchos aspectos, puso a la mujer a la altura del hombre. Hay una escena de la novela en la que se ve esto claramente, y es cuando ha conseguido hacer suficiente dinero como para devolver el préstamo que su amante le ha dado para montar una sombrerería. A él (Erny en la novela) esto no le gusta en absoluto, surgen los celos, porque ahora Coco se ha convertido en una mujer de negocios que encima produce, hace dinero, y ese dinero le da derecho a otras cosas. Cosas como sentirse cansada al final del día (y que él tenga que respetar ese cansancio, su deseo de estar sola), quejarse por el exceso de trabajo, sentirse responsable, irse de casa para instalarse en la suya propia. Es decir, que ya no está amarrada por el grillete del dinero. Esto, curiosamente, sigue ocurriendo hoy en día. Porque aunque la mujer trabaje y tenga su independencia económica, en la mayoría de los casos, el sueldo de la mujer es menor que el del hombre... Es una lástima pero la nómina hoy en día en muchos casos todavía marca la diferencia entre el hombre y la mujer. Esto aparece en el libro y lo comento porque creo que es así, pero en ningún caso pretendo que mi novela sea una confrontación entre el mundo masculino y el femenino. Nada más lejos de mis propósitos. Es más, este tema no me interesa más que de pasada... La libertad que adquiere (o que no adquiere porque vemos que la Coco anciana no es una mujer libre) es estrictamente personal, no tiene nada que ver con su relación con los hombres. En realidad es una “falsa libertad” porque a pesar de que parece haberse convertido en dueña de sí misma, acaba sintiéndose insignificante e impotente.
P. Así vemos la otra cara del glamour, la insatisfacción, la soledad, el resentimiento... Háblenos de lo que se esconde detrás de la belleza como otro de los temas centrales del libro.
R. Si hubiera que resumir en una frase la novela escogería la siguiente: “la otra cara del glamour”. Detrás de todo ese espejo de luces y éxito, de fama, de codearse con Picasso y Stravinsky, de ser la amante de duques, de tenerlo todo (al menos aparentemente) para ser feliz, en el fondo estamos ante un ser pequeño, despreciable y falto de gloria, un ser terriblemente cómico, que se tira toda la vida fastidiando al prójimo de manera egoísta y que es incapaz de amar. Así al menos lo pinto yo en la novela, yo creo que en la vida real no llegaba hasta ese extremo. Porque la novela también habla del amor tan necesario en la vida. Coco es incapaz de amar si no es dominando. Ya se trate de su hermana, de sus numerosos amantes, de sus empleados, del recepcionista del hotel.... Siempre hay un sentimiento que ella cree de “amor” pero que no lo es. Es capaz de ofrecerles todo, su glamour, su ingenio, regalos materiales. Todo excepto una cosa: su derecho a ser libres. Los quiere porque los domina. Al final de sus días, los pocos acompañantes (que no amigos) que la rodean están allí por su dinero. Esto le crea mucha insatisfacción y resentimiento. Al final de la novela ella comprende que la vida consiste en algo muy sencillo: abrazar y ser abrazado. Pero resulta que la vida ya se le ha pasado.
P. Hay una bala que se va acercando a Coco en aquella fría habitación de hotel, y sentimos la tensión de la muerte como hilo conductor de la narración. Háblenos del aspecto formal de la obra.
R. La novela comienza cuando, en la suite del Hotel Ritz de París, una vieja de 88 años se despierta con la intuición de que ese día va a morir. Sale al pasillo, ve una silueta, oye un disparo e inmediatamente ve como una bala se dirige hacia ella. El recorrido de la bala es el recorrido de su vida. En ese lapso simbólico de tiempo (dos segundos) transcurre la novela mientras que ella hace balance de su vida y se pregunta quién podría tener motivos para matarla. El asesino/a es, finalmente, la persona menos esperada. O tal vez, todo lo contrario...
P. Cuál fue la mejor lección que le dejó haber escrito Coco.
R. La mejor lección que me dejó haber escrito Coco fue la frase de Shopenhauer que encabeza el libro y que viene a decir que es mucho más importante lo que uno tiene por sí mismo y le acompaña en la soledad, que todo lo que se es y se posee a los ojos de los otros. Cuando, a punto de morir en la suite del Hotel Ritz, Coco hace balance de su vida se da cuenta de que, a pesar de haber podido tener todo, no se tiene más que a sí misma: una mujer resentida, sola, insatisfecha, sin hijos o nietos a los que hacer un regalo de Navidad... Esta es su terrible desgracia.
La crítica ha dicho...
“Un texto maravillosamente escrito, que recupera el valor fertilizante de la literatura” (JULIETA VALERO)
“Si alguien piensa que todo está dicho en la novela y que no hay nada nuevo bajo el sol, que tome este libro” (ANGELINA MUÑIZ HUBERMAN)
“Un buen ejercicio de ficción al servicio de algunas verdades humanas dolorosas” (J.ERNESTO AYALA-DIP)
“En el caso de Cristina Sánchez-Andrade puede hablarse, desde luego, de una escritora con un mundo propio e insólito y un estilo que sorprende” (LUIS GARCÍA JAMBRINA)
“Un verdadero reto para lectores de largo recorrido que prefieren poner a trabajar sus neuronas” “Un lenguaje de arraigada sensualidad: las palabras se ven, se escuchan, se palpan, se huelen y hasta se paladean” (LUIS POUSA)
Enlaces externos
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