Daniel Delgado París
Presidente de Cundinamarca
Datos personales
Partido	Liberal
Profesión	Militar, político

José Daniel del Pilar Delgado París (n. 1838 - † 1879) militar y político colombiano, nacido en Bogotá en 1838 y fallecido en la misma ciudad el 15 de enero de 1879.

Contenido 1 Inicios 2 El Golpe del 23 de mayo 3 Comandante Militar 4 Presidente de Cundinamarca 5 Familia 6 Referencias

Inicios

Daniel era hijo del coronel caucano Joaquín María Delgado, veterano de la batalla de Ayacucho, y de la señora Dolores París. Hizo sus estudios en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. En 1860 ingresó como soldado raso y su destreza le permitió ascender rápidamente en la escala militar. En 1867 se encontraba en el destino de comandante del batallón Zapadores, posición que le permitió figurar en el ámbito político por el papel que tuvo que jugar esa plaza en la vida polìtica del país. El general Tomás Cipriano de Mosquera se encontraba presidiendo al país, y su relación con el Congreso no era buena porque al estar compuesto mayoritariamente por opositores suyos, estallaba en cólera cada vez que no le era aprobado un proyecto de ley, llevando al mandatario inclusive a amenazar al Congreso con clausurar sus funciones, anuncio que materializó el 29 de abril, al descubrir que el congreso había aprobado sin consentimiento suyo la adquisición de un buque estadounidense.

El Golpe del 23 de mayo

Con el decreto de clausura del Congreso, Mosquera declaró al país en estado de guerra y ordenó la detención de los congresistas. Esta situación motivó a personajes destacados como el doctor Carlos Martín y el general Santos Acosta para diseñar un golpe de estado. Entre las alternativas estaba organizar un ejército en el Norte del país para atacar a Mosquera o gestar un golpe al interior del propio Ejército. Los ilustres señores buscaron en la media noche al coronel Delgado para pedirle su opinión, y al manifestar éste que apoyaría el contragolpe, los jefes oprtaron por la segunda opción.

Mosquera terminó facilitando la operación antes que neutralizarla, cuando tomó la deisión de nombrar al general Acosta como comandante del Ejército. El comandante no quiso aceptar porque al vincularse al gobierno quedaría impedido moralmente para conspirar contra él, pero sus ocmpañeros le hicieron ver que la lealtad por la patria estaba por encima de la del presidente, más aún cuando los atropellos del primer mandatario eran más frecuentes y atrevidos. En consecuencia, Acosta asumió el cargo el 16 de abril y organizó los detalles del golpe, dejando definida la partida que asistiría a detener a Mosquera, encabezada por él y complementada por Martín, el general Mendoza, Daniel Delgado, el coronel Vezga y el Mayor Policarpo Forero.

El 22 de mayo en la noche asisitó Martín a la habitación de Mosquera para verificar que no llegara a oidos del presidente los rumores de la cconspiración que era casi de dominio popular. A medianoche lo dejó descansar y salió para el batallón zapadores confirmando que Mosquera no estaba prevenido. Procedió el coronel Delgado a preparar una partida de hombres que ingresó a las 3 de la mañana al palacio y accedió a la habitación de Mosquera, poniéndolo preso en nombre de la Constitución y de las Leyes. Santos salió en acto seguido a caballo acompañado de Martín y de Miguel Salgar, y luego de recibir el reconocimiento de los batallones, asistió a la Corte Federal para tomar posesión como presidente en su calidad de segundo designado, pues el de primer renglón estaba en el exterior.

Comandante Militar

Su papel del 23 de mayo le mereció a Delgado su ascenso a general y su nombramiento como comandante de la primera división del Ejército. En esta posición fue ratificado por el general Santos Gutiérrez que era el designado de Mosquera pero que ante el golpe no pretenió reclamar su derecho, pero decidió postularse a la presidencia para resultar electo y posesionarse el 1º de abril de 1868. Su confianza en Delgado se hizo efectiva al conjurar el intento de golpe que en su contra encabezó el ilustre ciudadano Ignacio Gutiérrez Vergara, presidente de Cundinamarca, quien decidió disolver la Asamblea y llamar a los ciudadanos a adherirse a su ejército el 9 de agosto de 1868. El presidente decretó el aumento del pie de fuerza y qcreó una segunda división a la cabeza de la cual puso a Delgado, quien teniendo como ayudante de campo al mayor Antonio María Echeverría Rosillo, presionó la renuncia de Gutierrez, permitiendo que el presidente de la unión designara como nuevo presidente de Cundinamarca al general Rudescindo López Delgadillo y retornar la normalidad en el orden público de la Unión.

Delgado volvió a intervenir en la defensa de las institucionalidad cuando, en 1875, Rafael Núñez se acercó al Ejército para pedir su apoyo a su candidatura presidencial, pues estaba siendo promovido por los estados del Norte con la consigna Núñez o la guerra. El presidente Santiago Pérez Manosalva hizo público un documento en el que disponía que el Ejército no debía intervenir en la contienda presidencial, llamado que respladó Delgado y otros altos oficiales, pero que se abstubieron de firmar el secretario de guerra y el comandante del Ejército, generales Ramón Santodomingo y Solón Wilches, situación que llevó al presidente a retirarlos de sus cargos y designar como sustitutos a los generales Wenceslao Ibáñez y Daniel Delgado.

