- Convento de San Leandro
-
El convento de San Leandro situado en la Plaza de San Ildefonso de Sevilla (España) es un interesante ejemplo de la arquitectura conventual de la capital hispalense. Este convento fundado en 1295 por la Orden de Agustinas, estuvo en su origen emplazado en el lugar conocido como «Degolladero de los Cristianos». Posteriormente, y tras estar ubicado en la calle de Los Melgarejos, fue trasladado en 1369 a unas casas situadas junto a la parroquial de San Ildefonso.
Contenido
Descripción
Interior
El inmueble posee una planta casi cuadrangular, con tres fachadas exteriores. El acceso al convento se realiza a través de un vano que se localiza en el frente correspondiente a la plaza de San Ildefonso, y que da paso a un pequeño compás. Este posee dos galerías con pilarcillos metálicos y una tercera con columnas. En su perímetro se encuentran la puerta reglar y los locutorios, así como el torno.
Tras la citada puerta reglar, mediante un acceso en recodo se pasa al claustro. Este, también llamado «Patio grande» o «Patio central», posee una estructura romboidal, con doble galería de arcos peraltados en planta baja y de medio punto en planta alta. Las galerías están soportadas por columnas de mármol, y se enmarcan con alfices. Los muros del claustro, por su parte, están revestidos con azulejos de cuenca, que alternan con otros lisos. En el centro del patio se localiza una interesante fuente poligonal, con tazón central.
Alrededor del citado claustro se sitúan las principales dependencias del convento, dispuestas en sus diferentes alas: la iglesia y el coro bajo, la sacristía interior, la sala capitular, el refectorio y el despacho de la abadesa.
La actual iglesia, construida a fines del siglo XVI, posee estructura de cajón, con los coros alto y bajo a los pies. La nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos, formando cuatro tramos entre arcos fajones. El presbiterio, que queda diferenciado de la nave mediante un gran arco de triunfo decorado con pinturas, se cubre con una cúpula semiesférica sobre pechinas. En el muro derecho del presbiterio se localiza el vano de acceso a la sacristía llamada «de afuera».
A los pies de la iglesia se encuentra el muro de cerramiento que separa la nave del coro bajo; está articulado por medio de pilastras y de un gran vano de medio punto, cerrado con una artística reja, en su parte central. A ambos lados del citado vano se abren dos portezuelas adinteladas, que dan paso al coro bajo. Este espacio se cubre con tres tramos de bóvedas de cañón con lunetos. El coro alto, por su parte, posee una estructura similar y presenta una gran celosía de madera.
En el interior del templo, además de los interesantes bienes muebles que posee, destaca un magnífico cancel, fechado en 1729.
La sala capitular, situada en el ala del claustro perpendicular a la iglesia, es el resultado de una subdivisión efectuada en la nave de los antiguos dormitorios. Se trata de un espacio rectangular, con cubierta adintelada y vigas de madera. En la planta alta se localizan los antiguos dormitorios.
El refectorio, por su parte, se localiza en el ala derecha del claustro. posee planta rectangular y se cubre con un sencillo artesonado fechado a comienzos del Siglo XVII. Sobre el citado refectorio se han dispuesto las actuales celdas-dormitorios, aunque existen otras distribuidas de madera dispersa por todo el convento.
En el inmueble destaca el sector que comprende la esquina entre la calle Zamudio y la plaza de San Ildefonso, conocido como «del obrador». En este ámbito se sitúan las dependencias utilizadas para la fabricación de los dulces típicos de este convento, alrededor de un patio denominado «de San José».
Otro núcleo interesante lo constituye el noviciado. Este, que se organiza también en torno a un patio, se localiza al fondo de la parcela formando fachada con la calle Caballerizas. Junto a este sector se sitúa la cocina (paralela al refectorio) y la vivienda del capellán (a un lado de la zona del compás, con fachada a la calle Caballerizas). No lejos de estas dependencias se encuentran los lavaderos, aún utilizados a pesar de su antigüedad, y en los que destaca un hermoso patinillo con columnas.
En el sector de la calle Imperial se encuentra un pequeño patio llamado «de la Cruz». Posee doble arquería y alrededor se alojan la enfermería y la antigua cocina de la misma.
Por último, y frontero con el jardín de la Casa de Pilatos, se localiza el jardín conventual. Este, de apreciables dimensiones, cuenta con pozo y fuente, así como edificaciones relacionadas con su mantenimiento.
Exterior
Al exterior, el conjunto posee tres fachadas. La principal, que se localiza en la plaza de San Ildefonso y la calle Caballerizas, presenta sus paramentos encalados y una serie de vanos adintelados. En ella destaca la portada de acceso al convento, muy sencilla.
La fachada correspondiente a la plaza de San Leandro y a la calle Zamudio incluye la portada de acceso a la iglesia. Esta se compone de un vano de medio punto enmarcado por pilastras toscanas, rematado por un frontón triangular roto. En el centro del mismos se sitúa el escudo de la Orden Agustina, mientras que a ambos lados aparecen dos remates piramidales coronados con bolas. El conjunto se remata mediante un frontón curvo coronado con una cruz.
La tercera fachada, ubicada en la calle Imperial, presenta un esquema semejante a las anteriores, con sus paramentos encalados y vanos adintelados.
Referencias
- El contenido de este artículo incorpora material de la declaración del Bien de Interés Cultural publicado en el BOE Nº 5, el 5 de enero de 1996 (texto), que se encuentra en el dominio público de conformidad con lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley de Propiedad Intelectual española.
Categorías:- Bienes de interés cultural de la provincia de Sevilla
- Conventos y monasterios de Sevilla
- San Bartolomé (Sevilla)
Wikimedia foundation. 2010.