Daniel Peña Sanchez de Rivera (Madrid, 1948). Doctor Ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid, Diplomado en Sociología y Estadística por la Universidad Complutense de Madrid e ITP en Administración de Empresas por Harvard. Actualmente es Rector de la Universidad Carlos III de Madrid.

Ha sido Catedrático en la Universidad Politécnica de Madrid, la Universidad de Wisconsin- Madison y la Universidad de Chicago. Fue miembro de la Comisión Gestora y Vicerrector de la Universidad Carlos III de Madrid (1992- 1995), donde hoy es Catedrático, Director del Departamento de Estadística, y Rector.

Director Fundador del Departamento de Métodos Cuantitativos de la EOI, del Laboratorio de Estadística en la ETSII-UPM, así como de los departamentos de Economía y Estadística y Econometría de la Universidad Carlos III de Madrid.

La trayectoria profesional de Daniel Peña se extiende más allá del ámbito universitario, ha sido Director de la Revista Estadística Española y Presidente de la Sociedad Española de Estadística e Investigación Operativa. En el mismo campo, destaca como Presidente fundador del Comité de Métodos Estadísticos en la Asociación Española de la Calidad y miembro del Consejo Superior de Estadística del Estado. Vicepresidente del Instituto Interamericano de Estadística y Presidente de European Courses in Advanced Statistics.

El profesor Peña ha publicado once libros y más de 180 artículos de investigación sobre Estadística, Calidad y sus aplicaciones. Editor Asociado de varias revistas internacionales, ha recibido premios de investigación nacionales e internacionales; en 2006 le otorgaron el Youden Prize al mejor artículo publicado en Technometrics.

Además, es miembro de honor de prestigiosas asociaciones internacionales como el Institute of Mathematical Statistics y la American Statistical Asocciation.

Actualmente, ocupa el cargo de rector en la Universidad Carlos III de Madrid, segunda persona en ocupar este cargo tras Gregorio Peces Barba, uno de los padres de la Constitución. Su gestión se ha caracterizado por un incesante intento de prestigiar la universidad. Sus principales preocupaciones son los ránkines y convertir el campus en un homenaje al orden y el buen funcionamiento, la enseñanza de calidad y la adaptación del alumno a los esquemas dictados desde la institución. El hecho que más le ha caracterizado en este sentido ha sido la implantación del EEES (Plan Bolonia). Peña quiso que su Universidad fuera la primera en implantar los grados, partiendo de una base propicia, ya que la Carlos III ya contaba con licenciaturas de 4 años y una metodología de enseñanza basada en la práctica y la participación. Con este afán de excelencia se realizó una implantación del plan completamente vertical, planeada e inmediata, sin contar en ningún momento con la participación u opinión de los estudiantes. Su concepción de la Universidad es un lugar en que los estudiantes se integran en la vida institucional y preparlos lo más eficientemente posible para el mercado de trabajo. De esta forma, y siempre con el objetivo de llegar a posiciones de superioridad con respecto al resto de universidades, nunca ha dejado ningún espacio a la participación de los estudiantes. Así, se ha intentado acallar por todas las formas al movimiento estudiantil de la Carlos III, que creció en el curso 2008-2009 de una forma que nunca había visto el campus. Las peticiones de las asambleas, que contaban con el apoyo de una gran parte de los estudiantes del campus, además de la legitimidad de pertecer a un movimiento internacional que lucha por la universidad publica, critica y popular, han sido ignoradas, reprimidas y atacadas. Ningún espacio de libertad queda para los estuidantes organizados. La negación al debate público sobre la implantación de los plantes es prueba de ello. En el inicio del curso 2009-2010 las fuerzas de seguridad de la universidad han mostrado una actitud hostil hacia las asambleas y los individuos pertenecientes a ellas. Así, hoy en día, la Universidad Carlos III de Madrid resulta que es el modelo universitario que demanda el mercado en sus actuales estructuras, un modelo neoliberal, completamente dirigido al mercado, en el que la educación esta dirigida hacia el mercado de trabajo y las empresas tienen gran poder de decisión en el consejo social, acallando cualquier organización autónoma de estudiantes donde se participe activamente en la formación de la universidad y estableciendo un sistema de represenatacion completamente vertical.