La guerra estalló en junio de 1875, cuando Santodomingo y Wilches comenzaron a organizar un ejército en el norte que respaldaba la presidencia de Núñez. Esta situación llevó al presidente Pérez a entregarle el comando del ejército al general Gabriel Reyes Camacho y ubicar a Delgado en la jefatura de estado mayor por estrategia. Acto seguido organizó el ejército del norte y puso a su cabeza al general Sergio Camargo, pero en un acto inesperado, este fue apresado por el presidente del estado de Panamá. Este hecho llevó a Pérez a designar a Delgado en el cargo del general Camargo.

El Norte seguía envalentonado contra el gobierno de la Unión, hasta el punto que el presidente del estado de Magdalena, Joaquín Riascos, se declaró así mismo presidente de la Unión en ejercicio y nombró como comandante del Ejército al general Santodomingo. Así las cosas, Delgado parís aceleró su accionar y entro en contacto con las tropas de Riascos en Tenerife el 26 de julio de 1875, propinándoles la primera derrota en el campo de guerra y luego el 7 de agosto en San Juan del Cesar, donde cayó muerto Riascos, baja que debilitó sensiblemente a los rebeldes.

Controlada prácticamente la situación, tropas organizadas desde Panamá atacaron a las de Delgado en El Banco pero fueron derrotadas. El intento de los rebledes preocupó a Delgado, por lo que este decidió diseñar una ofensiva final, cuyo resultado forzó a Santodomingo a aceptar la derrota y firmar el esponsorio del buque Gloria, en el que sometía de nuevo al estado de Magdalena a la Unión. Las elecciones presidenciales se desarrollaron con normalidad y le concedieron el triunfo al doctor Aquileo Parra sobre Núñez.

Delgado actuó en defensa del gobierno de Parra durante la revolución de 1876, cuando las fuerzas conservadoras se sublevaron en Cauca contra el Gobierno Central al acusarlo de ateo. Parra designó al general Julián Trujillo como comandante del Ejército, el cual con un ejército improvisado pero nutrido de fervorosos liberales, atajó a a fuerzas conservadoras combinadas de Cauca y Antioquia, logrando derrotarlos el 31 de agosto en la sangrienta batalla de Los Chancos, cerca de Buga, en la que Delgado notó el arrojo del joven Benjamín Herrera, futuro dirigente liberal, al cual promovió luego de la acción al grado de capitán y lo nombró su ayudante de campo.. Neutralizado el avance de las tropas, Trujillo avnazó hacia Manizales mientras que el general Marceliano Vélez de Antioquia llegó con sus hombres a Cundinamarca entusiasmado por las guerrillas conservadoras que se armaron entusiasmadas por derrocar a Parra. El presidente del Senado, Manuel Murillo Toro, propuso una salida pacífica a la revolución, a lo que logró persuadir a los congresistas, quienes la materializaron luego de haberse dado la batalla de Garrapata, en la que no hubo vencedores. Vélez se rindió en Manizales el 5 de abril de 1877.

Presidente de Cundinamarca

Delgado renunció al mando militar para postular su nombre para presidente de Cundinamarca, cargo en el que resultó electo y se posesionó en 1878. Tuvo que atender la convulsionada elección de diputados a la Asamblea del Departamento, en la que lagunos de los candidatos propiciaron enfrentamientos entre oficiales de la Guardia Nacional y las fuerzas del Estado, situación que pudo haber sido más grave si el presidente de la Unión hubiera atendido a algunos que le pedían su apoyo para derrocar a Delgado. El general controló la situación pero no pudo terminar su periodo, fues falleció repentinamente en enero de 1879. Su muerte fue acogida con hondo pesar, y sus funerales llevados a cabo en medio de multitudinarios homenajes. El Consejo de Bogotá, mediante el acuerdo 23º del 5 de julio de 1879, dispuso la construcción de un mausoleo en el Cementerio Central de Bogotá que guardara sus restos y perpetuara su memoria, monumento que aun existe y se levanta sobre el ala izquierda del callejón principal de acceso a la capilla. Su figura fue puesta como las egregias del partido liberal, y su óleo ubicado en la dirección nacional del partido, donde permaneció hasta el 9 de abril de 1948, cuando fue consumido por las llamas en la destrucción que sufrió Bogotá por el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán.

Familia

Delgado había contraído matrimonio en la Iglesia San Victorino de Bogotá el 11 de noviembre de 1864 con María Pérez Silvestre, hija de Lucio Pérez Cháves y María Josefa Silvestre Salgar, con quien tuvo por hijos a Daniel Delgado Pérez, Dolores Delgado Perez, Manuela Delgado Pérez de Corrales, el coronel Pedro Pablo Delgado Pérez y María Raquel Delgado Pérez.

Referencias

http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=7832#1